Aritz
Recalde, septiembre 2019
“Queremos un Estado de Justicia. Ese es el
ideal que desea alcanzar el gobierno bonaerense, porque cuando los hombres no
sólo sean libres por sus expresiones sociales y políticas, sino cuando sean
libres de sus necesidades básicas insatisfechas, cuando sean libres de la
pobreza, de la marginación, de la presión social, cuando esas libertades se
logren, podremos decir que se ha llegado al Estado de Justicia, de la mano del
Estado de Derecho”. Antonio
Cafiero
“Los fundamentos filosóficos que orientan la
política sanitaria son el producto de una ideología cuyo objetivo central es la
justicia social, y en parte representan una versión actualizada de los
principios doctrinarios de la llamada “sanidad justicialista”, concebida y
ejecutada hace casi 50 años por el Dr. Ramón Carrillo, Primer Ministerio de
Salud Pública argentino y pionero de la Medicina Social”. Ministerio de Salud bonaerense, año 1991
Las propuestas de la campaña electoral del año 1987
“La Provincia deberá duplicar su capacidad
hospitalaria instalada en el próximo quinquenio. Sin embargo, la verdadera
revolución justicialista en el campo de la salud, no deberá producirse ahora,
como en 1945, en la ampliación de las instalaciones sanitarias fijas, sino en
la atención de la salud ambulatoria con una concepción preventiva asistencial
de atención progresiva de la salud, realizada por el equipo de salud familiar”. Centro de Estudios para la Renovación
Justicialista
En las Bases para el Plan Trienal Justicialista los equipos técnicos
nucleados en el Centro de Estudios para la Renovación Justicialista (CEPARJ), puntualizaron
que “la salud es un derecho esencial con
la condición de bien social y por lo tanto ajeno a las condiciones de lucro y
especulación de la economía de mercado” (CEPARJ 1986: 7). A partir de este
concepto, incluyeron a la salud como un componente central de la justicia
social y consideraron que el Estado tenía que garantizar su pleno derecho a
todos los bonaerenses. Promovieron una gestión descentralizada, participativa y
articulada entre los distintos niveles del sector público, social y privado.
Las Bases incluyeron una iniciativa de “Programa Provincial de Atención Ambulatoria y Domiciliaria de la Salud”
y propugnaron la transformación del Ministerio de Salud en el Ministerio de
Salud y Acción Social.
El Instituto de Obra Médico
Asistencial (IOMA) sería “gobernado por
sus afiliados de acuerdo con las formas y condiciones de las organizaciones
gremiales involucradas convengan oportunamente”. Se crearía el IOMA para “Trabajadores
Autónomos”. El Instituto sería regionalizado y proponían sancionar un Vademécum
Terapéutico Provincial (CEPARJ 1986: 8 y 13).
El CEPARJ planteó que las obras
sociales debían ser administradas por las organizaciones sindicales que las
crearon y que las financian. El Estado tenía la tarea de garantizar una
efectiva solidaridad interna dentro del sistema, tendiendo a reducir las asimetrías
de tamaño y de cantidad de afiliados.
La opinión de las organizaciones libres del pueblo
La opinión de las organizaciones libres del pueblo
“La intervención de los representante de la
comunidad organizada en la deliberación, en la toma de decisiones, en la
asunción de responsabilidades, en la ejecución y control de los servicios y
acciones de salud, constituye el proceso de la Participación Social en el
Sistema de Salud y es el instrumento sectorial de la democracia social”. Ministerio de Salud, 1991
Entre los meses de marzo y
de octubre del año 1988 la Dirección de Entidades de Bien Público de la
Provincia, realizó seis encuentros regionales de reflexión en las localidades
de Quilmes, Moreno, Olavarría, Necochea, Bahía Blanca y San Nicolás. Intervinieron
miembros de Sociedades de Fomento, Clubes y entidades deportivas, Hogares
policiales, Cooperadoras, Cetros Nativistas, Centros de Jubilados y
Pensionados, Cooperativas, Talleres Protegidos, Mutuales, Bibliotecas y de
Bomberos Voluntarios (Dirección de Entidades 1989).
La dinámica de los
encuentros fue de reflexión conjunta en comisiones temáticas y una de ellas
trató el eje Salud Pública. Las Entidades de Bien Público propusieron:
-
Retomar
el modelo de Ramón Carrillo que postuló una perspectiva integral de las políticas
de salud;
-
Promover
la participación comunitaria en la planificación de la salud y crear cuerpos de
voluntarios;
-
Implementar
planes de vacunación;
-
Subsidiar
las salas de primeros auxilios municipales y otorgarle prioridad a la atención
primaria de la salud;
-
Implementar
campañas de concientización utilizando los medios de comunicación y formular un
boletín informativo de salud;
-
Permitir
que los hospitales atiendan a los afiliados del PAMI;
-
Agilizar
la implementación del Vademécum Provincial único;
-
Realizar
campañas de prevención y de detección temprana del cáncer;
-
Realizar
campañas de detección de Diabetes Oculta y facilitar los tratamientos;
-
Implementar
campañas sobre el peligro de la drogodependencia y crear Centros de
rehabilitación;
-
Promover
salas geriátricas en hospitales y Hogares de Día en acuerdo con los gobiernos
municipales y provinciales y con los Centros de Jubilados;
-
Impulsar
políticas de discapacidad;
-
Implementar
programas de salud alimentaria;
-
Reducir
la contaminación y principalmente los desechos industriales e impulsar la
apertura de espacios verdes y de áreas recreativas.
Las Políticas de Salud Pública
A- Floreal Ferrara y el Programa de
Atención Ambulatoria Domiciliaria de Salud (ATAMDOS) de 1987
“Hoy debemos acerca al médico a la familia y
sólo en caso en que se detecte una enfermedad debe intervenir el hospital, pero
antes hay toda una tarea que realizar. Una tarea que antiguamente desarrollaba
el médico de cabecera. Era un hombre esforzado, que sabía no sólo prevenir y
curar al enfermo, sino que también atendía las necesidades psíquicas de la
familia. El médico era una institución familiar que se fue perdiendo”. Antonio Cafiero
Floreal Ferrara era un destacado
médico sanitarista y ya había ocupado la cartera de Salud durante la
gobernación de Oscar Bidegain en el año 1973.
En el N° 1 de la Revista
del CEPARJ Ferrara publicó el artículo “Farmacodependencia”. Allí proponía implementar
una política de salud preventiva desde la escuela, los Centros de Salud, las
Sociedades de Fomento, los clubes de barrio, los Centros Asistenciales y las
instituciones vecinales. Impulsaba la labor interdisciplinaria y la
intervención comunitaria para facilitar el diagnóstico precoz y el correcto
tratamiento de la salud (Ferrara 1987).
Una vez designado por
Cafiero como Ministro del área, Ferrara elaboró un Plan Provincial de Salud que
se integró al Plan Trienal de Gobierno 1989/1991 (Síntesis Bonaerense 1988:
53).
Ferrara puso en marcha el programa
de Atención Ambulatoria Domiciliaria de Salud (ATAMDOS). La propuesta tenía
como objetivo la atención preventiva y domiciliaria de la salud a partir de un
equipo interdisciplinario de médicos, enfermeros, psicólogos y de trabajadores
sociales. Los equipos tendrían a cargo un barrio y un centenar de familias a
las que atenderían aplicando una perspectiva integral e interdisciplinaria de
la salud. Se les garantizaría a los pacientes el acceso gratuito a los
medicamentos, a la radiología, a los laboratorios y a la internación de ser necesario.
El Ministerio de Salud y
como bien sostiene Antonio Cafiero en el epígrafe, proponía recuperar la figura
del médico familiar no ya como un individuo sino “como un conjunto de hombres que viene a sustituir de una manera más
compleja al viejo médico de cabecera. Este equipo interdisciplinario no va a
ser un conjunto de burócratas, sino un grupo de profesionales unidos por una
misma vocación” (Síntesis Bonaerense 1988: 52).
El ATAMDOS estaba
gestionado por un Consejo de Administración elegido por las mismas familias. En
una entrevista del mes de marzo de 1988 Ferrara puntualizó que pondrían en
funcionamiento mil equipos y que la comunidad sería protagonista en la gestión
y en el control del programa y “estamos
con esto consolidando la posibilidad de que el pueblo defienda la Democracia,
que el pueblo sea el artífice de su propio destino” (Ferrara 1988: 11).
B- La Política Provincial de Salud de 1988
a 1991
“La medicina como ciencia adquiere valor
social y justifica su existencia, cuando es capaz de aplicarse en beneficio de
la salud del hombre y de los pueblos”. Ministerio de Salud
Ginés González García era
médico sanitarista y asesor del bloque Justicialista de la Cámara de Diputados
de La Nación. Asumió como Ministro de Salud en lugar de Floreal Ferrara el 15
de julio del año 1988.
En el año 1991 el
Ministerio de Salud bonaerense publicó un informe sobre la gestión de Ginés. Lo
tituló “La Salud en la Provincia de
Buenos Aires, política provincial de salud 1988-1991”. Allí se señaló que
la salud es un derecho personal y también social y que el Estado era el
encargado de ejecutar, regular, planificar y controlar las acciones. Como un
balance general de la etapa, se puntualizó que entre 1988 y 1991 se atendieron
18 millones de consultas en los más de mil establecimientos entre Hospitales y
Unidades Sanitarias bonaerenses. Solamente en 1990 se realizaron 520.000
internaciones y esa cantidad implicó un aumento del 25% en relación a 1984
(Ministerio de Salud 1991: 20).