viernes, 23 de noviembre de 2018

Políticas para la mujer durante la gobernación de Antonio Cafiero


Aritz Recalde[1], noviembre 2018

“Están los que quieren sacarnos de la cultura machista insertándonos en una cultura feminista. Sin embargo yo entiendo que la mujer argentina piense como Eva Perón: ni un paso adelante, ni uno atrás sino al lado del hombre para realizar juntos la patria Justa, Libre y Soberana”. Antonio Cafiero (Síntesis Bonaerense 1988: 43).

“Mi sueño es llegar a ver que cada bonaerense tenga su vivienda digna, sus hijos felices, sanos y con buena educación. En síntesis, que la justicia social brille en todos los hogares para la felicidad del pueblo”. Ana Goitía (Síntesis Bonaerense 1990: 136).


En las Bases para el Plan Trienal Justicialista formulado por el Centro de Estudios para la Renovación Justicialista (CEPARJ), los equipos técnicos de Antonio Cafiero postularon que el futuro gobierno bonaerense trabajaría por la “igualdad política, civil y económico social de hombres y mujeres”. Con esa meta el documento puntualizó que “se promoverá la reforma de todos los estatutos provinciales para asegurar el principio de igualdad distributiva y laboral de la mujer (…) La mujer tendrá presencia directiva en todos los organismos vinculados a la familia y promoción social”. 
En la gobernación iniciada en el año 1987 se impulsaron importantes reformas institucionales tendientes a alcanzar la igualdad de posibilidades de la mujer. Muchas de ellas fueron promovidas y ejecutadas por la esposa de Cafiero, Ana Goitía, quien postuló que uno de los objetivos fundamentales de su tarea “es el de hacer escuchar las voces de las mujeres y a través del diálogo con ellas, se vayan diseñando las políticas para ir transformando la realidad” (Síntesis Bonaerense 1988: 43).
Ana Goitía impulsó activamente políticas culturales, sociales, productivas y de promoción de los derechos políticos de las mujeres. Para desarrollar su tarea inauguró un despacho en la Casa de Gobierno bonaerense y allí recibió cientos de pedidos. Los visitantes tenían necesidades materiales básicas insatisfechas y además padecían “angustias” y carencias emocionales y la funcionaria remarcó el hecho de que “a veces suelen decirme que este lugar oficia también como confesionario, porque tratamos de escuchar a las personas, atender todas las inquietudes desde lo humano y no meramente desde los administrativo”. En su despacho recibía a individuos, a familias y también a grupos y una vez por semana organizó “audiencias públicas” con colectivos de cincuenta personas promedio (Síntesis Bonaerense 1990: 134).

En su labor en la gobernación trabajó en la implementación de programas de salud, alimentarios, de empleo de mujeres y de reinserción social de jóvenes y de presos, entre otros. De sus diversas iniciativas, se destacó la creación del Consejo Provincial de la Mujer.


1-    El Consejo Provincial de la Mujer
“El único organismo provincial que había para las mujeres era la Dirección de la Mujer, que dependía del Ministerio de Acción Social y a nivel nacional, por otra Dirección dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia del Ministerio de Salud y Acción Social”. Consejo Provincial de la Mujer (1991: 24).

Durante la campaña las mujeres de la Renovación implementaron más de cien talleres en diversos distritos, hicieron un masivo acto el 28 de junio de 1987 y como resultado de la labor elevaron un documento con propuestas a los miembros del CEPARJ (Mujeres Bonaerenses 1991: 17-18). La iniciativa del Consejo Provincial de la Mujer integró la plataforma electoral de la Renovación Justicialista[2]. Con este antecedente y a poco de iniciarse su gobierno, Antonio Cafiero se reunió con un grupo de mujeres y delineó las bases del Consejo que fue creado por el Decreto 17/87.  
El flamante organismo surgió reconociendo que “En el mundo, las mujeres constituyen el 50 porciento de la población y realizan un tercio de los trabajos que se cumplen. La peculiaridad reside en que por ellos sólo reciben el 10 porciento de los ingresos que corresponden a remuneraciones por trabajo. Esto revela el predominio de una cultura machista” (Síntesis Bonaerense 1988: 43).
La institución dependía de la Gobernación y se constituyó con una Secretaría Ejecutiva[3], un Consejo Ejecutivo[4], con un Consejo Consultivo[5] y con nueve miembros designados por el Poder Ejecutivo. Un representante rotativo del Consejo participaba de la reunión del Gabinete Provincial (Síntesis Bonaerense 1990: 134). El Decreto 17/87 estableció que la misión del Consejo era la de:
a) Proponer políticas globales que atiendan el conjunto de los problemas de la Mujer, incluyendo las reformas normativas y la formulación de programas administrativos.
b) Promover formas de participación igualitaria de las mujeres en la sociedad.
c) Promover el cumplimiento de la Convención contra toda forma de discriminación de la Mujer de las Naciones Unidas, ratificada por Ley Nacional y proponer los anteproyectos de adecuación de la Legislación Provincial a las previsiones de dicha Convención.

Entre sus fines más destacados estuvieron los de promover el protagonismo femenino en “todos los aspectos propios de la vida provincial” y “plantear los problemas y posibles soluciones, que enfrentan las mujeres bonaerenses”. El Consejo tenía entre sus potestades diagramar políticas sectoriales y elaborar diagnósticos[6] sobre la situación de la mujer. El organismo desarrolló tareas en conjunto con todos los niveles del gobierno provincial y firmó convenios con diversas instituciones no gubernamentales. En cuatro años el organismo visitó 60 municipalidades y se inauguraron estructuras institucionales para las mujeres[7] en alrededor de cuarenta localidades de la Provincia. No se organizaron delegaciones del Consejo ya que se buscó respetar la “autonomía comunal y la voluntad de las mujeres” (Mujeres Bonaerenses 1991: 51-52).
La institución se abocó activamente a recuperar “el protagonismo femenino” y a erradicar “la discriminación” y el área de prensa de la gobernación destacó que “el Consejo discute junto a las mujeres la mejor implementación y la mejor forma de adecuar sus políticas a las situaciones especificas” (Síntesis Bonaerense 1988: 42) (Síntesis Bonaerense 1990: 155).
A continuación vamos a describir algunas de las acciones implementadas por el Consejo Provincial de la Mujer.

Comisarías de la Mujer y Centros de Prevención de la violencia
“Las comisarías de la Mujer y los Centros de Prevención fueron ideados para un mismo objetivo prioritario: contener, brindar afecto, orientar, mediar, dar respuesta que fortalezcan a la mujer que es víctima de la violencia”. Consejo Provincial de la Mujer (1991: 73)

La propuesta de crear las Comisarias surgió en el marco del programa de Prevención de la Violencia contra la Mujer.  Hubo un antecedente en la provincia de Buenos Aires en el año 1947 y recién luego de cuarenta años la iniciativa era retomada (Mujeres Bonaerenses 1991: 67). La primera se inauguró en la localidad de La Plata[8] el día 15 de julio[9] del año 1988 y su finalidad fue la de atender denuncias sobre delitos domésticos o callejeros, abusos o violaciones contra las mujeres. Resultado de su labor, las bonaerenses tenían que abandonar “el temor a acercarse a la autoridad policial, bajo la sospecha de que la seguridad se encuentra al servicio sólo de los hombres”.
La responsable del Programa de Prevención de la Violencia, Inés Williams, mencionó que “durante largo tiempo la sociedad mantuvo oculta las prácticas violentas que ocurrían en muchos hogares (…) El fortalecimiento de la autoestima femenina y la creación de espacios específicos para las mujeres permitieron reconocer los problemas de injusticia que sufren algunas mujeres derivados de su condición femenina (…) El Consejo de la Mujer tiene incorporado el valor de la Justicia Social sin discriminación para nadie, ha dado respuesta pionera para eliminar toda forma de violencia contra la mujer (…) la misión de estas Comisarias de la Mujer es la de brindar asesoramiento legal, apoyo moral, recepción de denuncias y seguimiento. Son Comisarias atendidas por mujeres policías especializadas para atender los casos de violencias contra la mujer” (Síntesis Bonaerense 1989: 142).
Para permitir el ingreso del personal femenino se modificaron artículos de la Ley de Policía. Las agentes recibían denuncias las 24 horas y fueron capacitadas por el Consejo (Síntesis Bonaerense 1988: 43) (Williams I., Messuti M. y Any Cafiero 2017).

En paralelo a la creación de Comisarías se inauguraron los Centros de Prevención de la Violencia y funcionaban en 14 localidades, por intermedio de convenios con Municipalidades y organizaciones no gubernamentales (Mujeres Bonaerenses 1991: 68).

Primeras Jornadas Provinciales “Mujeres que trabajan”
El encuentro se implementó en la Ciudad de Mar Del Plata los días 3, 4 y 5 de diciembre del año 1988 y participaron más de 2000 mujeres (Mujeres Bonaerenses 1991: 45). Intervino en su organización el área de trabajo de la Provincia y la Confederación General del Trabajo representada por su secretario general Saúl Ubaldini. Entre otros temas, se abordaron aspectos de la ley de Asociaciones Sindicales, cuestiones de medios de comunicación y se puso en debate la situación laboral femenina en América Latina.
Antonio Cafiero participó de las jornadas y en su discurso destacó que desde la gestión impulsaría “jardines maternales” tendiendo a que la “igualdad con el hombre no sea mera retorica sino un hecho efectivo en la vida del trabajo y para ello, tiene un enorme argumento para esgrimir porque el trabajo de la mujer no es solo el que se ve sino aquel otro que realiza en su hogar y que le insume 10 o 12 horas diarias” (Síntesis Bonaerense 1988: 43).

Construcción de Jardines Maternales y Guarderías
El Consejo Provincial impulsó la construcción de jardines y formó una comisión especial para elaborar la iniciativa. Con esta meta, firmó un convenio con la Confederación General del Trabajo y elaboró un proyecto de le retomando la norma nacional del año 1975 (no reglamentada) (Mujeres Bonaerenses 1991: 139) (Síntesis Bonaerense 1989: 21).

Programa “Mujer y Empleo” del Banco Provincia
El Consejo Provincial de la Mujer y el Instituto Provincial de Empleo (IPE) trabajaron con la entidad financiera bonaerense para impulsar programas especiales de apoyo de a cooperativas y asociaciones de trabajo femenino (Mujeres Bonaerenses 1991: 120).
Los préstamos se organizaron a partir de un esquema solidario, en el cual la garantía eran otras mujeres que ingresaban en un sistema rotativo. Cuando de cancelaba el préstamo, era tomado por otra beneficiaria. Resultado de esta metodología, hubo una tasa de recobro superior al 90% (Entrevista a Ana Cafiero). 
En el año 1990 se organizó una Feria Artesanal de mujeres en la ciudad de Mar del Plata con la intervención de 60 grupos de diversos lugares de la provincia (Mujeres Bonaerenses 1991: 122).
Ana Goitía mencionó que se “gestaron numerosos emprendimientos micro productivos como hornos de pan, tareas artesanales, grajas, confección de ropa y tejido, etc., administrado y llevado adelante por las mujeres bonaerenses” (Síntesis Bonaerense 1990: 46 y 134).

Primeras jornadas de Trabajadoras del Servicios Doméstico
En el mes de abril del año 1990 se organizó el primer encuentro y participaron 350 mujeres. Luego de diversas discusiones, consideraron que era prioritario para el sector proponer al Gobernador una reglamentación de la escala salarial y mejorar la atención médica.
Resultado de las jornadas, la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia impulsó la incorporación de las trabajadoras al Instituto de Obra Médico Asistencial (Síntesis Bonaerense 1990: 155) (Mujeres Bonaerenses 1991: 118).

Conmemoración del Día internacional de la Mujer (8 marzo) y del Natalicio de Eva Perón (7 mayo)
Por primera vez en la historia de la Provincia, en marzo del año 1988 Cafiero encabezó la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. En el año 1989 el Consejo realizó una nueva jornada de evocación. La multitudinaria actividad se realizó en la Plaza San Martín de la Localidad de La Plata. El encuentro se difundió en la prensa y su convocatoria incluyó a todas las asociaciones de mujeres vinculadas a “talleres productivos”,organizaciones que brinden servicios”, a los grupos de “actividades comunitarias”, a instituciones “religiosas”, equipos de “participación socio-política” y a “otros grupos que respondan a la realidad local de los municipios” (Síntesis Bonaerense 1989: 49).
En el festejo del año 1991 se presentó instauró el “Premio Mujeres Bonaerenses” y se presentó el proyecto de ley de creación del Consejo, que luego fue sancionado por la legislatura con el número 11.097/91 (Entrevista a Ana Cafiero).
Todos los días 7 de mayo se organizó una movilización provincial a la localidad de Los Toldos celebrando el natalicio de Eva Perón. Concurrían a la casa de la ex primera dama unas 5000 mujeres (Mujeres Bonaerenses 1991: 132).  

Centros de Información y Asesoramiento para la Mujer (CIAM)
Funcionaron de manera itinerante en las delegaciones de Acción Social y en los Municipios. Brindaban asesoramiento jurídico y servicios sociales. Disponían de una biblioteca y de una base de datos (Síntesis Bonaerense 1990: 156) (Mujeres Bonaerenses 1991: 91).

Programas de Salud y de Educación  
En el año 1988 se organizaron las jornadas Regionales de Mujer y Salud en Tres de febrero, Mar Del Plata y Berazategui (Mujeres Bonaerenses 1991: 45).
Durante la gobernación se efectuaron jornadas y talleres de prevención de la salud, de “salud y ambiente”, “Postas de la Salud” de prevención del colera y se conformaron grupos de autoayuda para familias con niños discapacitados. Se implementaron talleres sobre estereotipos sexuales en la práctica docente (Síntesis Bonaerense 1990: 156-157) (Mujeres Bonaerenses 1991: 100-105).

En octubre de 1991 se inició una campaña sobre sexualidad, SIDA y drogodependencia (Mujeres Bonaerenses 1991: 89).

Tercer Encuentro Provincial de Prevención de la Violencia Familiar
El Encuentro se realizó en la Casa de Gobierno el día 30 de noviembre del año 1990.

Comedores sociales
Debido a la crisis económica y a la hiperinflación del año 1989, el Consejo Provincial de la Mujer implementó programas de emergencia alimentaria. Ana Goitía se refirió a estas acciones y destacó que “Es realmente lacerante la situación que estamos viviendo en el orden socioeconómico. Es dramático. Nosotros, desde el gobierno del pueblo de la Provincia de Buenos Aires tratamos de responder a eso, sobre todo en lo que atañe al hambre de los niños y a la muerte de los niños, que es lo que más nos duelen. Esto también es lo que más les dolería a nuestros maestros políticos que fueron nuestros líderes Perón y Eva. Hemos implementado los comedores sociales, un anticipo de los comedores escolares, que a diferencia de éstos no solamente atienden a los niños de 0 a 5 años, sino también a sus madres. Y la alimentación se les da de lunes a lunes” (Síntesis Bonaerense 1989: 57).
En su óptica, la asistencia social tenía que ser transitoria y se debía avanzar conjuntamente con las familias, en una verdadera inserción laboral efectiva. Goitía mencionó que “es también nuestra obligación hablarles, explicarles que son situaciones alternativas y que estamos paralelamente trabajado para que ese jefe de familia, a través de su esfuerzo lleve el pan a su hogar” (Síntesis Bonaerense 1990: 136).

Programa radial “Mujeres Trabajando”
El programa se emitió por Radio Provincia y fue conducido por Any Ventura y Marta Merkin.
El Consejo promovió que el noticiero Síntesis Bonaerenses introduzca las notas y agendas de las mujeres (Mujeres Bonaerenses 1991: 131 y 141).

Comisión de Reforma Constitucional
El Consejo Provincial de la Mujer impulsó consultas distritales para elaborar propuestas para la Reforma Constitucional convocada por Antonio Cafiero. Las participantes recomendaron “la igualdad de todas las personas (…) el derecho a la maternidad elegida y a una paternidad responsable (…) la plena igualdad de los integrantes de la unidad familiar (...) el derecho a igual remuneración (Mujeres Bonaerenses 1991: 136-138).
El 14 de septiembre del año 1989 los integrantes del Consejo se reunieron con los diversos bloques legislativos y propusieron incluir los derechos de la mujer en la nueva Carta Magna bonaerense. Si bien la reforma de la Constitución fue rechazada por un plebiscito, en el artículo 24 del proyecto se incluyó que en cuestiones de condiciones de trabajo se “otorga una especial protección a la mujer”. En el artículo 28 de la iniciativa el Estado provincial se comprometía a “proteger en lo material y moral la maternidad”.

2-    Programas sociales impulsados por Ana Goitia
Prefiero trabajar desde el llano y no desde el poder y para ayudar no son indispensables los cargos, sino la iniciativa, el fervor, las ganas de hacer”. Ana Goitía (Síntesis Bonaerense 1988: 41).

“Mi intención era continuar con esa lucha que comencé en mi juventud no sólo para ayudar a los pobres, sino también fundamentalmente para desarrollar tareas íntimamente ligadas a la justicia social”. Ana Goitía (Síntesis Bonaerense 1990: 134).

Programa Olmos
El gobierno bonaerense promovió actividades en 22 unidades carcelarias aplicando una perspectiva humanista que reconocía el derecho a la dignidad de los reclusos y que se propuso facilitar su futura reinserción social.
Ana Goitía mencionó que el Programa Olmos “vio sus primeros esbozos el 25 de diciembre de 1987, cuando se produce un motín en la cárcel de Olmos. Fue una situación dramática que nos llamó a la reflexión. De allí surgieron como conclusiones que a pesar de que Olmos estaba construido para albergar alrededor de 1600 almas existían una población de más de tres mil (…) consideramos que era prioritario establecer contacto más fluidos con ellos y acercarles realmente posibilidades (…) allí conformamos una cooperadora” (Síntesis Bonaerense 1990: 135).
El Programa efectuó las Jornadas de Trabajos Solidarios en el penal de Olmos y los reclusos construyeron varios pabellones. La propuesta dispuso de aportes de empresarios y del personal de los talleres de diversas unidades carcelarias (Síntesis Bonaerense 1989: 19).

Recreación Carcelaria
Ana Goitía impulsó competencias deportivas y certámenes literarios en 19 Unidades Carcelarias y destacó que “por medio de la escritura conseguimos también nuestro máximos propósito, revalorizar al interno como ser humano” (Síntesis Bonaerense 1989: 83 y 173).
Los internos del Penal de Olmos desarrollaron su propia emisora de radio, a la que concurrió al estudio la esposa del gobernador (Síntesis Bonaerense 1989: 19).
Con la finalidad de mantener unida la familia, se implementaron visitas a los reclusos que tuvieron derecho a la intimidad (Entrevista a Ana Cafiero).  

Plan Piloto Albergue Granja y programa de viviendas para jefas de hogar
La propuesta Albergue Granja tuvo como objetivo otorgar una vivienda permanente a los operarios tutelados de institutos de menores provinciales. Buscó tender a la efectiva inserción laboral de los adolescentes discapacitados (Síntesis Bonaerense 1988: 41).
El Consejo alcanzó un acuerdo con el FONAVI para asignar un cupo de viviendas para mujeres jefas de hogar solteras.

Talleres Protegidos
El Ministerio de Acción Social y el equipo de trabajo de Ana Gotía implementaron políticas para la discapacidad y apoyaron proyectos autogestionarios y cooperativos. Los Talleres fueron acompañados por el Estado al modo de una “pequeña empresa autofinanciable”.
La gobernación mencionó que los Talleres protegidos se “integran en un sistema laboral a los jóvenes o adultos discapacitados que egresaron de escuelas de formación profesional para ganarse el propio sustento en merito a su capacidad y esfuerzo”.
Se firmaron distintos convenios con setenta organizaciones y la gobernación les otorgó becas y una parte del salario de los trabajadores y el resto de los recursos fue aportado por la institución “considerando que el rendimiento laboral de los discapacitados corresponde al 70% de la posibilidades de un trabajador convencional” (Síntesis Bonaerense 1990: 142).


Bibliografía citada
Bases para el Plan Trienal Justicialista (S/F), CEPARJ, Buenos Aires.
Mujeres Bonaerenses (1991), Consejo Provincial de la Mujer.
Síntesis Bonaerense N º 1 (1988) Anuario del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Síntesis Bonaerense N º 2 (1988) Anuario del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Síntesis Bonaerense N º 3 (1990) Anuario del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Sintesis Bonaerense N 6 (1988) La provincia Construye, Prensa y difusión de la Gobernación.
Williams I., Messuti M. y Any Cafiero (2017) Consejo Provincial de la Mujer, Homenaje Antonio Cafiero a 30 años de Gobierno.
Entrevista a Inés Williams, 25 de octubre de 2018.
Entrevista a Ana Cafiero, 26 de octubre de 2018.



[1] El texto es parte del Proyecto de investigación de la UNLa "El peronismo bonaerense entre 1987 y 1999: un estudio de la dinámica política e institucional de las gobernaciones de Antonio Cafiero y de Eduardo Duhalde".
[2] El Decreto 87/91 de creación del Consejo mencionó que de “acuerdo al compromiso asumido al formalizarse la plataforma electoral corresponde jerarquizar la participación de la mujer en la sociedad, dando cumplimiento a la convención referida a toda forma de discriminación contra la mujer de las Naciones Unidas, ratificado por Ley Nacional”.
[3] La Secretaría Ejecutiva estuvo a cargo de María Rosa Álvarez Echague, María E. Messuti de Rubino e Irene González (Entrevista Inés Willians).
[4] El Consejo Ejecutivo se organizó con 14 miembros. Entre los integrantes estuvieron Irene Gonzalez, Ana Cafiero, María Mesutti, Ines Williams, Norma Sanchis, Susana Demaría, María Carmén del Feijó,  Ethel díaz, Yolanda Zurbano, Blanca Kiguel, Leticia Bianculli, Susana Salerno, Susana Salerno, Elisa Schoijet, Clide Chiapara, María Teresa García, Ana Fsce, María Solana, Vicenta Sanchez (Mujeres Bonaerenses 1991: 153).
[5] El Consejo Consultivo se terminó de conformar en marzo del año 1988 y estaba “integrado por 100 mujeres representativas de cada municipio, sectores sociales y partidos políticos” (Williams I., Messuti M. y Ana Cafiero 2017) (Mujeres Bonaerenses 1991: 26).
[6] Atendiendo la falta de información, el Consejo firmó un convenio con la Dirección de Estadística Provincial y editó el volumen “La mujer en cifras” (Mujeres Bonaerenses 1991: 93).
[7]Algunas de las formas fueron los Consejos Municipales, Direcciones de la Mujer, Comisiones de la Mujer, Comisiones de la Mujer en los Consejos Deliberantes y Juntas Promotoras de la Mujer (Mujeres Bonaerenses 1991: 51).
[8] Entre los años 1987 y 1991 se inauguraron las Comisarias de la Mujer en La Plata (1988), Quilmes (1989), Morón (1989), San Isidro (1990), San Martín (1990), Florencio Varela (1991) y Mar Del Plata (1991) (Mujeres Bonaerenses 1991: 75).
[9] La oficial principal a cargo de la primera comisaria de la mujer Graciela Adriana Costilla, destacó que “la respuesta que se percibe es sorprendente (…) hemos recibido gran cantidad de llamados telefónicos, donde las mujeres mismas o sus familiares nos cuentan situaciones que generalmente están relacionadas a la violencia, para pedirnos intervención y asesoramiento” (Síntesis Bonaerense 1988 – Nº 6:15) 

lunes, 12 de noviembre de 2018

El legado de Nelso Farina


Aritz Recalde, noviembre 2018

“Me siento orgulloso de ser nodocente porque la actividad nodocente en una hermosa actividad, es un trabajo muy lindo donde uno sabe que no solamente está trabajando para un patrón particular (…) estamos trabajando para el pueblo (…) para nuestros hijos, para nuestros vecinos, para nuestros compañeros, para los demás trabajadores de la Argentina”. Nelso Farina 
Nelso Farina (1950-2018) fue el dirigente sindical más importante de la historia del sistema universitario argentino. Le dedicó gran parte de su vida a la militancia gremial que inició desde muy joven en la Universidad Nacional de Río Cuarto. En el año 1985 fue consagrado por sus pares como Secretario General de la FATUN. Siendo compañero de militancia de Hugo Moyano, bregó por la unidad de la CGT y por la defensa de los derechos de los trabajadores avasallados por el neoliberalismo de los años noventa. Fue miembro del Consejo Directivo de la CGT y estuvo a cargo de la Secretaría de Políticas Educativas.
Nelso Farina incrementó el poder gremial de la FATUN y construyó además un nuevo sujeto político. Forjó una renovada identidad del trabajador nodocente, caracterizada por una conciencia social y política de sus derechos y por la vocación de participación en la gestión educativa y científica universitaria.     

La unidad de la FATUN
“Los compañeros deben saber que en la unidad va a estar la fuerza, que en la unidad va a estar la defensa segura de nuestras conquistas, de nuestros derechos”. Nelso Farina

“El modelo sindical argentino es un modelo único, es el más avanzado del mundo y la unidad por rama le dio poder (…) darle derecho a los trabajadores es quitarle derecho al poder económico”.  Nelso Farina

Durante su mandato, Farina trabajó consiente y tesoneramente por la unidad de la FATUN, que actualmente aglutina en una sola herramienta sindical a todas las organizaciones de base de las universidades nacionales.
Durante los años cuarenta los trabajadores de las universidades estaban encuadrados en organizaciones nacionales como UPCN o ATE. Luego surgió la FATUN que, a partir de la década del sesenta, estuvo dividida entre los representantes de Buenos Aires y los del interior. En el mes de abril del 1973 se organizó un congreso “preparador”, que generó las condiciones para la unidad forjada el día 26 de noviembre, en la provincia de Tucumán. En ésta histórica jornada Farina fue congresal y siempre consideró a la unidad como un recurso fundamental para garantizar los derechos de los trabajadores. En este sentido sostuvo que “la unidad no se declama, es un trabajo de todos los días, es un trabajo de todos  (…) es un bien que hay que cuidar”.

Los derechos sociales de los trabajadores nodocentes
El principio fundamental de la organización pasa por la solidaridad (…) ser solidario es pensar en el que está al lado como un igual y sentir sus dolores”. Nelso Farina

Farina consideraba que “la dignidad de los trabajadores es innegociable, esa dignidad comenzó a tejerse con los gobiernos del general Perón”. Destacó que durante el gobierno justicialista  por primera vez la dignidad de las personas del pueblo comienza a tomar forma” y “la organización sindical dejaba de ser combatida permanentemente por el Estado (…) Perón incentiva a las organizaciones sindicales y la CGT quintuplica su cantidad de afiliados”.
Inicialmente, la tarea nodocente se inscribió en el marco del Personal de la Administración Pública Nacional hasta que se sancionó un Escalafón propio. Con estos antecedentes y gracias a la acción de Farina y de las organizaciones de base de la FATUN, se sancionó el Decreto 366/06 que, en sus palabras, “representa la dignidad del nodocente en todos sus aspectos y hay que cuidarlo mucho (…) es un convenio muy moderno, muy actualizado (...) léanlo todos los días, todo el tiempo que puedan”.
Durante su gestión en el sindicato se edificaron sedes administrativas, se creó la obra social (OSFATUN) y se construyeron hoteles para los afiliados y sus familias. La FATUN apostó a la capacitación y en diversas universidades se abrieron diplomaturas, tecnicaturas y ámbitos de formación técnica, política y profesional para el nodocente.

La conciencia política de los trabajadores nodocentes
“Los sindicatos no valen por la cantidad de afiliados, sino por la calidad de afiliados y dirigentes que tienen”. Nelso Farina

Farina fue un activo promotor de la conciencia política de los trabajadores nodocentes y promovió su efectivo derecho a intervenir en el gobierno universitario. Su labor no fue simple en una institución elitista, que desde su origen impidió que los trabajadores estudien y que cercenó su participación en las decisiones.
En el año 1974 se sancionó una nueva ley universitaria que incluyó la participación de los nodocentes en el cogobierno, cuestión que fue interrumpida por la dictadura de 1976. Farina consideró que uno de sus grandes logros en la FATUN, fue que en el año 1985 se recuperó ese derecho haciendo concreto “aquel mandato histórico de nuestros antecesores”.

La universidad para el pueblo y la nación
“Queremos una universidad libre, gratuita, cogobernada, pero fundamentalmente al servicio del pueblo, una universidad que no investiga cualquier cosa, que trae los problemas y los resuelve y se los devuelve al pueblo como solución. Esa universidad es con la que soñamos”. Nelso Farina 

Nelso Farina consideró que debía construirse una institución al servicio de la comunidad nacional y de sus habitantes y mencionó que “hemos aprendido que la comunidad universitaria no es dueña de la universidad”. En su ideario, “la universidad sirve si la universidad es del pueblo, si interpreta los valores del pueblo”.
Desde su óptica, el nodocente tenía que intervenir en la gestión de las instituciones ejerciendo su tarea con conciencia y con vocación de servicio social y colectivo, manteniendo un dialogo permanente con la comunidad. Destacó que “el cogobierno se cuida con responsabilidad, con propuestas que valgan para la universidad del pueblo (…) vamos a trabajar mucho con las autoridades universitarias, con los docentes, con los alumnos, pero también con la comunidad en general”.
En el año 2012 Farina participó del encuentro de la CGT en la Falda, Córdoba y coordinó la mesa de “Salud, Cultura y Educación”. Como resultado del encuentro se publicó un Documento de 21 Puntos que expresan cabalmente su ideario. Impulsó una educación con “pensamiento crítico y transformador (…) haciendo crecer la interculturalidad, la igualdad, la equidad de género, el nexo entre ciudadanía y democracia, el cuidado y relación armónica con la naturaleza, la eliminación de toda forma de discriminación y la promoción de la justicia social. Solo así la educación será una herramienta social que haga posible el camino hacia una Argentina con justicia y dignidad integrada a la Patria Grande Latinoamericana”. Era necesaria entonces “la articulación progresiva entre la universidad y el resto del sistema educativo con el proyecto productivo y de un genuino desarrollo nacional. Protegiendo el valor humano insustituible de todos aquellos que construyen día a día los espacios educativos: docentes, alumnos, personal no docente y comunidad”.

La organización vence al tiempo
“Nosotros debemos defender lo nuestro cueste lo que cueste (…) costó mucho no solo esfuerzo, sino la sangre de muchos compañeros, cosa que nosotros no vamos a negar ni vamos a desconocer”. Nelso Farina 

Juan Domingo Perón interpretó que los trabajadores conservarían sus derechos  trascendiendo a los hombres si edificaban una organización y adquirían una conciencia social y política para defenderlos. Con ambos pilares, los derechos debían luego institucionalizarse.
Farina legó a las nuevas generaciones una FATUN unificada y una estructura de dirigentes con una identidad nodocente de la que siempre se sintió orgulloso. Con conciencia de clase, destacó que “el laburante es laburante y vamos a terminar nuestra vida como laburantes”. Remarcó que “las instituciones son las que perduran, son las que trascienden” y hoy los trabajadores tienen su Convenio y sus actividades y sus derechos están reconocidos en las universidades nacionales.

Es momento de continuar su legado y no olvidar nunca su mandato político de que la “familia nodocente se mantenga unida, solidaria y organizada”. 


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