jueves, 30 de agosto de 2018

Aritz Recalde: “El desastre del plan económico de CAMBIEMOS es una gran estafa al pueblo argentino”.


En una entrevista con Posición Adelantada, Aritz Recalde, Sociólogo, Doctor en Comunicación y docente de la Universidad de Lanús, reflexiona sobre los factores que incidieron en el ascenso de la alianza CAMBIEMOS al gobierno, las severas consecuencias del modelo económico imperante, los desafíos de la oposición y el escenario político nacional y regional hacia el año 2019.

– Luego de aquel “que se vayan todos”, los sucesos del 19 y 20 de diciembre del  2001 y el corolario caracterizado por las serias consecuencias económicas y sociales para nuestro país, el contexto permitía pensar que un retorno a las políticas neoliberales era, al menos, impensado. ¿Cuál es su análisis sobre ello?
En el año 2015 CAMBIEMOS triunfó en las elecciones presidenciales y en varias provincias que eran controladas hasta ese momento por el peronismo, como fue el caso de Jujuy, Mendoza o Buenos Aires. Si bien en cada distrito o provincia existen particularidades políticas y sociales, se pueden trazar algunos rasgos generales para comprender los resultados.
Por un lado, la situación económica mundial, regional y nacional no era buena en 2015. La caída de los precios de exportación del país, la recesión de Brasil (principal aliado comercial) y el menor crecimiento de China (segundo aliado comercial) indujeron un bajo crecimiento. En el año 2013 se había producido una alta devaluación seguida de inflación, que si bien tendió a estabilizarse hacia el 2015, generó cierto malestar en un sector importante de la población. Este inconveniente fue amplificado por la estructura oligopólica y extranjerizante de los medios de comunicación y por las redes.
El segundo elemento a tener en cuenta en la elección es la pobreza estructural no resuelta. Néstor Kirchner encontró un país quebrado, con la mitad de la población pobre (54%) y con un tercio de los trabajadores desocupados (27%). La recuperación económica y el proceso de sustitución de importaciones generaron casi 5 millones de puestos de trabajo. Pese a eso, sigue sin resolverse la situación de subempleo y marginalidad de millones de compatriotas. En ese marco, el gobierno kirchnerista universalizó la cobertura social con fondos públicos (Asignación Universal, Plan Progresar y masificación de jubilaciones). La decisión fue fundamental y sumamente trascendente en términos históricos. Debido a las dificultades macroeconómicas y políticas los programas sociales dejaron de ser un “piso” de dignidad a mejorar y a superar, para convertirse en un “techo”. En la elección de 2015 el oficialismo no ofreció a los sectores populares un proyecto superador y una esperanza real de mejora de vida. Algunos funcionarios del oficialismo hablaban en campaña de un país idílico, más propio del nivel de consumo de la clase media, que el de las barriadas populares. Éstos últimos legítimamente querían mejorar su vida, conseguir seguridad, una mejor educación, salud o infraestructura para su barrio. El error del votante humilde a Macri no fue su legítimo deseo de querer mejorar, sino suponer que CAMBIEMOS podía garantizarlo.
El tercer elemento es el armado político. CAMBIEMOS es un frente político electoral y un poderoso entramado de poder económico trasnacional. Se subestimó a Mauricio Macri y no se le dio la entidad real que representa: es el principal operador en la región de los intereses de la Embajada norteamericana, del capital financiero y de los CEOS de EUA e Inglaterra. Macri tuvo la virtud de convertirse en el conductor de la oposición al FPV y utilizó en beneficio propio el poder mediático, judicial y económico de los sectores concentrados locales e internacionales.
Por el contrario, desde el año 2011 el FPV se dividió y no consolidó una estrategia de poder coherente para garantizar la sucesión de Cristina Fernández. La muerte de Néstor Kirchner le quitó al espacio un hábil armador político y electoral. En 2013 se intentó crear el “Cristinismo”, que se constituyó con la función de conducir al armado “justicialista” de gobernadores e intendentes y a los aliados iniciales del “kirchnerismo”. El eje del nuevo armado cristinista fueron Unidos y Organizados y las agrupaciones de la juventud de clase media. Los resultados electorales de la nueva estructura política no fueron buenos y se perdieron las elecciones 2013, 2015 y 2017.  En 2015 las divisiones políticas de la provincia de Buenos Aires y la inexistencia de un justicialismo unificado y con agenda propia, facilitaron el ascenso de Vidal y esos votos llevaron a Macri a la presidencia.
El cuarto elemento es cultural. De manera similar al planteo de Perón de La Comunidad Organizada, en la Argentina existe una crisis cultural profunda caracterizada por el individualismo y la falta de sentido de las responsabilidades sociales y públicas de millones de personas. El neoliberalismo es una ideología predominante en un sector importante de la sociedad. Esta ideología se imparte y se reproduce en las instituciones educativas y en los medios de comunicación, construyendo una perspectiva de vida hedonista, consumista e individualista. Muchos argentinos exigen derechos, pero no están dispuestos a reconocer obligaciones para con su comunidad. Este necesario cambio de valores demandará mucho tiempo y eso no se consiguió en una década de gobierno kirchnerista.
De las cuatro variables la que mejor explica la derrota del FPV en 2015 es la incapacidad política de organizar la sucesión presidencial. Lo ocurrido en Argentina no es frecuente en la región y los gobiernos populares que tuvieron la voluntad de triunfar y una conducción decidida a consumar su sucesión, ganaron la elección presidencial como es el caso de Alianza País de Ecuador, el PSUV de Venezuela, el PT de Brasil o el Frente Amplio de Uruguay.  Luego, en cada proceso, se abrieron disputas entre líderes y sectores, pero es innegable que existió una mayor voluntad política en ganar las presidenciales y lograr la sucesión. En 2015 Scioli llegó debilitado a la elección por la acción de sectores del mismo oficialismo.

-En uno de sus artículos planteó que este gobierno es de “descarte social”, ¿cómo se manifiesta?
El “descarte social” es una definición del Papa Francisco y expresa los alcances concretos de la política y de la ideología neoliberal mundial que destruyen la economía real, que le quitan el derecho a trabajar al ser humano y que impiden la vida digna a una parte importante de las familias de los países en desarrollo.
En nuestro país los números hablan por si solos y según un estudio reciente de la UCA el 39, 7% de los menores de 14 años son pobres. Crecen las villas miseria y aumenta la violencia sobre una parte importante de los argentinos “caídos” del país de los CEOS. En nombre de la “racionalidad económica”, se construyen políticas de Estado irracionales que condenan a generaciones enteras al hambre y a la exclusión.
Este modelo descarta al ser humano para garantizar la perversa acumulación de riqueza en pocas manos. En un informe reciente de la UNDAV se destaca que se pagaron $ 5.550 por segundo en concepto de intereses de las LEBACS, solamente en los dos primeros años de CAMBIEMOS. El informe calcula que con esos recursos se podrían haber construido 9.513 escuelas. El esfuerzo y el dolor de los argentinos sirven, solamente, para acrecentar ganancias de los especuladores financieros y de los CEOS extranjeros. El programa de CAMBIEMOS destruye la producción, concentra ganancias, extranjeriza nuestros patrimonio y aumenta inmoralmente la desigualdad social.

– El avasallamiento a los derechos civiles y sociales ha sido desde los primeros días de gobierno de Mauricio Macri una constante ¿Considera que tiene algún tipo de límites? ¿Cuáles podrían ser?
Para poner un límite al neoliberalismo el país requiere de un proyecto de desarrollo nacional. Para poder implementarlo hace falta poder nacional. Se deben fortalecer las organizaciones libres del pueblo que son la base del poder nacional.
Las organizaciones de la producción, el trabajo y la cultura son las estructuras fundamentales del poder nacional. El día que en la Argentina no existan los sindicatos, van a desaparecer gran parte de los derechos civiles y laborales. También será destruida la industria nacional como ocurrió desde 1976: los sindicatos eran la garantía política del modelo de desarrollo industrial. Algunos empresarios no lo comprendieron así y luego de conseguir la clausura del sindicato, el modelo económico de Martínez de Hoz no tuvo oposición y destruyó la economía y la actividad de la PYME local fue remplazada por la de los grupos extranjeros.
Si se debilitan las sociedades de fomento, los clubes, las capillas o los centros culturales, la comunidad no tendrá identidad y el país quedará a merced de los aparatos culturales de la oligarquía trasnacional, que controla los principales contendidos de internet y de la televisión.

El segundo paso es el de construir una herramienta electoral y una estrategia de campaña. En ese marco, si no se rehace el peronismo bonaerense (la provincia alberga casi el 40% de los votos del país) CAMBIEMOS tiene grandes chances de ganar las elecciones presidenciales del 2019. Debería reforzarse el concepto de justicialismo como federación de agrupaciones sindicales, sociales y culturales de base. De esta manera, el partido recuperaría vitalidad y adquiriría una representatividad que está perdiendo hace tiempo.
A nivel nacional sería deseable una oposición unificada por consenso o por intermedio de unas PASO amplias. En mi óptica, el peronismo y el Partido Justicialista podrían ser el centro del armado y luego deberían sumarse a todas las fuerzas en una gran interna. La militancia tiene la obligación de reclamarle este gesto a sus dirigentes. Luego de consumada la elección, el que gana conduce y el que pierde acompaña desde un lugar útil dentro del frente. Para alcanzar esta última condición, hay que consumar una fórmula electoral de distribución de cargos que le de participación a los distintos sectores de las PASO.
– La “pobreza cero”, “La luz al final del tunel” anunciados durante la campaña presidencial del 2015 o “el crecimiento del segundo semestre” nunca llegaron y tal vez no lleguen. Las falacias parecen ser una constante en el relato CAMBIEMOS ¿Cómo lo describiría usted?
Este modelo económico ya se aplicó, con altibajos y matices, desde 1976 al 2001. Terminó en la peor crisis de la historia de la Argentina.  La experiencia de CAMBIEMOS no será la excepción.
Ningún país puede desarrollarse en base a la inversión extranjera, sino que debe antes organizar antes el destino de su ahorro e invertirlo en un Proyecto Nacional. El país no va a tener industria si la actividad más rentable es la especulación financiera, como es el caso de las LEBAC y demás instrumentos de especulación actuales. Es inviable la Argentina si no regula la entrada y salida de divisas y de capitales especulativos y si no se organiza un programa de protección industrial de áreas estratégicas.
Argentina requiere un proyecto político, institucional y productivo regional que fortalezca la unidad de Iberoamérica, como paso necesario y previo para ingresar a un mundo en plena guerra comercial. La destrucción del MERCOSUR y de la UNASUR que impulsa Macri es una decisión contraria al vital interés del empresariado nacional y de los trabajadores argentinos y solamente se explica por el mandato de los EUA.
El desastre del plan económico de CAMBIEMOS (recesión, inflación, fuga de capitales y endeudamiento) podría ser conceptuado de “negligencia” o “errores” de algún funcionario, pero en realidad es una gran estafa al pueblo argentino. En nombre de la “libertad de mercado”, están organizando el vaciamiento nacional y una transferencia gigantesca de recursos a los CEOS. La industria argentina desaparecerá o será adquirida por grupos internacionales. El trabajador perderá aun más derechos.

-Teniendo en cuenta el poder político de los medios concentrados, las operaciones de algunos periodistas afines al gobierno de turno y la censura imperante ¿Es este un desafío para las bases políticas opositoras de repensar otras estrategias de comunicación que contribuyan a una deconstrucción de ese escenario?
La comunicación de CAMBIEMOS se apoya en el inmenso poder del sistema de medios de comunicación  oligopólico y extranjerizante de la Argentina. Macri sancionó el DNU 267/15 y profundizó este rasgo y le dio más poder a un grupo reducido de actores (principalmente Clarín), que ponen en jaque a la democracia. Hoy pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de los periodistas y grupos económicos que ponen a sus representantes y a sus autoridades.
La decisión del gobierno de salir de TELESUR y destruir TELAM forman parte de la estrategia: en su lugar veremos la norteamericana CNN y el Estado importará las noticias de las agencias de las potencias occidentales. Los contenidos de los buscadores de internet y de las redes sociales son direccionados por las corporaciones, principalmente norteamericanas. Están desapareciendo las libertades individuales y un grupo reducido de firmas y factores del poder reúnen toda la información de las personas (ubicación, gustos, orientaciones sexuales, partidarias, etc.-) y la están utilizando comercial y políticamente.
Ese inmenso poder mediático hoy es potenciado por el aparato judicial y por los servicios de inteligencia que construyen el temario y la agenda de la TV, diarios, portales y radios. Con la información reunida montan causas que son publicitadas masivamente y extorsionan a políticos y a sindicalistas.
En este escenario, CAMBIEMOS seguirá teniendo mayor poder de comunicación en TV, portales y radios. La oposición deberá maximizar la tarea de la organización popular para marcar agenda y comunicar su mensaje de cara al 2019. El intento de la oposición de copiar el modelo de comunicación de CAMBIEMOS no le dio resultados a Scioli en 2015 y tampoco a Cristina en 2017.  Posiblemente, antes de comunicar, hay que tener un frente político opositor sólido y saber qué se quiere hacer con el país para enviar un mensaje claro al electorado.
En el mediano y largo plazo, la Argentina e Iberoamérica tienen un serio problema por la forma actual que adquiere la distribución de información en la prensa e internet. Se deben regular los medios de comunicación con la finalidad de garantizar la libertad de expresión, la pluralidad de voces y la identidad nacional. El actual sistema de medios debilita la democracia de partidos. Además, oficia como un ordenador del consumo y el comercio e impide la planificación económica y el desarrollo de la producción nacional.

 – ¿Cuál es la perspectiva sobre la coyuntura política, económica y social que vislumbra para el 2019, en nuestro país principalmente y a nivel regional?
El 2019 nos encontrará unidos o dominados. La oposición debe ser consciente de esa histórica responsabilidad que encarna.
En la región se consolidaron programas nacionales y populares como es Bolivia o el Uruguay del Frente Amplio. Otras experiencias están en crisis, como ocurre con el sandinismo en Nicaragua y el chavismo en Venezuela. En ambos casos, no se puede aventurar una pronta resolución. El ascenso en México de un gobierno de orientación popular es una buena noticia, pero hay que ver qué ocurre cuando tome el mando del Estado y ver los márgenes de acción que tiene MORENA de López Obrador.
Para la Argentina y Sudamérica en general, el gran interrogante es la elección presidencial en Brasil.  La destrucción del PT es parte de un programa de recomposición del poder norteamericano. El Brasil de Lula estaba consolidándose como potencia sudamericana y apostaba a conformar los BRICS reformulando la geopolítica regional. El frente opositor al PT y al empresariado industrial nacional de ese país tiene poder mediático, judicial y financiero. El golpe institucional contra la ex presidenta Rousseff careció de legitimidad y es de dudosa legalidad. La detención de Lula denota la falta de imparcialidad y el alarmante partidismo judicial que construye causas por mandato de las potencias extranjeras y de la oligarquía brasileña. La estrategia de “lucha contra la corrupción” inaugurada en la causa de Odebrecht, no terminará con la corrupción en el país, sino que culminará con el proyecto de Brasil potencia industrial. Las empresas del país serán adquiridas por CEOS extranjeros y Sudamérica permanecerá definitivamente bajo la egida norteamericana.


Por Andrea Rivas

jueves, 23 de agosto de 2018

¿Políticas de Estado o de gobierno en las universidades?


Aritz Recalde - agosto 2018

Uno de los grandes inconvenientes que atraviesa el país es la incapacidad de la dirigencia partidaria de continuar las acciones de sus predecesores y de consolidar Políticas de Estado en el mediano y en el largo plazo. Resultado de eso, Argentina atraviesa permanentes ciclos institucionales de construcción y de destrucción, de avance y de retroceso de programas y de acciones de gobierno realizadas con el esfuerzo y con los recursos de todos los argentinos.
El problema surge por el hecho de que el país arrastra una disputa de proyectos de desarrollo enfrentados y que hay divergencias de intereses locales e internacionales y entre grupos internos de poder de clase o de facción. Asimismo, buena parte de la dirigencia partidaria carece de visión estratégica, de vocación nacionalista y de patriotismo y se comporta como una clase que hace de la función pública un negocio. Los cargos de legislador o ejecutivos se utilizan al modo de franquicia y se venden al poder de turno y los partidos se comportan ambivalentemente y carecen de doctrina y de programa. Los mismos dirigentes que ayer fueron nacionalistas o desarrollistas, hoy son neoliberales y sin presentar demasiadas contradicciones estatizan y al poco tiempo privatizan las mismas empresas públicas, hacen leyes y regulaciones y luego las derogan justificando posiciones contrarias.
La política educativa padece el mismo mal argentino y CAMBIEMOS está desandando las medidas del gobierno anterior en nombre de la “pesada herencia”. La crisis universitaria que están generando fue exteriorizada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que le manifestó oficialmente al Jefe de Gabinete de La Nación la necesidad de resolver la paritaria salarial y de retomar los planes de infraestructura vigentes y proyectados. En paralelo, los sindicatos docentes y nodocentes efectuaron paros, movilizaciones y se están implementando diversas protestas de las comunidades académicas como fueron los abrazos a las universidad Arturo Jauretche, La Plata o Quilmes, entre otras. 
Para justificar los desafortunados ajustes y la falta de programación científica y académica CAMBIEMOS distribuye los eslogan acerca de que hay una “pesada herencia”, que existen “muchas universidades” o de que los “pobres no estudian”.

LAS POLÍTICAS DE ESTADO UNIVERSITARIAS
La noción de “pesada herencia” debería ser erradicada definitivamente del lenguaje político ya que no explica nada. La política científica, de investigación o docente de una universidad se construye en décadas y no en años y su efectiva consolidación no depende de ningún gobierno particular, sino de varios. Las acciones de ciencia y de tecnología son por definición siempre de mediano y de largo plazo y lo lógico sería que la actual gestión consolide lo iniciado y que mejore o corrija lo que considera perfectible. Lo que no debería hacer es destruir y caracterizar fácilmente un complejo proceso de inversión educativa, que por definición, demandará mucho tiempo y recursos.
El planteo de CAMBIEMOS es anticientífico y para poder evaluar efectivamente una universidad primero hay que consolidarla. Ese tipo de razonamiento es desafortunado y permitió que en el año 1955 se cierre la Universidad Obrera Nacional meramente por considerarla “peronista” (luego fue reinaugurada como UTN). Tal sistema mental es peligroso y por ejemplo, ¿en nombre de la “pesada herencia militar” el gobierno democrático de 1973 debió haber cerrado las universidades de Rosario o de Jujuy del Plan Taquini?; ¿en el año 2003 Néstor Kirchner tenía que clausurar las instituciones nacionales de Tres de Febrero, Matanza o Quilmes por haber sido inauguradas en el ciclo neoliberal de Menem?. Por suerte para la ciencia y para el conjunto de los argentinos, a nadie se le ocurrió cometer semejante desatino.

¿HAY MUCHAS UNIVERSIDADES?

Periodos de mayor apertura de universidades públicas en la historia Argentina
Periodo
Apertura de universidades
1968 a 1973 / Plan Taquini
14
1989 a 2003 / Menem a Duhalde
13
2003 a 2015 / kirchnerismo (Ver Anexo)
19

La mención a que se crearon muchas universidades carece de seriedad por diversas cuestiones. Por un lado, el país podría tender a crear universidades federales más pequeñas que la UBA o la UNLP y descentralizar esas unidades académicas como propuso Alberto Taquini en los años sesenta. Esta decisión supondría la proliferación de diversas instituciones en las provincias y no su clausura como postula CAMBIEMOS.
Por otro lado, en un mundo en plena guerra comercial la economía Argentina tiene el gran desafío de aumentar la inversión científica para elevar las cadenas de valor y ser competitiva. Si nuestro objetivo es parecernos a las potencias capitalistas como postula CAMBIEMOS, deberíamos imitar su decisión de destinar una mayor inversión científica y tecnológica.
Lamentablemente y a contramano de lo ocurrido en la década anterior, están reduciendo las partidas presupuestarias del CONICET y de otros entes estatales vinculados a la actividad.

¿Pesada herencia del CONICET?
Año
2003
2013
Investigadores
3.804
7.194
Técnicos
2.378
2.312
Becarios
2.221
8.553

El planteo de que se crearon muchas universidad atrasa décadas y es más una muletilla publicitaria que un diagnostico o una propuesta real para el sistema de educación superior. La decisión actual de desandar lo actuado en el MINCYT, el INTA, el INTI o la CONEA y las demás instituciones científicas, genera un serio perjuicio al desarrollo nacional y profundiza nuestra condición de economía subdesarrollada y dependiente.

¿LOS POBRES NO ESTUDIAN?
CAMBIEMOS redujo año tras año la cantidad de becas universitarias y sub-ejecutó los programas sociales. Los aumentos del transporte y de los insumos universitarios (libros, fotocopias y tecnología) tampoco están ayudando a los estudiantes a culminar su formación.  
Algunos funcionarios justifican la decisión de recortar los fondos en nombre de la “equidad”. La Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires declaró que los humildes no estudian en la universidad y que sería necesario por eso reorientar la inversión a los ciclos primarios y al secundario.

Desde el año 1949 la universidad argentina es gratuita. Durante las décadas del setenta y noventa se inauguraron instituciones en distritos de escasa tradición académica y de bajos recursos y eso permitió incluir en las aulas a nuevos actores sociales. Esta última tendencia fue profundizada desde el año 2003, periodo en que además aumentaron exponencialmente las becas.


Becados por año y programa

2002
2006
2010
2013
PNBU - Cantidad de becados
2453

6259
15.021
16.669
Becas Bicentenario - Cantidad de becados

--

--
34.370
28.644
                         
A diferencia del planteo de María Eugenia Vidal, los datos muestran que muchos jóvenes de primera generación universitaria están ingresando a las aulas. Asimismo, las nuevas instituciones tienen importantes tasas de crecimiento y eso se ve favorecido por estar radicadas muchas de ellas en localidades de alta densidad poblacional.  
Lo que sí es real es que sigue existiendo una alta deserción y que hay alumnos con diferentes niveles de educación previa. En estos casos, en lugar de desfinanciar el sistema de educación superior y de buscar culpables, no ¿deberían implementarse medidas de apoyo y de fortalecimiento académico y social a estos estudiantes y sus familias?.

CAMBIEMOS y el conjunto de las fuerzas partidarias deberían convencerse de que la Argentina requiere políticas de Estado de educación, ciencia y tecnología.


ANEXO - CREACIÓN DE UNIVERSIDADES 2002 - 2015
Años 2002/3
Universidad Nacional de Chilecito, Ley Nº 25.813/03 (decreto del 2002).
Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, Ley Nº 25.824/3 (decreto del 2002).

Años 2003 - 2015
Universidad Nacional del Chaco Austral, Ley 26.335/07.
Universidad Nacional de Río Negro, Ley 26.330/07.
Universidad Nacional Arturo Jauretche, Ley Nº 26.576/09.
Universidad Nacional de Avellaneda, Ley Nº 26.543/09.
Universidad Nacional de José Clemente Paz, Ley Nº 26.577/09.
Universidad Nacional de Moreno, Ley Nº 26.575/09.
Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Ley Nº 26.559/09.
Universidad Nacional de Villa Mercedes, Ley Nº 26.542/2009.
Universidad Nacional del Oeste, Ley Nº 26.544/09.
Universidad Nacional de Hurlingham, Ley 27.016/14.
Universidad Nacional de las Artes, Ley 26.997/14.
Universidad Nacional de los Comechingones, Ley. 26.998/14.
Universidad Nacional de Rafaela, Ley. 27.062/14.
Universidad de la Defensa Nacional, Ley 27.015/14.
Universidad Nacional Alto Uruguay, Ley 27.074/14.
Universidad Nacional de San Antonio de Areco, Ley 27.213/15.
Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz, Ley 27.212/15.
Universidad Nacional Guillermo Brown, Ley 27193/15
Universidad Pedagógica Nacional, Ley 27194/15

Creación de institutos universitarios 2002 - 2015
Instituto Universitario de Seguridad Marítima, Ley 26286/07
Instituto Universitario de Gendarmería Nacional, Ley 26.286/07
Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo, Ley N° 26.995/14

Instituciones provinciales 2002 - 2015
Universidad Pedagógica de la Provincia de Buenos Aires (2014)
Universidad Provincial del Sudoeste (2014)
Universidad Provincial de Córdoba (2015)
Universidad Provincial de Ezeiza (2015)
Instituto Universitario Patagónico de las Artes (2015)


lunes, 13 de agosto de 2018

El concepto de Comunidad Organizada en Juan Domingo Perón


Aritz Recalde, agosto 2018  
 “La comunidad organizada debe conformarse a través de una conducción centralizada en el nivel superior del gobierno, donde nadie discute otro derecho que el de sacrificarse por el pueblo; una ejecución descentralizada y un pueblo libremente organizado en la forma que resulte más conveniente a los fines perseguidos”.
Juan D. Perón, 1974

El concepto de Comunidad Organizada fue desarrollado por Juan Perón en el año 1949. Asimismo, la noción aparece mencionada por el mandatario en otras oportunidades y ocupó un lugar importante en su libro Modelo Argentino para el Proyecto Nacional del año 1974.
En una gran síntesis, la noción de Comunidad Organizada está fundada sobre tres ideas fuerza:
Primero: la República Argentina debe edificar un nuevo proyecto de civilización alternativo al capitalismo liberal. La Comunidad Organizada es un programa de democracia social, participativa y humanista que reconoce y que garantiza los derechos de las personas y que establece una clara conciencia de sus obligaciones. El individuo solamente se realizará en una Comunidad liberada y su destino estará directamente ligado al del conjunto de la colectividad.
Segundo: La Comunidad Organizada es una democracia participativa y está edificada en torno a la acción de las organizaciones libres de pueblo. El sujeto político de la Revolución Justicialista es el pueblo organizado autónomamente y no el individuo egoísta (liberal) o el Estado colectivista (comunista).  
Tercero: en el plano geopolítico mundial, la Comunidad Organizada es un proyecto de civilización alternativo al individualismo capitalista y al colectivismo soviético. Ambos sistemas fracasaron y producto de ello la humanidad está inmersa en una crisis política, económica, social y moral profunda.


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Aritz Recalde: “El peronismo tiene que darle un nuevo mito movilizador a la militancia"

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