Aritz
Recalde, julio 2016
Revista triunfaremos Año 1°, N° 1
“El problema de la juventud, que
encarna el futuro, está precisamente en la interpretación justa de la
transformación, que le permita transitar por la historia con la clarividencia
que estos momentos exigen a su acción (…) el problema que se plantea vuelve a
lo mismo: la lucha de una minoría contumaz que quiere mantener sus privilegios,
contra la mayoría popular que anhela los cambios indispensables a sus más
apremiantes necesidades”. Juan Perón
Como postuló Juan Perón en el epígrafe,
actualmente el gobierno nacional está en manos de representantes de pequeñas
minorías ajenas al interés mayoritario de los trabajadores y de sus familias.
Los peronistas militamos por la
grandeza nacional y por la felicidad del pueblo.
Para engrandecer a la patria, el Estado tiene
que afianzar su poder nacional recuperando capacidad de decisión sobre la
administración de nuestros recursos materiales y espirituales. CAMBIEMOS
gobierna para enriquecer a las empresas de energía, cuando el peronismo lucha
por conformar servicios públicos con interés social y colectivo. El Banco
Central y el Ministerio de Economía de La Nación impulsan la mera especulación
financiera y por el contrario, los peronistas trabajamos para que el ahorro
nacional sea un instrumento de desarrollo industrial y productivo. CAMBIEMOS
quiere una Argentina de especulación financiera, cuando nosotros consideramos
que el país debe ser industrial y productivo y es por eso que impulsamos la
protección arancelaria, defendemos el mercado de consumo popular y promovemos
la ciencia y la tecnología nacional. Para el peronismo la propiedad privada
tiene una función social y descreemos de la “teoría del derrame” que
postula que los capitales extranjeros son el centro del modelo de desarrollo y
que deben enriquecerse derrochando en el futuro supuesta prosperidad.
Los peronistas estamos convencidos que para un argentino
no hay nada mejor que otro argentino, a diferencia de los liberales que
consideran al “capital extranjero” como principio y fin de su política.
Los peronistas militamos por la
felicidad del pueblo.
CAMBIEMOS impulsa la acumulación de dinero de
los CEOS y de los financistas extranjeros y le requiere al pueblo todos los
sacrificios resultantes de un modelo de recesión económica e inflación
acelerada. Ningún pueblo es feliz si no puede pagar los servicios con la única
finalidad de enriquecer a un grupo pequeño de empresas. Ninguna familia se
desarrolla plenamente si no puede comprar pan, carne o leche con la única
finalidad de exportarla o de que los intermediarios tengan ganancias en
dólares. Ningún sostén de familia puede tener dignidad, si perdió su empleo
frente a la quiebra de las PYMES que es el resultado de la apertura de
importaciones y de la recesión económica inducida por el gobierno.
Nada nuevo bajo el sol
CAMBIEMOS quiere separarnos de Iberoamérica,
para someternos a los planes de EUA, el FMI o la finanza internacional. El Papá
Francisco denunció el sistema de injusticia internacional actual, por
considerar que se desenvuelve en un estado latente de “tercera guerra
mundial”. El brasileño Moniz Bandeira definió la actitud geopolítica
norteamericana como parte de una nueva “guerra fría”. Tomando distancia
de estos programas de política exterior, el peronismo se afirma como un
Movimiento humanista, de paz, antiimperialista y de profunda vocación
latinoamericana.
Este modelo político, económico,
social y geopolítico no es nuevo. Se implementó desde el año 1955, en 1976 y
desde 1989 a 2003. La decisión de Mauricio Macri de delegar la gestión de
gobierno al capital trasnacional no es innovadora y ya lo había hecho Juan
Carlos Onganía con Krieger Vasena o Carlos Menem que le otorgó la cartera
económica a Bunge Born y luego a Domingo Felipe Cavallo y la finanza
internacional.
Frente a esta dura realidad, el pueblo no se
va a quedar de brazos cruzados ya que y como dijo Perón “los pueblos que no
se deciden a luchar por su liberación merecen la esclavitud”. Durante
estos seis primeros meses se produjeron multitudinarias movilizaciones
sindicales, políticas, contra el tarifazo o estudiantiles, en toda la República
Argentina.
En este contexto, adquiere suma trascendencia
histórica la necesidad de consolidar la unidad de todas las organizaciones
libres del pueblo, sin sectarismos o exclusiones. El Partido Justicialista,
herramienta electoral y estructura política fundamental del Movimiento, dio sus
primeros pasos hacia la reunificación. La Confederación General del Trabajo
marcha hacia una unificación política de los trabajadores, que son el pilar del
justicialismo. Otras miles de organizaciones libres del pueblo atraviesan una
etapa de debate y reorganización.
¿Qué está haciendo la juventud?.
Juan Perón en su libro “La Hora de los
Pueblos” enumeró
algunos de los “deberes de la juventud”. El
líder justicialista manifestó que los jóvenes tienen la responsabilidad de
intervenir activamente en la liberación, potenciando su práctica con el
idealismo y el entusiasmo que profesan.
Perón convocó a potenciar la “rebelión
positiva”, tomando
distancia de las desviaciones o sectarismos que puedan dividir al Movimiento
Nacional, al cual la juventud se integra con humildad y con vocación de
servicio. Sería un error suponer que los jóvenes deben mandar o imponer sino
que y por el contrario, se suman a un Movimiento Nacional amplio y diverso y no
se trata de “tirar todos los días un viejo por la ventana para ocupar un
puesto, sino de entrar y colaborar humildemente para aprender y para
evidenciar, probando, si se tiene la capacidad que se presupone”.
Perón destacó que los jóvenes deben
intervenir “activamente en la solución de los problemas que el mundo actual
plantea” y para eso tienen que unirse ya que y como mencionó el líder “hemos
tropezado con una juventud peronista dividida en pequeños sectores, dominados por
caudillitos, con sus valores que no discutimos, pero que resultan negativos
para la unidad que necesitamos”.
La tarea política actual de la juventud
implica construir la unidad sincera y efectiva, sin banderías inútiles y con la
finalidad manifiesta de estar dispuestos a trabajar y a sacrificarse por los
intereses del pueblo y de la nación. Debe quedar claro que el año 2019 nos
encontrará unidos o dominados.
Los jóvenes, como parte del Movimiento,
tienen la responsabilidad de implementar una oposición activa al liberalismo en
el gobierno. El paso siguiente será la recuperación del Estado para ponerlo al
servicio del pueblo y de la reconstrucción nacional.
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