domingo, 28 de agosto de 2016

Los medios de comunicación y la aristocracia del dinero

Aritz Recalde, agosto 2016


¿Para qué el Decreto de Necesidad y Urgencia 267/15?
El Gobierno Nacional sancionó el DNU 267/15 por intermedio del cual derogó parte importante del articulado de las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522/09) y la de Argentina Digital (27.078/14). Básicamente y de manera sumamente resumida, el DNU implicó:

a-     Beneficiar al GRUPO CLARÍN.
- El DNU prorrogó por 10 años las licencias del grupo de medios. En el año 2005 el Gobierno Nacional ya había prorrogado por el mismo tiempo las licencias (Decreto 527/05).
- Evitó que Clarín aplique la cláusula antimonopolio de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que había sido ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
También para proteger al grupo empresario, en 2002 Duhalde sancionó una ley que puso un tope del 30 % del capital extranjero en medios (Ley 25.750/03). La finalidad fue evitar que un acreedor foráneo se quede con Clarín, que había tomado préstamos para comprar los cableoperadores del interior.
- El DNU favorece la posibilidad de que el grupo retenga y amplíe su red de televisión por cable (“TV por suscripción”). El decreto estableció que la TV por cable se regula por la misma norma que las telecomunicaciones y no por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Actualmente y como resultado de la reforma, no hay límite del número de licencias, los operadores no deben respetar las grillas, ni promover canales locales y tampoco están obligados a cumplir con las finalidades culturales de la ley 26.522/09.
Es de esperar que Clarín refuerce su política de apropiación del cable en todo el país que aplicó en los años noventa. El grupo adquirió Nextel para ampliar su actividad a los servicios de telefonía y la nueva normativa le permite ampliar sus licencias de TV abierta.
El Grupo Clarín es el gran beneficiario del DNU y todo indica que CAMBIEMOS le pagó su apoyo político en la campaña electoral del año 2015.

b-    Favorecer al GRUPO TELEFÓNICA. Además de la prorroga de licencias mencionada, el gobierno apoya a este grupo con la posibilidad de que en dos o tres años las telefónicas puedan vender televisión por cable o satelital.

c-     Debilitar las FUNCIONES DE REGULACIÓN del sistema de medios por parte de las organizaciones libres del pueblo y el Congreso, en relación al Poder Ejecutivo. El Decreto clausuró la Autoridad Federal de Comunicación Audiovisual (AFCA) y la Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (AFTIC), creando en su lugar el Ente Nacional de Comunicación (ENACOM). El ENACOM se compone de un presidente y de tres directores nombrados por el Poder Ejecutivo. De los tres directores que designa el Congreso uno corresponde a la primera minoría. En resumen, Mauricio Macri designa cinco miembros del ENACOM y la oposición solamente dos. La norma establece que sus miembros pueden ser removidos sin causa o proceso y desaparecen las representaciones de las provincias o de las universidades.

El DNU flexibiliza la transferencia de licencias entre los grupos, cuestión que facilita la consolidación del sistema de oligopolios y acentúa la falta de regulación pública.
En paralelo, el gobierno apoyó la finalización de Futbol Para Todos, transfiriendo la televisación de los partidos a los grupos privados. Paradójicamente, la mayoría de los costos del futbol siguieron siendo abordados por el Gobierno Nacional.

Comisión para la reforma de las leyes de Servicios de Comunicación y Argentina Digital
El DNU creó una Comisión para la elaboración de un proyecto de reforma la las normas derogadas. La Comisión publicó un documento con 17 “Principios que regirán la Ley de Comunicaciones Convergentes”. El texto fue elaborado por un colectivo de seis personas dirigidas por Silvana Giudici y con figuras vinculadas a Clarín y Telefónica.
En general, el documento está cargado de “buenas intenciones” como es el caso de la convergencia, la pluralidad de voces, el respeto a los derechos de los usuarios, el derecho al acceso a internet, la autonomía de los órganos de control, la adjudicación “razonable” de licencias, la promoción de la cultura nacional, la defensa del empleo del periodista, el pluralismo de los medios estatales o la existencia de medios comunitarios. 
En buena medida, gran parte del decálogo de intenciones ya integraba la regulación anterior. El texto tiene grandes omisiones y a la vista de lo que está efectivamente ocurriendo, difícilmente se puede cumplir el “espíritu de la Comisión”. El supuesto que originó la refirma que es la potencial convergencia y la necesaria pluralidad de medios públicos, son una máscara para que Clarín, Telefónica y otros grupos concentrados locales y extranjeros controlen la totalidad de licencias de radio o televisión.
Además y tema preocupante, se están perdiendo miles de puestos de trabajo en medios y poderosos grupos norteamericanos como Turner, están por adquirir un canal y el negocio de la televisación del futbol.

El sistema de medios de comunicación y la dependencia cultural
Las medidas de gobierno de CAMBIEMOS profundizan la condición cultural dependiente de la Argentina. En el plano de la comunicación se reproduce la asimetría de la división internacional del trabajo, que está caracterizada por la existencia de un centro que vende tecnología y exporta contenidos (EUA y Europa) y por una periferia que reproduce los patrones culturales dominantes. Las potencias económicas y culturales desarrollan su predominio a partir de vincularse con actores locales. Esta realidad no es meramente un problema argentino, sino que caracteriza a Chile (Diario Mercurio), Venezuela (Grupo Cisneros) o Brasil (Grupo Globo). Estas empresas de medios son puertas de entrada en Iberoamérica de los intereses geopolíticos, económicos e ideológicos de las potencias internacionales.

El funcionamiento del sistema de medios del país se caracteriza por tres rasgos fundamentales que son:
-          Comportamiento OLIGÁRQUICO.
La historia de nuestra comunicación está ligada directamente al poder de la oligarquía económica y política. La línea editorial de los principales medios es la de los grupos agroexportadores o la de los grupos industriales. Arturo Jauretche lo describió con lucidez cuando mencionó que El cuarto poder está constituido en la actualidad por las grandes empresas periodísticas que son, primero empresas, y después prensa. Se trata de un negocio como cualquier otro que para sostenerse debe ganar dinero vendiendo diarios y recibiendo avisos (…) Así, el diario es un medio y no un fin, y la llamada “libertad de prensa”, una manifestación de la libertad de empresa a que a ella se subordina, porque la prensa es libre sólo en la medida que sirva a la empresa y no contraríe sus intereses”.

-          EXTRANJERIZANTE Y ANTINACIONAL.
El mundo se desenvuelve en una férrea disputa cultural. Las Potencias tienen sus propias agencias y medios de organización y de difusión cultural para Iberoamérica. Los Estados Unidos disponen de la CNN en español, los rusos RT en español, los chinos administran la agencia Xinhua y los británicos Reuters. Además de las agencias de noticias, hace tiempo que las potencias extranjeras están comprando los medios de comunicación en el país.
CAMBIEMOS promueve que el norteamericano grupo Turner adquiera Telefe (español) y el negociado de la transmisión del futbol. De conseguirlo, los EUA abrirían CNN argentina e impondrán su ideología desde el deporte y las noticias.
Los españoles manejaron con perspectiva estratégica este mecanismo y a la par que compraron canales y radios con Carlos Menem, fueron persuadiendo a la opinión pública para que sus grupos económicos se queden con el petróleo (REPSOL), Aerolíneas (Marsans) o las telefonías de la ex ENTEL (Telefónica). No exageró Juan José Hernández Arregui cuando mencionó que “Desacreditar y aislar todo pensamiento argentino era la misión combinada de la prensa, la radio, el cine, al servicio de los centros organizados del poder mundial”.
Tal cual denunció Julian Assange, el grupo norteamericano Silicon Valley (Apple, google o facebook) utiliza las nuevas tecnologías al servicio de la política exterior norteamericana. Estos grupos controlan a las personas, moldean conductas y direccionan búsquedas de información, de consumos comerciales y de opiniones políticas en las redes.
Buena parte de nuestra comunicación en redes sociales, televisión o radio está orientada al beneficio de empresas extranjeras y promueve la geopolítica europea y norteamericana en la región.

-          OLIGOPÓLICOS.
Como adelantamos, nuestro sistema de comunicación es concentrado y permite que algunos pocos grupos manejen buena parte de la emisión y distribución de la cultura. La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tenía, entre otras funciones, el objetivo de democratizar esta concentración que hace imposible la pluralidad de voces y la vida democrática. 
Con el DNU que comentamos la aristocracia del dinero está impulsando activamente la consolidación oligopólica y concentrada de los medios.

La aristocracia del dinero de CAMBIEMOS profundiza el proyecto neoliberal
Lejos de ser original en este y en otros planos, el Gobierno Nacional aplica un paquete de medidas que fueron iniciadas en el año 1955 y profundizadas a partir del año 1976 y 1989.

AGENCIAS DE NOTICIAS
El peronismo impulsó un sistema de medios públicos y privados, orientados a la promoción cultural y a la defensa de los intereses nacionales. Con dicha finalidad abrió la agencia de noticias TELAM, de cuya escuela de periodismo se formaron Rogelio García Lupo o Jorge Ricardo Masetti quienes contribuyeron a crear la cubana Prensa Latina. Luego del año 1955 las noticias internacionales fueron importadas de las agencias norteamericanas que las cubren, editan y distribuyen en función de su interés nacional.
En el siglo XXI los gobiernos populares del continente crearon TELESUR, con la finalidad de romper el cerco informativo neocolonial. Actualmente, CAMBIEMOS borró TELESUR de la grilla de la TV Digital abierta y sacó a la Argentina del Canal sudamericano. En su lugar y en acuerdo con el gobierno de los EUA, Mauricio Macri impulsa al grupo Turner y a la CNN.
Con la Resolución 166 - E/16 de la Jefatura de Gabinete, el Gobierno Nacional se apropió de la base de datos del ANSES para hacer propaganda con la telefonía y los correos electrónicos de los individuos. En la campaña electoral de 2015 CAMBIEMOS se quejaba de la comunicación gubernamental de Futbol Para Todos, que ahora realizan grupos económicos y que manejarían los EUA. Actualmente y pese a lo que sostenían hace un año, realizan una onerosa y masiva campaña de prensa que avanza sobre las libertades individuales. La publicidad de gobierno es financiada con recursos públicos derivados de los favores a Clarín o Telefonica y se complementa con un manejo masivo y agresivo en redes sociales y buscadores de música o videos. Con la Resolución 166 van a hacer propaganda en cadena en los teléfonos particulares y en los correos personales de más de 30 millones de personas.    

LOS DUEÑOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Luego de producido un conflicto gremial entre el Diario La Prensa y sus trabajadores que culminó con un obrero muerto, el gobierno peronista expropió el periódico en el año 1951. A diferencia de lo que tradicionalmente ocurre, el Estado fallaba a favor de los obreros que recibieron el medio y lo administraron de manera idónea y democrática. El nicho de mercado de La Prensa fue ocupado, en parte, por el diario Clarín.   
Para contrarrestar la acción oligárquica, meramente comercial y extranjerizante del periodismo, el Estado creó la televisión pública en 1951 (Canal 7). Durante la etapa el Estado potenció la producción nacional y cultural y adquirió algunas radios.
El gobierno había generado las condiciones legales y tecnológicas para la aparición de tres canales privados, que fueron asignados luego del golpe de Estado de 1955. La dictadura de Aramburu clausuró todos los medios de comunicación ligados al gobierno democrático, sean estatales, partidarios o sindicales y sancionó el decreto 4161 que directamente prohibía nombrar a Perón y a su Movimiento. Los nuevos canales de televisión fueron adjudicados con un doble criterio:
a-     Los titulares eran referentes políticos opositores al gobierno y a la democracia popular;
b-    Los contenidos y la tecnología eran principalmente norteamericanos. Canal 9 se vinculó a la National Broadcasting Company (NBC), el 13 nació ligado a Goard Mestre con vínculos con la Columbia Broadcasting System (CBC) y Time Life y el Canal 11 con la American Broadcasting Company (ABC).

Como resultado de esta decisión gubernamental, la Argentina ponía los medios de comunicación al servicio de las dictaduras políticas y de la norteamericanización de la económica.
En el año 1974 el peronismo no renovó las licencias de los tres canales privados que pasaron al Estado. Lo mismo hizo Hugo Chávez en el año 2007 con Radio Caracas Televisión (RCTV) y no le renovó la licencia. Como a Perón, al dirigente bolivariano lo acusaron de dictador. Paradójicamente, cuando se privatizó Canal 9 a la vuelta de la democracia o las televisoras 11 y 13 con Menem, los mismos periodistas hablaron de pluralismo y de libertad de prensa. Se cumplió un principio dogmatico del liberalismo que sostiene que las trasferencias económicas de la mayoría popular a una minoría oligárquica son legítimas y que el proceso inverso es un medio de “subversión y autoritarismo”.
Hasta la llegada de Carlos Menem a la presidencia en el año 1989, la propiedad de medios tendió a ser nacional y sus perspectivas y contenidos (series o noticias) extranjeros. El presidente riojano modificó la ley de medios de la dictadura 22.285/80 que prohibía a los licenciatarios ser extranjeros. En paralelo y en el marco de la Constitución Nacional de 1994, firmó tratados de inversión con EUA permitiendo que la potencia del norte administre nuestra cultura. La decisión de Macri de apoyar a Turner no es original, sino que profundiza la dependencia cultural y política iniciada en el año 1955.
El menemismo mantuvo la prohibición para que las cooperativas sean licenciatarias de medios, contribuyendo a la consolidación de un modelo comercial y oligopólico de la cultura. El gobierno menemista amplió la cantidad posible de licencias de cuatro a 24 y permitió el cruce de empresas gráficas con la producción audiovisual. Los grandes grupos comerciales tenían todo el poder mediático en sus manos y la democracia estaba silenciada.

REGULACIÓN DEMOCRÁTICA DEL SISTEMA DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL
Tal cual adelantamos, la historia de la comunicación es la de nuestra oligarquía que evitó las regulaciones propias de la soberanía popular. No es casualidad que en democracia sólo dos gobiernos impulsaron leyes de servicios de comunicación: en 1953 y 2009. El poder económico nacional y extranjero no sometió la regulación de medios a fines sociales y en nombre de la libertad de prensa retuvo sus privilegios de clase o de facción.
Esta última condición también se repitió en dictaduras y no es secreto para nadie que Clarín o La Nación apoyaron al golpe de 1976 continuando una actitud que Mariano Grondona había aplicado desde Primera Plana y la dictadura de Ongania de 1966.
La ley de medios del peronismo 14.241/53 declaraba al sistema interés público, prohibía el ingreso del capital extranjero, impedía la formación de oligopólicos, vedaba la trasferencia de licencias y le proporcionaba una importancia fundamental al sistema oficial de comunicación. Desde el año 1955 se produjo el proceso inverso y la prensa se volvió eminentemente comercial, de propiedad extranjera y concentrada en pocas manos privadas.
Desde la vuelta de la democracia la Coalición por una Radiodifusión Democrática, impulsó una comunicación cultural y social que no sea un mero negocio, sostuvo que había impedir la concentración y la trasferencia de licencias por parte de los grandes actores. El espació bregó por la pluralidad de voces y por el derecho a que los medios comunitarios y sin fines de lucro sean propietarios y emisores. Desde su origen, la Coalición contempló la defensa de la cultura nacional y local y la formación de una autoridad de control diversa y democrática. Muchos de estos principios conformaron la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual del año 2009. Esta última norma conjuntamente con la ley de Educación Nacional del 2006, fueron los dos textos normativos más debatidos en foros, sindicatos o universidades de toda la historia Argentina.


La aristocracia del dinero que gobierna los destinos del país quiere retrotraer el sistema de medios al año 1955. 

miércoles, 24 de agosto de 2016

“El gobierno de Cambiemos beneficia al Capital financiero, grandes terratenientes y empresas oligopólicas”

Entrevista a Aritz Recalde

Por: Exequiel Cáceres

24 ago - P&M dialogó con el sociólogo y profesor de la UNLA, Aritz Recalde, quien recientemente ha publicado su último trabajo “Intelectuales, Peronismo y Universidad”. 

A continuación reflexiona sobre el panorama político y económico en nuestro país, Latinoamérica y el mundo.

PRIMERA PARTE:
-¿Cómo podemos entender este cambio en el plano económico que se está viviendo en nuestro país, tanto de manera interna, como también para con el mundo?
La situación económica mundial, regional y nacional forma parte de una crisis. El modelo de desarrollo centrado en la especulación financiera diagramado por las “corporaciones multinacionales”, los “fondos de inversión” y las “calificadoras de riesgo” de las Potencias occidentales, condujo a los centros del poder mundial a una situación de estancamiento económico. La quiebra del banco Lehman Brothers del año 2008 fue una de las manifestaciones de una crisis económica y financiera profunda de carácter mundial.
Con la supuesta finalidad de superar la crisis los EUA y Europa se abocaron a rescatar con recursos “públicos”, los negocios financieros “particulares” de los bancos. El resultado esperable de estas medidas, es la consolidación de un sistema financiero que sigue acumulando ganancias, en paralelo a una economía internacional con bajas tasas de crecimiento o incluso de recesión. El sistema capitalista actual privilegia la especulación financiera y el salvataje de bancos, en lugar de la actividad productiva y el consumo popular. En este contexto, las condiciones sociales de vida de gran parte del planeta se deterioraron considerablemente. De manera similar a Iberoamérica en los 1980 y 1990, las familias de Europa o Estados Unidos están perdiendo los derechos sociales ganados en el siglo XX.
Varias economías de los países centrales están en recesión y/o bajo crecimiento. Esto deriva en menores importaciones de Latinoamérica y en la conformación de un excedente productivo que buscan imponer a nuestros países. EUA se propone recuperar el terreno perdido frente a esquemas como el BRICS. En este cuadro, los gobiernos de las potencias protagonizan una disputa comercial, política y bélica por la apropiación de recursos naturales y de los mercados mundiales. La desestabilización a las que se ven enfrentados Brasil, Venezuela o la Argentina en 2015, se encuadró en esta disputa entre imperialismos. No exageró el Papa Francisco cuando caracterizó a las tensiones internacionales como una potencial “tercera guerra mundial”.

Desde entrado el siglo XXI, Iberoamérica venía atravesando un importante ciclo de crecimiento, favorecido por el buen precio de parte de sus recursos de exportación (soja, petróleo, minería, etc.). Las condiciones macroeconómicas fueron aprovechadas por los gobiernos nacionalistas, que se propusieron saldar las deudas sociales de sus pueblos luego de décadas de crudo liberalismo. La revolución boliviana de Evo Morales impulsó el Bono Juancito Pinto y creó universidades indígenas. El Partido de los Trabajadores aplicó la Bolsa Familia y consolidó un sistema de becas para ciudadanos negros y pobres. En la Argentina el Frente Para la Victoria sancionó la Asignación Universal por Hijo y federalizó el sistema universitario creando más de 15 Casas de Altos Estudios. En estos tres países y en otros como Ecuador, Uruguay o Venezuela, se crearon nuevos empleos y los habitantes accedieron al derecho a la vivienda, la salud o la educación.
Además y con resultados disimiles, los gobiernos nacionalistas desarrollaron su estructura económica e impulsaron un nuevo proceso de industrialización. Con esta finalidad estimularon varias nacionalizaciones de empresas estratégicas como la YPF Boliviana o la YPF y las AFJP argentinas. Países como Brasil son exportadores de recurso naturales y además, de aviones (EMBRAER) y administran una empresa petrolera con participación internacional (PETROBRAS). Argentina inició un importante proceso de sustitución de importaciones y consiguió producir satélites y bienes atómicos. Pese a los avances generados, buena parte de Iberoamérica no alcanzó y no consolidó su independencia económica.
El ciclo de altos precios de los recursos naturales empezó a revertirse. En algunos casos, la caída de los precios fue impulsado deliberadamente: por ejemplo, el petróleo bajó, entre otras cuestiones, porque intervinieron los EUA explotando y comercializando reservas no convencionales de energía. Frente a este nuevo escenario, aquellos países que no consolidaron la industrialización encontraron grandes dificultades para afrontar la falta de colocación de sus exportaciones o la carencia de divisas. Venezuela atraviesa una crisis económica severa. Dilma Rousseff aplicó un ajuste de las cuentas públicas en Brasil. Argentina creció a bajas tasas durante los últimos años y mantuvo déficit fiscal y comercial.
Los problemas económicos mencionados, la guerra mediática interna e internacional y la presión de los factores de poder mundial, están induciendo cambios de gobierno. En lugar de los líderes nacionalistas, se produce una tendencia a que asuman mandatarios neoliberales apoyados por los EUA.  En la Argentina triunfó CAMBIEMOS que organizó un gabinete de empresas multinacionales y de referentes políticos conservadores. Una vez en el mando del país impulsaron un patrón de desarrollo que beneficia a tres sectores que son: el Capital financiero especulador internacional, los
Grandes terratenientes y exportadores agrícolas y las empresas oligopólicas de servicios e importadores de manufactura extranjera. Las ganancias del sector financiero aumentan exponencialmente la deuda externa. Para garantizar la rentabilidad del sector agroexportador devaluaron la moneda generando una inflación acelerada y aumentando ganancias a los grupos concentrados. Las empresas de servicios aumentaron más del 1000 % las tarifas...

El Resultado está a la vista
El resultado económico del primer semestre es evidente del nuevo perfil productivo. Las PYMES y el comercio bajaron el volumen de ventas e incluso están quebrando empresas fruto de la apertura económica y la caída del consumo. Se perdieron más de 180.000 puestos de trabajo en seis meses.  El país está en recesión y acumulará en el año una inflación superior al 40%...
En paralelo, los negocios financieros dejaron como resultado un incrementó de deuda para el Estado argentino superior a 32.000 millones de dólares. Fruto de la devaluación cayeron los salarios de los trabajadores. La diferencia de exportar la cosecha de $ 9, 5 a $ 15 dejó como resultante una ganancia adicional superior a los $ 50.000 millones de pesos.

-¿Qué objetivo tiene la última toma de deuda por parte del gobierno nacional de Cambiemos?
Al eliminarse los topes para la adquisición de dólares y permitirse la fuga de divisas, Argentina se ofrece al mundo como una plaza financiera óptima para especular. En tan sólo unos meses, el gobierno emitió 16.500 millones de dólares para sufragar a los Fondos Buitres. Las letras del Banco central (LEBAC) pagan una tasa del 34% en pesos, dejando como saldo en los primeros meses del año una ganancia superior a los 3.000 millones de dólares. En el mes de enero el Banco Central tomó un préstamo puente de 5.000 millones de dólares, a una tasa cercana al 7% en dólares. Las provincias consiguieron el aval de Nación para acrecentar una deuda que ya superó los 8.200 millones de dólares.
Debido a la apertura económica, la caída del consumo, la suba de los servicios públicos o la recesión económica internacional, se hace poco viable el desenvolvimiento de la actividad industrial en Argentina. El país va camino a reprimarizar su economía y a aumentar exponencialmente la deuda externa y dicho proceso puede culminar en un nuevo 2001. 
El país se torna una semicolonia económica de las Potencias extranjeras, que nos venden sus excedentes comerciales y obtienen y giran fabulosas ganancias financieras y empresarias. El productor y el trabajador argentino subsidian las economías y el nivel de vida del extranjero.

Que le vaya bien al gobierno de CAMBIEMOS no implica la prosperidad del conjunto del país, sino meramente la acumulación de riquezas de las empresas extranjeras que administran los Ministerios.  

-¿A qué se debe el triunfo de la derecha, tanto en nuestro país como en gran parte de América Latina?
Hay factores económicos que generaron dificultades de crecimiento y ello conlleva a la pérdida de capital electoral. Las medidas de ajuste del Estado de Dilma Rousseff mermaron su electorado y alcanzó la relección presidencial con un estrecho margen. En nuestro caso, la caída del crecimiento y la regulación del mercado de divisas (corralito) acarrearon costos electorales para el oficialismo. Al problema económico, hay que sumarle cuestiones sociales no resueltas como la violencia, la desigualdad o la precariedad en el empleo que llevaron a muchos trabajadores a buscar un “cambio” o una alternativa. En este marco, el poder económico manejó con destreza los resortes mediáticos que convencieron a muchos trabajadores acerca de que su legítimo reclamo iba a ser atendido por los representantes de las derechas neoliberales. A este esquema hay que sumarle la acción judicial, la desestabilización económica y la tarea permanente de las ONG norteamericanas dedicadas a hacer propaganda e inteligencia contra los gobiernos populares.
Finalmente, hubo problemas de construcción política que derivaron en serias dificultades para conformar herramientas políticas que garanticen la alternancia de los candidatos. En el caso de la Argentina, en 12 años no se construyó un candidato o un espacio político capaz de continuar el proyecto y por el contrario, el Frente Para la Victoria llegó a la elección dividido y no existió una estrategia de campaña capaz de potenciar la militancia.
Si habría que ordenar la importancia de las variables económicas, sociales, culturales o políticas para explicar la derrota política argentina, ésta última es fundamental. La interna entre la Conducción nacional y el Partido Justicialista y la CGT fue perniciosa. La tendencia de Cristina a armar un espacio propio con candidatos de escasa relevancia electoral, facilitaron la estrategia neoliberal de CAMBIEMOS y del capital trasnacional. La histórica derrota en la provincia de Buenos Aires fue una de las manifestaciones de los serios errores de construcción política.


Entrevista extraída de:

SEGUNDA PARTE
-¿Cuáles son los desafíos de estos tiempos para el Peronismo?
En la época de Perón, el justicialismo era la organización dinámica de una revolución nacionalista y obrerista. Desde el 1 de julio del año 1974 el peronismo fue mutando y siendo el partido del orden llegó a acompañar el liberalismo menemista. No hay “un peronismo”, sino varios. La diversidad del peronismo es ideológica, política o social.
En este marco, el desafío del peronismo es el de reconstruir un Proyecto nacional alternativo al neoliberalismo (Unidad de concepción). Como “modelo” a seguir están el peronismo histórico y sus planes quinquenales o la Constitución de 1949 y los derechos recuperados en los últimos 12 años. Recientemente se reunió el peronismo en Formosa y se publicó la “Declaración de Formosa” que trabaja la unidad de concepción.
Habiendo acordado aspectos básicos de un Proyecto nacional, el siguiente paso fundamental es la unidad del Movimiento (unidad de acción). Por un lado, está el Partido Justicialista, los intendentes, diputados, concejales o gobernadores. El movimiento obrero organizado y sus organizaciones deben formar parte fundamental del espacio. Cristina impulsa un Frente cívico con participación de sectores externos al peronismo que deben sumarse. Luego hay un inmenso espacio de organizaciones libres del pueblo, sociales, deportivas o culturales, que deberían integrase activamente. Estos son tiempos de debate y debe trabajarse la unidad, luego van a ir surgiendo los candidatos y acuerdos electorales.

En el año 2003 Néstor Kirchner recuperó un Proyecto Nacional desarrollista para el peronismo. Además y tema fundamental, el nuevo Presidente conformó una conducción política fuerte y eficaz. El Proyecto nacional que en buena parte se fue tejiendo sobre la marcha, permitió la reconstrucción de la industria e impulsó la intervención del Estado en infraestructura básica y en el terreno social. En el ámbito geopolítico el Frente Para la Victoria apostó a la unidad regional y a la búsqueda de nuevos aliados como los BRICS. Néstor tuvo en claro que la Argentina tenía que dejar de ser un satélite de los EUA, para conforman una política exterior soberana como postuló Perón.
Kirchner interpretó la crisis del año 2001 y convocó a los diversos actores sociales y políticos que habían impulsado la lucha social desde la CGT, la CTA o las organizaciones sociales. Además, integró a representantes del aparato político (siempre “oficialistas”), al empresariado concentrado nacional y extranjero y a otros diversos representantes de la producción, la cultura y el trabajo. Había que salir del “infierno” y lo apoyaron piqueteros, sectores de clase media, la SRA, Clarín o la UIA. Con el tiempo, estos apoyos económicos y políticos iniciales se fueron perdiendo o modificando. El debate sobre las retenciones móviles es un ejemplo de ello.
En lo programático, Cristina tuvo la tarea de la “sintonía fina” y enfrentó aliados circunstanciales como el complejo agroexportador o los medios de comunicación oligopólicos. Durante sus mandatos se tomaron decisiones fundamentales como la sanción de la AUH o la recuperación de YPF. En el plano político y a diferencia de Néstor, Cristina intentó con más fuerza conformar un espacio político al cual consideró como “propio”. El Gobierno nacional rompió vínculos con la conducción de la CGT e intervino en las listas de varias provincias y municipios. Intentó consolidar su herramienta política con Unidos y Organizados y luego directamente con la Campora. En el plano electoral, la estrategia aplicada en 2013 y 2015 obtuvo escasos resultados o incluso estrepitosas e históricas derrotas. En el aspecto político de mediano plazo, el futuro dirá si esta estrategia deja resultados positivos para el Movimiento.
La estrategia política de Cristina puede relacionarse con la ruptura con el complejo agroexportador, con Clarín o con la UCR de Julio Cobos. Estos momentos fueron un llamado de atención sobre la necesidad de consolidar un espacio propio y coherente con el proyecto. Ahora bien, el fracaso de Unidos y Organizados también mostró que solamente con la “tropa propia” se pueden perder elecciones otorgando al neoliberalismo y al capital extranjero el gobierno nacional y el de varias provincias y municipios.
Para consolidar la necesaria unidad política que demanda la hora, todos los actores deben pegarse un “baño de humildad”. Sin las organizaciones libres del pueblo y los miles de dirigentes de todo el país que lucharon arduamente, no existiría el 2001 que expulsó al gobierno neoliberal y tampoco iba a ser fácil la asunción y el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. Por otro lado, es innegable que el kirchnerismo le dio nueva vitalidad al peronismo y a las cientos de organizaciones populares. La decisión de sectores del kirchnerimo de gobernar sin reconocer representaciones intermedias (sindicales, sociales o políticas), no parece ser viable como estrategia de poder. La inversa (gobernar sin reconocer 12 años de gobierno y la importancia de Cristina), no parece ser posible. Juntos son una alternativa nacional, separados van a ser derrotados. El año 2019 nos encontrará unidos o dominados.

-¿Cuál es el rol que le corresponde a la juventud?
Tradicionalmente, el peronismo realizó un ordenamiento por frentes políticos, de clase, de género y etarios. Había una rama política (Partido), una rama femenina, una representación de trabajadores y en los años setenta un espacio juvenil. Perón le otorgó lugares estatales al empresariado nacional, a los militares, a los sindicatos o a la iglesia, ya que consideró que la verdadera democracia es la que ejecutan las organizaciones libres del pueblo. Dentro de este espacio, la diferenciación de clase fue considerada fundamental ya que Perón entendió que los “trabajadores” eran la columna fundamental del justicialismo.
Durante los últimos años, pareció que la cuestión etaria se antepuso a la de clase y Cristina le otorgó buena parte de la representación institucional a la juventud. Néstor apoyó la creación de espacios de juventud en los diversos ámbitos. Posiblemente, consideró que los dirigentes políticos se forman fundamentalmente en la lucha social y partidaria. Cristina les otorgó los principales resortes del Estado, apostando a que se capaciten desde la gestión de cargos públicos. Cristina desplazó a sectores partidarios y sindicales y apostó a conformar una herramienta política de clase media, apuntalada con cargos del Estado.

Sigo pensando que el peronismo debe ser un movimiento político compuesto y destinado, principalmente, a los trabajadores. Las organizaciones libres del pueblo deben ser el centro del dispositivo. La juventud debería integrarse, humildemente y sin sectarismos, a construir un proyecto de país con los sindicatos y con el conjunto de las organizaciones sociales.
El intento vanguardista de la juventud de los años setenta fracasó y actualmente puede ocurrir algo similar. 

-¿Hay por parte de sectores económicos y mediáticos que perdieron terreno en el gobierno Kirchnerista, una suerte revanchismo y buscan la encarcelación de Cristina Fernandez de Kirchner?
En Argentina y para simplificar, existen “tres tercios” sociales:
- un tercio de clase baja que vive de sus trabajos informarles (“en negro”).  Con el kirchnerismo consiguieron AUH, jubilaciones mínimas o un trabajo en cooperativas.  Una parte importante de los sectores populares votó a CAMBIEMOS para mejorar sus condiciones de vida. Pese a mejorar con el kirchnerismo, su calidad de visa era deficiente: hoy con Macri están mucho peor. 
- segundo estrato de clase media o de trabajadores formales. Estos fueron los principales beneficiados dentro del universo de trabajadores. En la última década pudieron viajar, comprar autos o casas y reclamaban seguridad, la baja del impuesto a las ganancias y el derecho a comprar dólares. Hoy CAMBIEMOS los está dejando sin trabajo y les bajó el salario vía inflación y devaluación.
- un tercer sector empresarial y de clase alta, numéricamente reducido, pero políticamente influyente. Durante los últimos 12 años hicieron mucho dinero los grupos agroexportadores, los bancos, los supermercados o los grupos económicos oligopólicos y concentrados. Hoy son gobierno.

Durante el kirchnerismo muchos pobres dejaron de serlo, cosa que no ocurrió con los ricos que lo fueron mucho más. Con excepción de la recuperación de las AFJP o de YPF (con el precio del petróleo a la baja…), el gobierno no realizó grandes recuperaciones de patrimonio a diferencia del primer peronismo que nacionalizó bancos, comercio exterior o recursos naturales.
Lo que sí ocurrió es que el gobierno les requirió que aporten a la comunidad nacional mayores cuotas de sus altos y excesivos ingresos. Los intentos de regular precios con supermercados, el debate sobre las retenciones a la exportación o la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central se inscribieron en estas iniciativas. Actualmente, gobiernan el país ya sin intermediarios. Los sectores agroexportadores aumentaron sus ganancias, que antes ya eran altas. Los bancos mejoran su rentabilidad, que fue muy positiva en diez años. Las empresas extranjeras pueden fugar mayores márgenes de sus ganancias, cosa que antes hacían con mayores controles y con algunas obligaciones. Las empresas de servicios consiguieron aumentos del mil porciento y antes y tal cual mencionó recientemente Cristina en C 5N, obtenían importantes rentabilidades.

El empresariado trasnacional no está dispuesto a aportar nada a la comunidad nacional. Carentes de una visión de mediano plazo, van director a destruir el país y conducirlo a un nuevo 2001. Por mucho o poco que el kirchnerismo los obligó a aportar, están decididos a dar por tierra con el gobierno anterior. Tienen poder económico y eso les otorga influencia mediática y judicial. CAMBIEMOS impidió que Clarín aplique la ley de servicios de comunicación y les renovó las licencias a los medios oligopólicos. Los servicios de inteligencia que el gobierno anterior intervino y no llegó a modificar, están actuando de manera fundamental en la elaboración de causas y operaciones políticas.

La aristocracia del dinero, el poder judicial, los grupos de medios y los servicios de inteligencia locales e internacionales, se proponen erradicar del continente los derechos de los trabajadores, quebrar las empresas sociales y evitar la posibilidad de que los recursos naturales sean administrados por los Estados. Con esa visión estratégica, se proponen destruir los partidos populares, debilitar a sus dirigentes y obstruir el accionar de las organizaciones libres del pueblo.


Entrevista extraída de:

http://www.politicaymedios.com.ar/nota/8750/aritz_recalde_el_ano_2019_nos_encontrara_unidos_o_dominados/

martes, 2 de agosto de 2016

MANUAL DEL MILITANTE UNIVERSITARIO PERONISTA


La universidad y los problemas nacionales
La universidad no es un fin en sí mismo, sino que es un medio para alcanzar la independencia económica, la soberanía política y la justicia social a lo largo y a lo ancho del país. 
La universidad pública es una institución del Estado y tiene como propósito fundamental contribuir a conformar la soberanía cultural y tecnológica argentina. Sobre ésta última condición, se apoya la independencia económica nacional, basamento de la soberanía política.
La labor del militante universitario peronista tiene que contribuir a la emancipación social del pueblo y al fortalecimiento político y de identidad  de sus organizaciones.
Sin desconocer su importancia, es bueno remarcar que la universidad no es una vanguardia política o cultural, sino que tiene que acompañar el accionar de las organizaciones del trabajo, de la producción y del conjunto de los representantes del Estado.

Hay una sola clase de hombres: los que trabajan
La universidad reprodujo una infructífera división entre los trabajadores “académicos” y los “manuales”. Dicha separación hoy se expresa conformando:
-          una realidad institucional que divide funcionalmente a los “claustros” docentes y nodocentes;
-    una estructura política que otorga la mayoría de las decisiones a los docentes y alumnos, en desmedro de los nodocentes y los graduados;
-          una dualidad sindical donde cada claustro tiene su propia herramienta gremial.
-          una frontera cultural, que prejuiciosamente eleva en la escala de valores al personal académico en relación a las labores manuales.  

Para el militante peronista esta división debe desaparecer, tendiendo a la unidad de acción y de concepción entre los docentes y nodocentes y el conjunto de la comunidad universitaria. Sobre ambos principios, se debería tender a construir una sola herramienta sindical que reúna a los hombres y las mujeres que trabajan en la universidad, sin distinciones. 
El militante universitario peronista rechaza la división del trabajo manual e intelectual, como supuesto limitante a la hora de la toma de decisiones políticas en la institución. Los trabajadores nodocentes están capacitados técnica y políticamente, para intervenir activamente en las políticas académicas y de gestión universitaria.

 Las 4 funciones de la universidad
El militante universitario peronista es consciente de que las funciones de docencia, investigación, transferencia y cooperación tienen que contribuir a la grandeza nacional y a la emancipación social del pueblo.
Las carreras que ofrece la universidad deben orientarse a la resolución de problemas y no ser meramente copia de agendas académicas extranjeras o el producto de intereses corporativos de la propia institución. Las investigaciones tienen que derivar en diagnósticos y soluciones de las demandas productivas, culturales y sociales de la región donde está radicada la universidad.
El militante universitario peronista trabaja por la articulación entre la universidad y la producción nacional, sabiendo que la independencia económica es un aspecto fundamental de la soberanía política y de la justicia social.
El militante peronista realiza tareas de cooperación con el pueblo, de manera articulada y solidaria, sin olvidar nunca que la institución la paga la totalidad de la sociedad y la utilizamos unos pocos. Millones de argentinos de origen popular contribuyen con su trabajo diario a financiar la universidad, sin ingresar a sus aulas.
Además y fundamentalmente, el peronista eleva con orgullo la bandera del compromiso popular, la solidaridad humana y la justicia social.  

 Argentina y la Nación sudamericana
El militante universitario peronista recupera en su práctica las producciones de los científicos, artistas y trabajadores argentinos, afianzando la conciencia nacional, social e histórica. Reconoce con orgullo, que Argentina tiene intelectuales y trabajadores de la cultura que realizaron importantes aportes en todos los campos de la ciencia, el deporte, del arte o de la tecnología.
El militante peronista descarta todo sentimiento de inferioridad frente a la cultura foránea, sin por eso caer en el error de negar los aportes extranjeros. Se trata de recuperar la ciencia universal para nacionalizarla y nacionalizar la cultura universal para humanizarla y ponerla al servicio de todos los pueblos del mundo.
El militante universitario peronista reivindica con orgullo el hecho de formar parte de la nación sudamericana. Tenemos una historia en común, afinidad cultural y tema fundamental, compartimos los mismos enemigos políticos. Es por ello que el militante peronista promueve lazos fraternales y de unidad política y gremial con los trabajadores del continente. Lejos de cualquier tipo de discriminación o de rechazo étnico o de clase, trabaja por la unidad universitaria y cultural de toda la región. El militante universitario peronista es consciente de que solamente la unidad de los pueblos y los gobiernos de Sudamérica, nos hará libre frente a los intereses internacionales.
Los alumnos, graduados, docentes y nodocentes deben difundir los autores argentinos y latinoamericanos, reforzando redes de intercambio cultural y de afianzamiento de experiencias conjuntas.
Los estudiantes tienen que profundizar las experiencias de las federaciones de jóvenes sudamericanas, tendiendo al conocimiento pleno de las realidades de cada país y actuando de manera conjunta en la búsqueda de soluciones a las demandas populares. Las Federaciones de los Trabajadores Docentes y Nodocentes, tienen que conformar organizaciones sindicales regionales recuperando el ideario de Juan Perón, que impulsó la Asociación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalistas (ATLAS) y las agregadurías obreras en todas las embajadas.

 La función social y federal de la universidad
La historia de la universidad en su origen, es la de los grupos dominantes argentinos. La institución era elitista y solamente unos pocos podían estudiar. La Revolución Justicialista impulsó los horarios nocturnos para los obreros y abolió los aranceles y los cursos de ingreso el 22 de noviembre del año 1949. A partir de esa fecha y hasta la actualidad, los argentinos y los habitantes de del resto del mundo tienen el derecho a ingresar a la institución sin pagar aranceles. El Justicialismo fusionó el conocimiento científico con desarrollo productivo de la nación en su totalidad, contribuyendo al bienestar de todos los argentinos y no solo de una elite.
La creación de las universidades en diversas localidades a lo ancho de la Argentina, permitió el ingreso de miles de estudiantes cuyas familias nunca habían iniciado la educación superior. 
Gracias al peronismo, la institución es un instrumento de igualación social entre los humildes y las clases adineradas. Como resultado de la sanción de la gratuidad, se masificó el número de estudiantes elevando el acervo cultural del pueblo y masificando su formación técnica.
La universidad dejó de ser un recurso político de la oligarquía y del seno mismo del pueblo se educan los abogados, médicos, artistas, historiadores o ingenieros, contribuyendo a conformar una nueva clase dirigente de origen trabajador.
El militante universitario peronista lucha por mantener y profundizar estos derechos, garantizando la posibilidad de ingresar y de permanecer en la universidad sin distinciones de clase, religiosas o ideológicas.
El militante peronista tiene que trabajar para que los sectores más postergados de la sociedad, accedan a la educación superior.

Los derechos sociales de los universitarios 
El peronismo sostiene que los hombres de ciencia son además de académicos, trabajadores con de derechos sindicales. Es por eso, que Juan Perón y la Revolución Justicialista les otorgó en los años cincuenta, derechos a los profesores a acceder a las dedicaciones exclusivas y a la carrera docente. 
Durante el primer peronismo surgieron las becas para estudiantes. El gobierno peronista iniciado en el año 2003, aumentó las becas universitarias de 5000 a 50.000 en una década. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, se sancionaron los Convenios Colectivos para los trabajadores nodocentes y docentes por primera oportunidad en toda la historia del país.
El militante universitario peronista defiende los derechos de los alumnos y de los trabajadores y para eso se organiza política y sindicalmente. El militante no debe olvidar que peronismo instituyó un piso de derechos e instauró una conciencia social para poder defenderlos. Para no perderlos y profundizarlos, el militante debe fortalecer la organización y tiene que mantener alta la conciencia social y nacional de sus activistas.

 La universidad, el Estado y las organizaciones libres del pueblo
Durante mucho tiempo, las minorías liberales manejaron la universidad para ponerla al servicio de pequeños grupos de poder económico y político. El pueblo se organizó sindical y políticamente para cambiar esta injusta realidad.
Hipólito Yrigoyen y la UCR promovieron cambios políticos en el país y democratizaron las elecciones nacionales con el voto secreto y universal (aunque sin participación de las mujeres). Con la finalidad de democratizar la universidad, impulsaron el cogobierno y la elección interna de las autoridades. Este sistema tuvo aciertos y además protagonizó limitaciones, al distanciar la política universitaria de la realidad del conjunto de los argentinos. Las instituciones se cerraron en sí mismas tornándose como “islas democráticas” y es por ello que varios de sus miembros apoyaron golpes de Estado en 1930 y 1955. La institución le dio la espalada al mismo Hipólito Yrigoyen y algunos grupos de estudiantes provenientes del radicalismo o del socialismo enfrentaron a la Revolución Justicialista. Incluso, luego del golpe de 1955 se intervino violentamente la universidad y las nuevas autoridades se propusieron funcionar “normalmente” cuando el resto de los trabajadores estaba proscripto y sus familias perdían los derechos sociales y políticos.
Para que no se produzca esta infecunda separación entre la universidad y la gran masa del pueblo, el peronismo impulsó una renovada forma de organizar la institución. Desde 1946 el Justicialismo promovió un dialogo estrecho entre el conjunto de los representantes del Estado, del trabajo, la producción y las universidades. El gobierno peronista creó el Ministerio de Educación de La Nación y con ello le otorgó a la democracia de masas un instrumento fundamental para planificar la política educativa. En ésta misma línea, Cristina Kirchner inauguró el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en el año 2007.
El peronista no milita para obtener autonomía universitaria y no considera que las acciones conjuntas con el resto del Estado, con las organizaciones del trabajo y la producción nacional, sean una intromisión o algo negativo para la ciencia y la cultura. Por el contrario, el militante peronista contribuye a que la universidad trabaje con los representantes populares de los municipios, las provincias, con las organizaciones de los trabajadores y del conjunto del Estado.
El peronismo entiende que fuera de las puertas de la universidad se producen los principales desarrollos culturales, económicos o políticos y es por eso que los académicos aprenden permanentemente del accionar del conjunto del pueblo. Los trabajadores, el gobierno y la universidad se unen para construir esa Argentina grande con que San Martín soñó.    
El militante peronista trabaja para que la autonomía y autarquía universitarias hoy existentes, generen las condiciones para producir una ciencia que esté al servicio del pueblo que nos financia y nos otorga la razón de existir a los académicos.

 La organización vence al tiempo, derrota a la oligarquía y es la única garantía de los derechos sociales
El liberalismo rechaza la organización popular y solamente convoca al ciudadano a votar al momento de las elecciones. De esa manera y al ensalzar el individualismo, la oligarquía impide la organización popular y mantiene sus privilegios sectoriales.   
El militante universitario peronista construye organización y es en torno de ella que canaliza sus demandas. El estudiante o el trabajador universitario nunca se realizarán plenamente si están divididos y sin una organización colectiva que los represente.  
El militante peronista se propone fortalecer las herramientas gremiales de todos los claustros, a nivel de su universidad y de sus federaciones. El peronismo trabaja por la unidad de concepción y de acción de todos los claustros de la universidad, sin distinciones o falsas divisiones.
El militante universitario peronista desarrolla sus actividades de manera mancomunada con las organizaciones libres del pueblo externas a su institución, como son las formaciones políticas, sociales, culturales y sindicales.

 El militante se capacita para la liberación
El militante universitario peronista se preocupa por adquirir una formación integral, que contenga un saber técnico y una educación doctrinaria. Ambas dimensiones se complementan con la acción práctica y colectiva.
El militante peronista se destaca entre sus compañeros por su solidaridad, su conciencia nacional y social y por su compromiso con el estudio.
El militante peronista se forma con el legado del pensamiento nacional y sudamericano y conoce la historia argentina y del movimiento obrero.
El militante universitario tiene que estudiar el pensamiento y la obra de Juan Perón y de todos aquellos hombres y organizaciones que protagonizaron las luchas nacionales de liberación nacional y social.
El militante peronista acompaña la formación de una épica científica nacional, de grandes miras y revolucionarios objetivos de independencia económica y política y de liberación social.

El militante universitario peronista no es sectario
El peronismo universitario no es sectario, ya que sabe de manera certera que en su origen el Movimiento se conformó con intelectuales reformistas de origen socialista como Manuel Ugarte, quien fue orador principal en la Reforma de 1918. Se sumaron pensadores y docentes universitarios de izquierda como el filósofo Juan José Hernández Arregui. El proyecto universitario peronista se conformó con católicos que ejercieron la docencia y la investigación como Hernán Benítez, Arturo Enrique Sampay o Justino O´Farrell y con miles de jóvenes que levantaron la doctrina social de la iglesia que hoy tiene al Papa Francisco como su mejor expresión. Miles y miles de estudiantes y docentes se integraron al peronismo desde corrientes radicales, nacionalistas e independientes, contribuyendo humilde y desinteresadamente a construir una nueva fuerza política de refundación nacional.
El militante peronista busca los puntos de coincidencia con todos los compañeros, en la larga lucha por la liberación. El peronista no es sectario y sin embargo tiene su doctrina y está convencido del alcance emancipador que ella contiene. El militante universitario peronista nunca olvida como manifestó su líder, que conducir es persuadir y que para ello hay que dialogar, convocar y atraer a todos aquellos que quieran trabajar por la justicia social, por la soberanía política, la unidad continental y por la independencia económica.     

Las 10 verdades del militante universitario peronista
1-     La universidad es democrática si sirve al pueblo y no meramente si elige libremente a sus representantes.
2-     La universidad es un medio para la realización nacional, nunca un fin en sí mismo y sus miembros tienen que trabajar para alcanzar la independencia económica, la soberanía política y la justicia social de Argentina y de Sudamérica.
3-     Una universidad sin una épica tecnológica y sin un nacionalismo cultural, es una fábrica de técnicos sin alma y sin destino. 
4-     La Educación Superior es un bien social y es un derecho humano que el Estado debe garantizar. En la Argentina peronista la ciencia, el arte y la cultura tienen que ser un derecho de todos.
5-     Para el peronismo la universidad es popular y es por eso que trabaja por el ingreso de los humildes y por la supresión de las divisiones entre los académicos y el conjunto de los trabajadores.
6-     No existe para el peronismo universitario más que una sola clase de hombres: los que trabajan.
7-     Ningún universitario peronista puede sentirse superior a otro por disponer de títulos o credenciales académicas. En caso de sentirse así, más que un peronista, es un oligarca.
8-     El peronismo universitario subordina los intereses individuales de sus miembros, a los de la organización y éstos últimos, los pone al servicio del engrandecimiento de la patria.
9-     El peronismo universitario no es sectario y se enriquece con las diversas fuentes históricas y doctrinarias, con la finalidad de organizar un Movimiento amplio de liberación científica, cultural y nacional.
10-  El peronismo universitario tiene una doctrina simple y accesible al pueblo, que le otorga a la propiedad una función social, que realiza la justicia social, constituyendo un gobierno centralizado, un Estado organizado y un pueblo libre.  

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