Aritz Recalde, abril de 2011
Los medios de comunicación concentrados, son los mentores ideológicos de la oposición al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Detrás de ellos, se encuentra la "mano invisible del mercado", compuesta por los grandes grupos de poder concentrado ligados al modelo neoliberal sojero y financiero. El objetivo estratégico de los oligopolios de la comunicación, es el de dividir el movimiento policlasista que acompaña a Cristina y el de lograr que el Frente Para la Victoria (FPV) sea un partido liberal vaciado de contenido y fiel a los mandatos del poder concentrado. Los medios de comunicación buscan separar del proyecto nacional a los representantes directos de los trabajadores. Lo mismo hacen con los miembros de la clase política que cumplen tareas centrales y estratégicas en la consolidación del proceso de desarrollo. Es a partir de aquí, que los oligopolios identificaron cuatro figuras sobre las cuales realizar la tarea de desgaste, de hostigamiento y de difamación permanente. El primero de ellos, es Hugo Moyano, líder del movimiento obrero y exponente central del proceso de organización de los trabajadores. La Confederación General del Trabajo (CGT) está afiliando y dando organicidad a los asalariados que tienen trabajo como producto de la reconstrucción industrial y el modelo iniciado en 2003. Es al movimiento obrero fortificado y consciente, al que la oligarquía teme y no sólo a su máximo dirigente. Asimismo, Moyano con el MTA, es un símbolo de la resistencia al proyecto neoliberal y es una figura clave de la distribución de la riqueza y la recuperación salarial. El segundo enemigo de la prensa, es Luis D´Elia. En este caso, se trata de distanciar del proceso político a un referente de las organizaciones sociales y de los trabajadores desocupados. En definitiva, buscan eliminar del FPV a los trabajadores, ocupados y desocupados, para dejar a Cristina en manos de una dirigencia política liberal y de un conjunto de empresarios. Las otras dos figuras que odian los medios, provienen de la clase política y son pilares fundamentales del modelo de desarrollo industrialista y popular. Uno es el denigrado Guillermo Moreno, al cual combaten los medios por su sólida postura de enfrentamiento a los oligopolios. Odian a Moreno, ya que el dirigente le cuestiona a los poderosos la apropiación de ganancias vía inflación y no por sus “modales”. El cuarto y último nominado al hostigamiento mediático permanente y a la difamación de la oposición, es Julio De Vido. El Ministro de Planificación es uno de los estadistas del modelo y junto a Néstor y a Cristina, está organizando la infraestructura para que el país supere su condición agrícola ganadera y consolide la industria nacional. Julio De Vido, es el dirigente que está pensando el país en el mediano y largo plazo y de su triunfo o su fracaso, dependerá la posibilidad de alcanzar la independencia económica del país. El triunfo y la profundización del modelo, van a estar dadas por la capacidad de mantener unido al proyecto nacional frente a la acción desestabilizadora y las operaciones de prensa. Asimismo y a diferencia del planteo de los oligopolios, el crecimiento y la importancia de lo que representan Moyano, De Elia, Moreno o De Vido, es la garantía del triunfo y nunca su impedimento. Los trabajadores, los dirigentes combativos y los intelectuales al servicio de la causa nacional, nunca fueron, ni serán, los enemigos del peronismo. El 2011 nos encontrará unidos o dominados.
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