Aritz Recalde, noviembre de 2017
El liberalismo clásico ofició como la ideología
política de los imperios francés y británico. Ambos Estados expandieron su
sistema social a partir de su poder militar, tecnológico y económico. El
liberalismo y la racionalidad científica moderna, se convirtieron en la matriz
de sentido y de justificación del accionar de las potencias europeas. El
colonialismo británico articuló la ideología del “progreso” liberal, con el
darwinismo de matriz biológico sometiendo violentamente a razas, etnias y naciones.
El neoliberalismo es la ideología del imperio
norteamericano, que viene a remplazar al esquema de dominio inglés. Su estructura
lógica es similar al liberalismo y postula su propio modelo de sociedad como supuestamente
universal. Existiría un sólo camino al desarrollo mundial y aquellos Estados y
gobiernos que no se adecuen, serían populistas, autoritarios o estarían
anclados en el pasado. El resultado de una imposición transitoria de poder político,
es presentado como un proceso histórico natural e inevitable. En nombre del neoliberalismo,
se justifica la distribución desigual de la riqueza entre las naciones y se
presenta como un hecho normal el subdesarrollo económico y social de los
países.
El neoliberalismo norteamericano a diferencia
del liberalismo clásico, carece de una noción acabada de progreso y no postula una
meta de evolución humana. El neoliberalismo es nihilista y perdió hace tiempo
los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. La ideología actual da por
hecho y convive sin contradicciones, con la existencia de una masa mayoritaria de
excluidos del sistema.
EUA y
el capital financiero
El neoliberalismo de los EUA se exportó como
resultado de que los norteamericanos ganaron la Segunda Guerra Mundial. Luego
de la conflagración bélica se inició la “guerra fría” contra los soviéticos,
que terminó con el derrumbe comunista del año 1989.
Caído Hitler, las potencias triunfadoras se
distribuyeron el mundo e Iberoamérica quedó en la órbita norteamericana. Los
EUA apoyaron golpes de Estado contra los nacionalismos sudamericanos, por
considerarlos contrarios a su propio interés. Contribuyeron a derrocar a Perón
en 1955, a Allende en 1973 o bloquearon a la Cuba de Fidel Castro, entre otros
tantos casos de manifiesta violación al derecho a la autodeterminación
nacional. Como ya lo habían hecho en Brasil (1964) o en la Argentina (1966), en
los años setenta impulsaron dictaduras en el marco del Plan Cóndor.
En el año 1971 el presidente Richard Nixon
abandonó el patrón oro en los EUA, potenciando el proceso de formación del dinero
fiduciario. Las empresas empezaron a tomar créditos del creciente mercado
financiero. El excedente de recursos que los bancos no colocaron en la
actividad productiva, fue destinado a financiar préstamos de consumo de los
trabajadores y las familias.
Se produjo una desregulación de los flujos
financieros mundiales, que fue extendido por la enorme masa de recursos
derivado del aumento del precio del petróleo de 1973.
Las décadas del setenta y del ochenta se
caracterizaron por la existencia cruentas dictaduras políticas, cuando en
paralelo, se garantizó la libre disponibilidad de los capitales financieros y
la apertura comercial. La ideología neoliberal priorizó la libertad de mercado
y con esa finalidad, los asesores norteamericanos no dudaron en eliminar la
democracia y el sistema constitucional en Iberoamérica.
La
economía del descarte
Habiendo alcanzado manejo e influencia sobre
los diversos gobiernos sudamericanos, los técnicos neoliberales y los
Organismos Internacionales de crédito, condujeron a los países iberoamericanos
a aplicar políticas de desindustrialización, desregulación y de
extranjerización económica. Las instituciones como el FMI que habían nacido
para regular el sistema mundial y evitar las crisis, fueron los impulsores del
nuevo patrón de crecimiento mundial asentado en la especulación desmedida y en la
inestabilidad constante.
La única religión del neoliberalismo es la
del dios dinero y en su óptica no existe otra patria que el mercado y la
finanza. En base a esta ideología, impulsaron un nuevo patrón de desarrollo económico
mundial que puede resumirse en lo siguiente:
Punto
de partida
|
Objetivo
de política pública neoliberal
|
Caracterización
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Economía productiva
|
Rentabilidad financiera
|
ESPECULACIÓN
|
Economía industrial
|
Primarizaciòn económica agro minera
|
DESINDUSTRIALIZACIÓN
|
Economía estatal, social y mixta
|
Empresas privadas
|
PRIVATIZACIONES
|
Economía de capital nacional
|
Empresas extranjeras
|
EXTRANJERIZACIÓN
|
Economía de pequeña y mediana escala
|
Grandes grupos económicos
|
CONCENTRACIÓN
|
Distribución del ingreso y derechos
laborales
|
Flexibilización laboral y aumento de
rentabilidad del capital
|
EXPLOTACIÓN DEL TRABAJO
|
Economía de bienestar orientada al mercado
interno
|
Economía de exportación
|
APERTURISMO
|
En el caso Argentino, para imponer este
sistema económico y social los grupos económicos y los EUA impulsaron
dictaduras y restricciones políticas entre 1955 y 1973. En el año 1976 aplicaron
el terrorismo de Estado con la finalidad de destruir el modelo sindical
argentino.
Ya sin una democracia social como
perspectiva, desde el año 1983 en adelante se implementó el programa económico
neoliberal con las leyes de Reforma del Estado (23.696/89) y de Emergencia
Económica (23.697/89), con la extranjerización de hecho del Banco Central
(autonomía formal) y con la privatización de empresas públicas o de los fondos
de jubilaciones (AFJP).
Se calculan que se perdieron más de 50 mil
empresas en dos décadas, en paralelo al que el país se endeudo a tasas de
interés exorbitantes que culminaron en la severa crisis política y social del
2001.
Deuda externa
argentina
Año
|
1955
|
1976
|
2001
|
Monto (millones dólares)
|
500
|
8000
|
142.000
|
El balance social del ciclo económico es sumamente
perjudicial para la mayoría. El país socializó la deuda y no así las ganancias
y en paralelo al aumento desmedido del giro de utilidades financieras al
extranjero, se empobreció el pueblo argentino. Carlos Leyba describió la
terrible dimensión social del neoliberalismo, cuando afirmó que “Hace 40 años los pobres eran 800 mil y hoy
13 millones. Se multiplicaron por 16 mientras que la población total se duplicó”.
Año
|
Habitantes
|
Pobres
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1979
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27,6 millones
|
800 mil
|
2002
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36 millones
|
20 millones
|
2017
|
44 millones
|
13 millones
|
El neoliberalismo difunde una ideología que
exacerba el egoísmo y promueve la explotación laboral, al punto de postular la desaparición
de los derechos sociales como requisito irrenunciable al crecimiento. El
deterioro del nivel de vida de los pueblos y el empobrecimiento de los países,
sería el costo para que se produzca la “lluvia de inversiones extranjeras”.
La confluencia de un patrón de subdesarrollo
económico neoliberal, el estancamiento de la economía internacional y la
desigualdad en la distribución de la riqueza, consolidan sin solución alguna,
la actual fragilidad social y laboral del 40% de los argentinos.
Trabajadores registrados
|
12 millones
|
Distribuidos entre asalariados (75%) e
independientes (25%)
|
Trabajadores informales
|
4,5 millones
|
33% de los argentinos
|
Desempleados
|
1,5 millones
|
9% de los argentinos
|
El fin
de la organización popular
El neoliberalismo es enemigo de los sindicatos
y de las organizaciones libres del pueblo. La democracia popular y el
neoliberalismo, son antagónicos irreconciliables. En dicha ideología, el
mercado debe ser el principal asignador de recursos, lo que implica en los
hechos, la sustitución de la democracia de masas por el gobierno de los CEOS y
las corporaciones.
Cambios en el proceso
de formación cultural
Ámbitos tradicionales de la formación cultural y
política
|
La propuesta neoliberal
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Situación actual de la Argentina
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Sindicatos
Partidos políticos
|
La televisión forma la opinión pública y
define la agenda política
|
CAMBIEMOS sancionó el DNU 267/15 y le
otorgó los principales medios de comunicación a Clarín y a grupos concentrados
internos y de los EUA
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Familia, clubes, escuelas, iglesias,
sociedades de fomento, etc.-
|
Desaparece la organización popular y la televisión
e internet imponen los valores sociales
|
Internet es regulado tecnológica e
ideológicamente, por los EUA y un reducido grupo de corporaciones locales
|
Prensa gráfica
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Las redes sociales y espectáculo televisivo,
son los formadores de dirigentes políticos
|
Las redes sociales se regulan desde
empresas norteamericanas. La banalización de la política, es organizada por
un grupo reducido de corporaciones
|
El
neoliberalismo pone en riesgo la sociedad
El sistema económico internacional no superó
la crisis del banco Lehman Brothers del año 2008, que originó una retracción
del comercio mundial del 20% y una caída del 13% de la producción internacional.
Según datos de la OCDE, durante los próximos cincuenta años la economía del
planeta crecerá por debajo del 2,7% anual. Investigaciones recientes, dan
cuenta que alrededor del 50% de las actuales tareas productivas que desarrollan
personas, pueden remplazarse por máquinas y nuevas tecnologías.
El neoliberalismo conduce el capitalismo a una
crisis económica y social permanente. La especulación financiera y la
exacerbada rentabilidad del capital sin límites, sin regulaciones y sin finalidad
social alguna, están dejando como saldo la desindustrialización y el desempleo
masivo. Como producto de estas políticas, se corren varios riesgos:
-
profundizar
el subdesarrollo la mayoría de países del mundo, para beneficiar a un grupo
selecto de corporaciones y a una elite de naciones que controlaran la finanza,
la guerra, la información, la tecnología y los recursos naturales del planeta.
-
destruir
el ecosistema y agotar las fuentes de riqueza naturales vitales para la
humanidad.
-
insectificar
al hombre en el plano social y cultural, conduciéndolo a situaciones de
explotación similares a las del capitalismo el siglo XVIII.
-
generar
un desequilibrio de las relaciones internacionales y desatar una tercera guerra
mundial, cuya capacidad de destrucción es superior a las anteriores por el
avance de la tecnología bélica.
Si a los problemas estructurales de
crecimiento y de generación de empleo, se le suma el aumento de la desigualdad,
la perspectiva de vida de la mayoría de la humanidad es poco auspiciosa. En
este contexto, las organizaciones libres del pueblo,
serán un freno al neoliberalismo. Argentina tiene una estructura sindical y una
cultura política y social avanzada, sin la cual el neoliberalismo ya habría
destruido la economía y deteriorado la vida de la familia. Sobre esta base, es
imperioso reconstruir todo el tejido de la sociedad civil y sus organizaciones
o en su defecto, el neocolonialismo de internet y de la televisión va a
profundizar el subdesarrollo mental de la Argentina. A nivel regional, la
unidad iberoamericana es un requisito impostergable, en el contexto de un mundo
que de desenvuelve en bloques continentales en tensiones y disputas.
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