Aritz Recalde, julio 2016
Publicado en “AFILADOS (MACHETES PARA EL COMBATE IDEOLÓGICO)” N°1
En Argentina el “gobierno real” está en manos
del capital trasnacional y de sus aliados internos de la oligarquía. La dirigencia
política que integra CAMBIEMOS (UCR, Coalición Cívica y PRO) integran el
“gobierno formal”, en el contexto de un modelo de desarrollo donde las
principales figuras son los representantes de las corporaciones y de los gobiernos
extranjeros. CAMBIEMOS está en el gobierno y la aristocracia del dinero maneja
el poder.
De manera similar a los proyectos de país
iniciados en 1955 y 1976, el poder económico concentrado está aplicando una
revancha de clase. El conjunto de los argentinos destinan buena parte del
producto de su trabajo, a financiar la inmensa ganancia de tres sectores:
-
Capital
financiero especulador internacional.
-
Grandes
terratenientes y exportadores agrícolas.
-
Empresas
oligopólicas de servicios e importadores de manufactura extranjera.
En el mediano y largo plazo, la Argentina
abandonará el proceso de sustitución de importaciones iniciado en el año 2003,
para consolidarse como una plaza financiera y un país meramente agrario. La pequeña
y mediana estructura industrial existente está en riesgo de desaparecer, como
resultado de las importaciones, del deterioro de la capacidad de consumo popular
y de los excesivos costos de los servicios públicos o las materias primas. El
contexto regional no es favorable para la economía nacional ya que Brasil, principal
aliado comercial del país, está en recesión cuestión que genera inconvenientes
para colocar nuestras exportaciones.
Argentina retoma a paso firme su perfil económico
financiero y agroexportador impulsado por Martínez de Hoz en el año 1976 y que
está caracterizado por la concentración y extranjerización de la propiedad, la
desindustrialización y la pérdida de los derechos sociales de los trabajadores.
La
articulación política antinacional
La estrategia de construcción política de los
grupos económicos y sus gestores de gobierno, se organiza a partir del apoyo:
a- Mediático: el DNU 267/15 derogó la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual y le permitió al Grupo Clarín no aplicar
la cláusula antimonopolio. El DNU les renovó las licencias a los grandes medios
de comunicación, permite la concentración de los cable operadores y favorece la
extranjerización del sistema. A nivel regional, la política del gobierno tiene
apoyo en la prensa norteamericana (CNN) y en sus satélites. El canal TELESUR
directamente fue eliminado de la grilla de la TV Digital, en un proceso paulatino
de silenciamiento y censura de los micrófonos opositores.
b- Judicial y de los servicios de
inteligencia. Representantes de ambos actores institucionales actúan de manera
partidaria y arman y publicitan causas judiciales contra la oposición a
CAMBIEMOS. La acción la realizan en acuerdo con los medios de comunicación
concentrados que amplifican y teatralizan los casos. La veracidad o no de las denuncias carece de importancia y lo fundamental es la capacidad de daño mediático contra los
imputados.
c- Político. Además de los partidos que
integran CAMBIEMOS, el oficialismo dispone del apoyo de diversos bloques
legislativos. El Frente Renovador de Sergio Massa designó dirigentes en
diversas dependencias del Estado nacional, provincial y municipal. Un sector
participacionista de la CGT acompaña al gobierno. En el plano internacional
CAMBIEMOS busca que los EUA sean su principal aliado geopolítico y no es
casualidad la llegada de Barack Obama a la Argentina y el impulso otorgado por
la Canciller argentina a la Alianza Pacifico. Impulsan relaciones comerciales con
China y Europa con la finalidad de colocar las exportaciones de materias primas
y recibir inversiones y manufacturas.
CAMBIEMOS
y la universidad
De manera similar al año 1955, la derecha
liberal le entregó la política universitaria a la UCR y a otros aliados como es
el caso del Frente Progresista de
Stolbizer, que controla la Subsecretaría
de Gestión y Coordinación de Política Universitaria. En el año 1955 el
reformismo UCR disputó con sus aliados de la iglesia la gestión académica,
cuestión que actualmente hacen con el núcleo neoliberal del PRO. La discusión
dentro del espacio CAMBIEMOS se dio públicamente al momento de designar el Secretario de Política Universitaria y
la UCR tuvo que presionar para que no nombren al productor televisivo Juan Cruz
Ávila.
Como resultado de la destrucción paulatina de
la economía argentina, los universitarios están perdiendo empleos y bajando su
capacidad de consumo y ello tensiona la relación de la UCR con los académicos,
de manera similar a lo ocurrido entre los años 1955 y 1966.
Dentro de CAMBIEMOS el sector liberal vinculado
a la universidad privada, considera a parte de las instituciones académicas
como una “oposición política” e integrantes de la negativa “herencia
kirchnerista”. Las declaraciones del Ministro de Educación de La Nación buscan
instalar la categoría de “grieta” entre las instituciones, descalificando a
todas aquellas universidades que no comparten su ideología. El reformismo UCR
que dispone de trayectoria y de conocimiento del sistema universitario público,
tiende a morigerar la posibilidad de un enfrentamiento masivo de las
instituciones académicas con el gobierno. La eventualidad de un potencial conflicto
quedó evidenciada en las manifestaciones estudiantiles por el boleto, en las
huelgas docentes y no docentes y en la importante participación de los
académicos en la movilización sindical del 29 de abril.
Tareas
pendientes
Acción gremial universitaria. Por primera vez
luego de un gobierno de 12 años de realizaciones, las universidades tienen
problemas de financiamiento derivados de los aumentos de los servicios e
insumos o de la demora en el giro de fondos para programas académicos o de
infraestructura. La inflación desmedida achica considerablemente las
posibilidades de una óptima gestión institucional y la universidad tiende a
empobrecerse. Los docentes y el conjunto del personal de las Casas de Altos
Estudios acordaron una paritaria que está por debajo de la inflación, iniciando
un deterioro de los derechos sociales alcanzados en la última década. Los
alumnos sufren la inflación de la canasta alimentaria, del transporte, de los
apuntes y padecen la pérdida del empleo y el de sus familias. En base a ésta
realidad, todos los miembros de la universidad van a tener que organizarse y
trabajar para defender los derechos alcanzados y conseguir los que aún faltan. Nada
debe evitar la necesaria consolidación de las organizaciones y federaciones de
estudiantes y el fortalecimiento de los sindicatos docentes y nodocentes y de
los frentes inter claustros. Los profesores deben concientizarse en que antes
que científicos o académicos, son trabajadores y que si no se organizan van a
perder todos sus derechos y los de sus familias. Los nodocentes tienen una
organización sindical consolidada, una federación única integrada a la CGT
(FATUN) y un Convenio Colectivo de Trabajo homologado por Néstor Kirchner y por
el cual consiguieron históricos derechos y una renovada conciencia social y
política.
La organización nacional. El peronismo
universitario tiene que integrarse de manera solidaria y con humildad, a las
estructuras políticas, sociales y sindicales del Movimiento Nacional. De nada
sirve una universidad libre, en el marco de un país saqueado, subdesarrollado y
dominado. Los problemas de la nación y del pueblo son los nuestros. La
oposición a la aristocracia del dinero tiene que elaborarse con el conjunto de
las organizaciones libres del pueblo y en particular con el movimiento obrero y
los trabajadores, que son la columna fundamental del peronismo. En el caso de
los docentes y nodocentes, sus federaciones se encuadran en la reunificada CGT
y en la CTA. Diversas organizaciones universitarias están construyendo el
Frente Ciudadano, otras forman parte del Partido Justicialista o integran numerosas
expresiones sociales, políticas y culturales que deben fortalecerse. En algún
momento y reconociendo las particularidades de cada uno y priorizando los
puntos de encuentro políticos, todas estas experiencias deben unificarse.
Ciencia para la liberación. Los universitarios
tenemos la responsabilidad de contribuir científica y tecnológicamente a
resolver los problemas nacionales. Debemos nacionalizar las perspectivas y los
objetivos de la actividad académica, revirtiendo el neocolonialismo de una
educación meramente europeísta o norteamericana. Hay que estudiar los clásicos
del pensamiento nacional y latinoamericano y sus desarrollos y derivaciones
actuales. La conciencia nacional y latinoamericanista de los académicos, debe
tender a consolidar planes de estudios y una oferta de carreras en función de
la resolución de problemas productivos y sociales relevantes de cada región. Las
investigaciones tienen que contribuir a la soberanía cultural, tecnológica y
económica del país y a la unidad en la diversidad de Iberoamérica, reforzando
nuestra historia, nuestro presente y futuro compartidos. En el plano de la transferencia
del conocimiento, hay mucho por hacer y las universidades pueden contribuir al
desenvolvimiento de las organizaciones populares y de las empresas de capital
nacional y social. La función de cooperación adquiere diversas dimensiones. En
las universidades con matricula de origen popular, el gran desafío es la
contención y el egreso de los alumnos originarios de familias humildes sin
trayectoria académica. A la visión tradicional de la extensión, el peronismo la
remplazó por la “articulación política y
sindical universitaria”. En ésta última concepción, los miembros de la academia
se integran a las organizaciones libres del pueblo aplicando y adquiriendo
saberes y prácticas.
El año 2019 nos encontrará unidos o dominados
y tal cual postuló Juan José Hernández Arregui, “el dilema es de hierro, o nación o factoría”.
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