domingo, 17 de julio de 2016

Las juventudes políticas: unidas o dominadas


Aritz Recalde, julio 2016
Revista triunfaremos Año 1°, N° 1

“El problema de la juventud, que encarna el futuro, está precisamente en la interpretación justa de la transformación, que le permita transitar por la historia con la clarividencia que estos momentos exigen a su acción (…) el problema que se plantea vuelve a lo mismo: la lucha de una minoría contumaz que quiere mantener sus privilegios, contra la mayoría popular que anhela los cambios indispensables a sus más apremiantes necesidades”. Juan Perón

Como postuló Juan Perón en el epígrafe, actualmente el gobierno nacional está en manos de representantes de pequeñas minorías ajenas al interés mayoritario de los trabajadores y de sus familias.

Los peronistas militamos por la grandeza nacional y por la felicidad del pueblo.
Para engrandecer a la patria, el Estado tiene que afianzar su poder nacional recuperando capacidad de decisión sobre la administración de nuestros recursos materiales y espirituales. CAMBIEMOS gobierna para enriquecer a las empresas de energía, cuando el peronismo lucha por conformar servicios públicos con interés social y colectivo. El Banco Central y el Ministerio de Economía de La Nación impulsan la mera especulación financiera y por el contrario, los peronistas trabajamos para que el ahorro nacional sea un instrumento de desarrollo industrial y productivo. CAMBIEMOS quiere una Argentina de especulación financiera, cuando nosotros consideramos que el país debe ser industrial y productivo y es por eso que impulsamos la protección arancelaria, defendemos el mercado de consumo popular y promovemos la ciencia y la tecnología nacional. Para el peronismo la propiedad privada tiene una función social y descreemos de la “teoría del derrame” que postula que los capitales extranjeros son el centro del modelo de desarrollo y que deben enriquecerse derrochando en el futuro supuesta prosperidad. Los peronistas estamos convencidos que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino, a diferencia de los liberales que consideran al “capital extranjero” como principio y fin de su política.

Los peronistas militamos por la felicidad del pueblo.
CAMBIEMOS impulsa la acumulación de dinero de los CEOS y de los financistas extranjeros y le requiere al pueblo todos los sacrificios resultantes de un modelo de recesión económica e inflación acelerada. Ningún pueblo es feliz si no puede pagar los servicios con la única finalidad de enriquecer a un grupo pequeño de empresas. Ninguna familia se desarrolla plenamente si no puede comprar pan, carne o leche con la única finalidad de exportarla o de que los intermediarios tengan ganancias en dólares. Ningún sostén de familia puede tener dignidad, si perdió su empleo frente a la quiebra de las PYMES que es el resultado de la apertura de importaciones y de la recesión económica inducida por el gobierno.

Nada nuevo bajo el sol
CAMBIEMOS quiere separarnos de Iberoamérica, para someternos a los planes de EUA, el FMI o la finanza internacional. El Papá Francisco denunció el sistema de injusticia internacional actual, por considerar que se desenvuelve en un estado latente de “tercera guerra mundial”. El brasileño Moniz Bandeira definió la actitud geopolítica norteamericana como parte de una nueva “guerra fría”. Tomando distancia de estos programas de política exterior, el peronismo se afirma como un Movimiento humanista, de paz, antiimperialista y de profunda vocación latinoamericana.
Este modelo político, económico, social y geopolítico no es nuevo. Se implementó desde el año 1955, en 1976 y desde 1989 a 2003. La decisión de Mauricio Macri de delegar la gestión de gobierno al capital trasnacional no es innovadora y ya lo había hecho Juan Carlos Onganía con Krieger Vasena o Carlos Menem que le otorgó la cartera económica a Bunge Born y luego a Domingo Felipe Cavallo y la finanza internacional.
Frente a esta dura realidad, el pueblo no se va a quedar de brazos cruzados ya que y como dijo Perón “los pueblos que no se deciden a luchar por su liberación merecen la esclavitud”. Durante estos seis primeros meses se produjeron multitudinarias movilizaciones sindicales, políticas, contra el tarifazo o estudiantiles, en toda la República Argentina.
En este contexto, adquiere suma trascendencia histórica la necesidad de consolidar la unidad de todas las organizaciones libres del pueblo, sin sectarismos o exclusiones. El Partido Justicialista, herramienta electoral y estructura política fundamental del Movimiento, dio sus primeros pasos hacia la reunificación. La Confederación General del Trabajo marcha hacia una unificación política de los trabajadores, que son el pilar del justicialismo. Otras miles de organizaciones libres del pueblo atraviesan una etapa de debate y reorganización.

¿Qué está haciendo la juventud?.
Juan Perón en su libro “La Hora de los Pueblos” enumeró algunos de los “deberes de la juventud”. El líder justicialista manifestó que los jóvenes tienen la responsabilidad de intervenir activamente en la liberación, potenciando su práctica con el idealismo y el entusiasmo que profesan.
Perón convocó a potenciar la “rebelión positiva”, tomando distancia de las desviaciones o sectarismos que puedan dividir al Movimiento Nacional, al cual la juventud se integra con humildad y con vocación de servicio. Sería un error suponer que los jóvenes deben mandar o imponer sino que y por el contrario, se suman a un Movimiento Nacional amplio y diverso y no se trata de “tirar todos los días un viejo por la ventana para ocupar un puesto, sino de entrar y colaborar humildemente para aprender y para evidenciar, probando, si se tiene la capacidad que se presupone”.
Perón destacó que los jóvenes deben intervenir “activamente en la solución de los problemas que el mundo actual plantea” y para eso tienen que unirse ya que y como mencionó el líder “hemos tropezado con una juventud peronista dividida en pequeños sectores, dominados por caudillitos, con sus valores que no discutimos, pero que resultan negativos para la unidad que necesitamos”.

La tarea política actual de la juventud implica construir la unidad sincera y efectiva, sin banderías inútiles y con la finalidad manifiesta de estar dispuestos a trabajar y a sacrificarse por los intereses del pueblo y de la nación. Debe quedar claro que el año 2019 nos encontrará unidos o dominados.

Los jóvenes, como parte del Movimiento, tienen la responsabilidad de implementar una oposición activa al liberalismo en el gobierno. El paso siguiente será la recuperación del Estado para ponerlo al servicio del pueblo y de la reconstrucción nacional.


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