domingo, 29 de septiembre de 2019

Las Políticas de Salud Pública del Gobernador Antonio Cafiero


Aritz Recalde, septiembre 2019
“Queremos un Estado de Justicia. Ese es el ideal que desea alcanzar el gobierno bonaerense, porque cuando los hombres no sólo sean libres por sus expresiones sociales y políticas, sino cuando sean libres de sus necesidades básicas insatisfechas, cuando sean libres de la pobreza, de la marginación, de la presión social, cuando esas libertades se logren, podremos decir que se ha llegado al Estado de Justicia, de la mano del Estado de Derecho”. Antonio Cafiero
“Los fundamentos filosóficos que orientan la política sanitaria son el producto de una ideología cuyo objetivo central es la justicia social, y en parte representan una versión actualizada de los principios doctrinarios de la llamada “sanidad justicialista”, concebida y ejecutada hace casi 50 años por el Dr. Ramón Carrillo, Primer Ministerio de Salud Pública argentino y pionero de la Medicina Social”. Ministerio de Salud bonaerense, año 1991

 Las propuestas de la campaña electoral del año 1987
“La Provincia deberá duplicar su capacidad hospitalaria instalada en el próximo quinquenio. Sin embargo, la verdadera revolución justicialista en el campo de la salud, no deberá producirse ahora, como en 1945, en la ampliación de las instalaciones sanitarias fijas, sino en la atención de la salud ambulatoria con una concepción preventiva asistencial de atención progresiva de la salud, realizada por el equipo de salud familiar”. Centro de Estudios para la Renovación Justicialista

En las Bases para el Plan Trienal Justicialista los equipos técnicos nucleados en el Centro de Estudios para la Renovación Justicialista (CEPARJ), puntualizaron que “la salud es un derecho esencial con la condición de bien social y por lo tanto ajeno a las condiciones de lucro y especulación de la economía de mercado” (CEPARJ 1986: 7). A partir de este concepto, incluyeron a la salud como un componente central de la justicia social y consideraron que el Estado tenía que garantizar su pleno derecho a todos los bonaerenses. Promovieron una gestión descentralizada, participativa y articulada entre los distintos niveles del sector público, social y privado.
Las Bases incluyeron una iniciativa de “Programa Provincial de Atención Ambulatoria y Domiciliaria de la Salud” y propugnaron la transformación del Ministerio de Salud en el Ministerio de Salud y Acción Social.  
El Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) sería “gobernado por sus afiliados de acuerdo con las formas y condiciones de las organizaciones gremiales involucradas convengan oportunamente”. Se crearía el IOMA para “Trabajadores Autónomos”. El Instituto sería regionalizado y proponían sancionar un Vademécum Terapéutico Provincial (CEPARJ 1986: 8 y 13).
El CEPARJ planteó que las obras sociales debían ser administradas por las organizaciones sindicales que las crearon y que las financian. El Estado tenía la tarea de garantizar una efectiva solidaridad interna dentro del sistema, tendiendo a reducir las asimetrías de tamaño y de cantidad de afiliados.

  La opinión de las organizaciones libres del pueblo
“La intervención de los representante de la comunidad organizada en la deliberación, en la toma de decisiones, en la asunción de responsabilidades, en la ejecución y control de los servicios y acciones de salud, constituye el proceso de la Participación Social en el Sistema de Salud y es el instrumento sectorial de la democracia social”. Ministerio de Salud, 1991

Entre los meses de marzo y de octubre del año 1988 la Dirección de Entidades de Bien Público de la Provincia, realizó seis encuentros regionales de reflexión en las localidades de Quilmes, Moreno, Olavarría, Necochea, Bahía Blanca y San Nicolás. Intervinieron miembros de Sociedades de Fomento, Clubes y entidades deportivas, Hogares policiales, Cooperadoras, Cetros Nativistas, Centros de Jubilados y Pensionados, Cooperativas, Talleres Protegidos, Mutuales, Bibliotecas y de Bomberos Voluntarios (Dirección de Entidades 1989).
La dinámica de los encuentros fue de reflexión conjunta en comisiones temáticas y una de ellas trató el eje Salud Pública. Las Entidades de Bien Público propusieron:
-       Retomar el modelo de Ramón Carrillo que postuló una perspectiva integral de las políticas de salud;
-       Promover la participación comunitaria en la planificación de la salud y crear cuerpos de voluntarios;
-       Implementar planes de vacunación;
-       Subsidiar las salas de primeros auxilios municipales y otorgarle prioridad a la atención primaria de la salud;
-       Implementar campañas de concientización utilizando los medios de comunicación y formular un boletín informativo de salud;
-       Permitir que los hospitales atiendan a los afiliados del PAMI;
-       Agilizar la implementación del Vademécum Provincial único;
-       Realizar campañas de prevención y de detección temprana del cáncer;
-       Realizar campañas de detección de Diabetes Oculta y facilitar los tratamientos;
-       Implementar campañas sobre el peligro de la drogodependencia y crear Centros de rehabilitación;
-       Promover salas geriátricas en hospitales y Hogares de Día en acuerdo con los gobiernos municipales y provinciales y con los Centros de Jubilados;
-       Impulsar políticas de discapacidad;
-       Implementar programas de salud alimentaria;
-       Reducir la contaminación y principalmente los desechos industriales e impulsar la apertura de espacios verdes y de áreas recreativas.

Las Políticas de Salud Pública
A- Floreal Ferrara y el Programa de Atención Ambulatoria Domiciliaria de Salud (ATAMDOS) de 1987
“Hoy debemos acerca al médico a la familia y sólo en caso en que se detecte una enfermedad debe intervenir el hospital, pero antes hay toda una tarea que realizar. Una tarea que antiguamente desarrollaba el médico de cabecera. Era un hombre esforzado, que sabía no sólo prevenir y curar al enfermo, sino que también atendía las necesidades psíquicas de la familia. El médico era una institución familiar que se fue perdiendo”. Antonio Cafiero

Floreal Ferrara era un destacado médico sanitarista y ya había ocupado la cartera de Salud durante la gobernación de Oscar Bidegain en el año 1973.
En el N° 1 de la Revista del CEPARJ Ferrara publicó el artículo “Farmacodependencia”. Allí proponía implementar una política de salud preventiva desde la escuela, los Centros de Salud, las Sociedades de Fomento, los clubes de barrio, los Centros Asistenciales y las instituciones vecinales. Impulsaba la labor interdisciplinaria y la intervención comunitaria para facilitar el diagnóstico precoz y el correcto tratamiento de la salud (Ferrara 1987).
Una vez designado por Cafiero como Ministro del área, Ferrara elaboró un Plan Provincial de Salud que se integró al Plan Trienal de Gobierno 1989/1991 (Síntesis Bonaerense 1988: 53).
Ferrara puso en marcha el programa de Atención Ambulatoria Domiciliaria de Salud (ATAMDOS). La propuesta tenía como objetivo la atención preventiva y domiciliaria de la salud a partir de un equipo interdisciplinario de médicos, enfermeros, psicólogos y de trabajadores sociales. Los equipos tendrían a cargo un barrio y un centenar de familias a las que atenderían aplicando una perspectiva integral e interdisciplinaria de la salud. Se les garantizaría a los pacientes el acceso gratuito a los medicamentos, a la radiología, a los laboratorios y a la internación de ser necesario. 
El Ministerio de Salud y como bien sostiene Antonio Cafiero en el epígrafe, proponía recuperar la figura del médico familiar no ya como un individuo sino “como un conjunto de hombres que viene a sustituir de una manera más compleja al viejo médico de cabecera. Este equipo interdisciplinario no va a ser un conjunto de burócratas, sino un grupo de profesionales unidos por una misma vocación” (Síntesis Bonaerense 1988: 52).
El ATAMDOS estaba gestionado por un Consejo de Administración elegido por las mismas familias. En una entrevista del mes de marzo de 1988 Ferrara puntualizó que pondrían en funcionamiento mil equipos y que la comunidad sería protagonista en la gestión y en el control del programa y “estamos con esto consolidando la posibilidad de que el pueblo defienda la Democracia, que el pueblo sea el artífice de su propio destino” (Ferrara 1988: 11).

B- La Política Provincial de Salud de 1988 a 1991
“La medicina como ciencia adquiere valor social y justifica su existencia, cuando es capaz de aplicarse en beneficio de la salud del hombre y de los pueblos”. Ministerio de Salud

Ginés González García era médico sanitarista y asesor del bloque Justicialista de la Cámara de Diputados de La Nación. Asumió como Ministro de Salud en lugar de Floreal Ferrara el 15 de julio del año 1988.
En el año 1991 el Ministerio de Salud bonaerense publicó un informe sobre la gestión de Ginés. Lo tituló “La Salud en la Provincia de Buenos Aires, política provincial de salud 1988-1991”. Allí se señaló que la salud es un derecho personal y también social y que el Estado era el encargado de ejecutar, regular, planificar y controlar las acciones. Como un balance general de la etapa, se puntualizó que entre 1988 y 1991 se atendieron 18 millones de consultas en los más de mil establecimientos entre Hospitales y Unidades Sanitarias bonaerenses. Solamente en 1990 se realizaron 520.000 internaciones y esa cantidad implicó un aumento del 25% en relación a 1984 (Ministerio de Salud 1991: 20).



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