Aritz Recalde, octubre de 2023
El gobernador Manuel Fresco encaró la
reorganización del sistema de seguridad de la provincia. A esta tarea se la
encomendó al Ministro de Gobierno y ex dirigente del Partido Socialista
Independiente, Roberto J. Noble.
Fresco designó como Jefe de Policía a
Pedro Ganduglia, quien encaró un importante paquete de políticas tendientes a
fortalecer al gobierno central. En el mensaje enviado a la Legislatura con la
propuesta de Reorganización Policial el gobernador había remarcado el hecho de
la existencia de un negativo “sistema
anárquico que diluye la autoridad y divide las funciones en grupos inarmónicos,
con perjuicio del contralor riguroso que las actividades de la repartición, de
la jerarquía y de la disciplina que en ella deben reinar” (Reorganización y
Saneamiento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires 1937: 29).
Su programa incluyó diversas reformas institucionales
del funcionamiento policial y carcelario y una modernización del equipamiento y
de la infraestructura.
Una de las cuestiones fundamentales que
encaró la gobernación tuvo que ver con su intento de cambiar el concepto de la
fuerza que tenía la población. Es en este sentido que el 18 de febrero de 1936
Roberto Noble destacó que “la policía
debe inspirar respeto, no temor. El pueblo debe tener en ella un apoyo, no un
azote” (Reorganización y Saneamiento de la Policía de la Provincia de
Buenos Aires 1937: 11).
Para realizar la reforma el gobernador le
requirió apoyo al Ministro del Interior de La Nación, Leopoldo Melo. En carta
del 25 de marzo de 1936, Fresco solicitó el apoyo del Jefe de la Sección Robos
y Hurtos de la División de Investigaciones de la policía Federal, Víctor Fernández
Bazán (Reorganización y Saneamiento de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires 1937: 18-19). Con el Decreto 74 del 14 de abril de 1936 Fresco designó a
éste último como Jefe de la División de Investigaciones de la Provincia
1-
Aumento de la inversión en los servicios de policía y carcelarios
Uno de los puntos sobresalientes de la
gestión de Manuel Fresco fue el mejoramiento del presupuesto destinado a la seguridad.
La gobernación justificó la medida en el hecho de que Buenos Aires era hasta el
año 1935, la provincia que menor porcentaje del presupuesto le dedicaba a la
inversión policial (14,15%). Estaba cerca de Jujuy (15,02%) y lejos de las
provincias de Córdoba (19,43%) y de San Luis, Catamarca, Salta y Corrientes
(entre el 26,61% y el 37,55%). Los Territorios Nacionales oscilaban entre el 64
% y el 73 %.
Las deficiencias de inversión llevadas al
plano concreto de la dotación de personal, hacían que al año 1936 para vigilar
los 350 mil kilómetros cuadrados de la provincia había solamente 6597 hombre de
tropa. Dividas las guardias en tercios, el resultado dejaba como saldo la
existencia de un agente cada 159 kilómetros cuadrados (Cuatro Años de Gobierno 1940, VI: 9).
Para revertir el problema detectado,
entre los años 1935 y 1939 el presupuesto aumentó del 17.506.920 a 26.850.180
alcanzando el 16,21% del presupuesto total (Cuatro Años de Gobierno 1940, VI:
8).
Tal cual vamos a comentar a continuación,
los recursos permitieron ampliar la cantidad de efectivos y mejorar sus sueldos
y modernizar las instalaciones y el equipamiento.
Nuevo equipamiento policial
La gobernación encaró una importante
política de modernización del equipamiento de la policía. Lo hizo con el apoyo
y con el asesoramiento del Ministerio de Guerra y de la Dirección de Arsenales
de La Nación.
Entre los argumentos esgrimidos para la
mejora del equipamiento, estuvo el homicidio frecuente de los policías a “consecuencia de la falta de armamentos
adecuados”. La gobernación elaboró una lista que incluyó a más de 60
comisarios, oficiales, cabos, sargentos y auxiliares asesinados en el
cumplimiento de sus funciones. La delincuencia era cada día más profesional y
mortífera y la política se seguridad tenía que modernizarse para poder
enfrentarla.
Se adquirieron maquinarias y equipos para
modernizar la División Administrativa (comunicaciones y talleres gráficos), la
División de Investigaciones, la División de Seguridad (armas, cuerpo de bomberos,
guarda cárceles, Sección Aviación, Cuerpo de Camineros y Cuerpo de Patrulleros)
y las Comisarías de las Islas (Cuatro Años de Gobierno 1940, VI: 12,
17-70).
Se compraron pistolas, ametralladoras,
revólveres, carabinas y pertrechos. La provincia adquirió 48 automóviles, 2
aviones y 50 motocicletas, entre otros elementos.
Con ésta última adquisición se
organizaron las fuerzas motorizadas de la policía, siendo una innovación en el
país. Fueron sumamente útiles en una provincia como la bonaerense que tiene una
extensa superficie y una amplia red de caminos (Conversando con el Pueblo 1940,
T 1: 84).
Inversión en infraestructura
Se construyeron comisarías en Marcos Paz,
Carmen de Areco, General Viamonte, General Villegas, Castelli, General
Belgrano, Rauch y Roque Pérez. Se edificó el primer destacamento permanente del
cuerpo de camineros sobre la ruta a Mar del plata, en Chascomus y las
subcomisarias de Acevedo en Pergamino, Tres Algarrobos en Carlos Tejedor,
Arroyo Corto en Saavedra, Médanos en Villarino, Los Talas en La Plata y
Germania en General Pinto.
Se ampliaron y reconstruyeron los
cuarteles de Guardia Auxiliar, el Cuerpo de Patrulleros en La Plata, el Cuerpo
de Camineros en Florencia Varela y otro número importante de edificios de
comisarías y de destacamentos (Conversando con el Pueblo 1940, T 2: 138).
El Plan Racionalización de Cárceles
El gobernador impulsó un importante
programa de mejoramiento de la infraestructura carcelaria y con ese fin
sancionó la Ley 4555/37 de “Plan Racionalización de Cárceles”. La norma
habilitaba la inversión de hasta 200.000 pesos que estarían destinados, según
lo fijado en el decreto de promulgación de la norma, a dar “Definitivo término a las serias deficiencias
de capacidad, higiene y régimen de vida que adolecen los establecimientos
penales de la provincia, buscando soluciones rápidas y eficaces”.
La normativa creó una Oficina Técnica de
Edificios Penales que tenía a cargo la construcción, la reorganización de la
infraestructura y la proyección de refacciones. Los edificios a promover tendrían
en cuenta las funciones de:
a) Alojamiento, de acuerdo a las leyes
penales;
b) Custodia de los penados, de acuerdo a
su peligrosidad;
c) Seguridad y economía del personal
encargado de la vigilancia;
d) Integridad del edificio y cuidado de
los herrajes y artefactos;
e) Régimen del establecimiento en los
aspectos administrativos, disciplinarios y morales.
Con los fondos de la ley 4555/37 y entre
otras importantes obras proyectadas en la etapa, se creó la Cárcel de Encausados
de Olmos de máxima seguridad para 1200 reclusos y según Manuel Fresco sería “la más moderna y amplia del país (…) Se han
incorporado a sus construcciones las últimas y más modernas previsiones de la
ciencia penológica para la reforma moral del recluido”.
Se invirtieron recursos para modernizar
el penal de Sierra Chica en Olavarría. Allí se reconstruyeron ocho nuevos
pabellones, áreas de enfermería, patios de recreo, desagües y una oficina
central. Se compraron materiales y maquinarias de herrería, de carpintería y una
fábrica de mosaicos (Conversando con el Pueblo 1940, T 2: 149).
En el marco del Plan se reedificaron los
establecimientos carcelarios de La Plata, San Nicolás y de Mercedes.
2-
Reorganización institucional
Cambios en la organización de la policía
bonaerense
Tal cual comentamos en la introducción al
artículo, Fresco y Noble se propusieron cambiar la cultura institucional de la
fuerza y superar la negativa percepción que tenía la población sobre la policía
y sus vínculos con los políticos locales.
Además, intentaron darle autoridad al
gobierno central en la administración de la fuerza, subordinando con ello la
autonomía localista de comisarios y de agentes. Con este objetivo, se propuso
estabilizar y fortalecer la repartición provincial que entre septiembre de 1930
y febrero de 1936 había cambiado 15 jefes policiales, a razón de uno cada
cuatro meses en promedio.
Entre las acciones más destacadas, se
puso en comisión a todo el personal. Con este objetivo el gobernador sancionó
el Decreto 22 del mes de marzo de 1936. El artículo 1 declaró en comisión a
todo el personal de la provincia y el 3 puntualizó que la Jefatura de Policía
elevaría la nómina de los antecedentes respectivos de todo el personal se su
dependencia. Se prohibió la concurrencia
policial a los despachos oficiales y se intervinieron los Talleres de policía
(Barreneche 2010).
El gobernador creó siete Sub-comisarías y
más de 50 nuevos Destacamentos.
Se le otorgó una importancia especial a la
dotación de personal de los cuerpos especiales de la policía, que estaban distribuidos
entre Guardia Cárceles, Guardia Auxiliares, Guardias de Seguridad y el Cuerpo
de Camineros. Estos últimos, en el año 1936
vigilaban 320 kilómetros de caminos, pasando en 1940 a controlar 2245
kilómetros de caminos (Cuatro Años de Gobierno 1940, VI: 15).
En el año 1937 se fundó el servicio de
aviación de la provincia y se adquirieron dos aviones “Waco” y un tercero marca
“Stinson” (Conversando con el Pueblo 1940, T 2: 151) (Dirección General de
Servicios y Operaciones Aéreas 2023).
Durante la etapa, Ganduglia se propuso
fortalecer la División de Investigaciones a cargo de Víctor M. Fernández. Entre
otras tareas, le otorgó la función de investigación en cuestiones que
involucraban a policías y al juego clandestino (Barreneche 2010: 78-79).
Carrera administrativa para el personal
policial
“Se
aumentaron los sueldos y se ha dado al personal la estabilidad y el escalafón
por ley. El personal ha aumentado de 10.720 individuos en 1936, a 12.966 en
1939”. Manuel Fresco, año 1939
El artículo 90, inciso 12, de la
Constitución Provincial del año 1934, definió que correspondía al Poder
Legislativo organizar la carrera administrativa a partir del “acceso por idoneidad, escalafón,
estabilidad, uniformidad de sueldos en cada categoría e incompatibilidades”.
A partir de lo fijado en la Carta Marga, Fresco
sancionó el Decreto 45 del 24 de marzo de 1936, modificando el escalafón para
el personal administrativo y técnico profesional.
Posteriormente, la legislatura debatió y
aprobó la ley 4646 de Carrera
administrativa para el personal de servicio de la Policía de la Provincia.
La norma cumplía con el planteo de Fresco citado en el epígrafe de consagrar la
“estabilidad y el escalafón” de los agentes de la fuerza.
Las funciones y ascensos del personal
se organizarían a partir de las divisiones de Seguridad, Investigaciones,
Judicial, Administrativo, y de Servicios Especiales y Técnicos.
La ley definía el perfil necesario para
ingresar a la fuerza y establecía la estabilidad de los trabajadores policiales y “Los empleados y personal obrero, de maestranza,
de tropa y de servicio, que, desde el día de su ingreso hubieren prestado o
prestasen seis meses de servicio, por lo menos, no podrán ser separados de sus
puestos, sin que se justifique su inconducta o inhabilidad, mediante la
instrucción de sumarios administrativos, en los que deberán ser oídos, antes de
dictar la resolución definitiva pertinente”. Dejaría de pertenecer a la Repartición Policial
el personal que renuncie, que tenga incapacidad física o mental, por causa de inutilización
para el servicio activo y por jubilación.
El
Poder Ejecutivo tenía la potestad para fijar las condiciones de ingreso y la
modalidad del funcionamiento de institutos. En ese marco, el titular de la
cartera Ganduglia intentó adquirir mayor injerencia provincial en las
incorporaciones (Barreneche
2010: 79).
La
gobernación tenía a cargo la organización de los sistemas y métodos de
clasificación y concepto para los ascensos, los procedimientos de sumarios, las
correcciones y penas disciplinarias, las causas de destitución y los cuadros de
escalafón en las distintas Divisiones policiales.
El
diagnostico que tenía la provincia era que había una deficiente formación del
personal en temas de investigación y sumarios. La fuerza no tenía suficientes
asesores especializados en pericias balísticas y médicos forenses. Se hacían mal los procedimientos y se
demoraban los sumarios favoreciendo la impunidad y la prescripción de los delitos
de juegos de azar, entre otros. En este marco, una de las cuestiones que había
anunciado el oficialismo frente a la legislatura en el mes mayo de 1936, fue la
creación de una Escuela de Policía, cuestión que finalmente no se realizó. En
julio de 1936 Fresco remarcó la importancia que tendría dicha institución “en la que se impartan los conocimientos
especiales propios de la función policial: instrucción de sumarios y trabajos
de gabinetes y laboratorio complementarios de la investigación de los delitos,
etc.” (Reorganización y Saneamiento de la Policía de la Provincia
de Buenos Aires 1937: 30-32).
La reforma carcelaria: la Dirección
General de Establecimientos Penales
“Las
prisiones son hechas para seguridad y no para mortificación de los detenidos.
Las penitenciarías serán reglamentadas de manera que constituyan centros de
trabajo y moralización. Todo rigor innecesario hace responsables a las
autoridades que lo ejerzan”.
Artículo 26 de la Constitución de la
Provincia de Buenos Aires de 1934
En el año 1937 se creó la Dirección
General de Establecimientos Penales, sobre la antigua Inspección General de
Prisiones. La flamante cartera del Estado estaba integrada por una Dirección
General, una Inspección General, una Junta Asesora y tres Oficinas técnicas de Clasificación,
de Trabajo Carcelario y de Edificios Penales.
A partir de la creación de la flamante
Dirección, los establecimientos cambiaron su dependencia pasando del Poder
Judicial, al ámbito del Poder Ejecutivo por intermedio del Ministerio de
Gobierno (Servicio Penitenciario Bonaerense 2023) (Decreto de promulgación de
la ley 4555/37).
Dependían directamente de la Dirección,
el Penal de Sierra Chica, la Cárcel de Encausados y Penitenciaría de La Plata,
la Cárcel de Mujeres de Olmos, las Cárceles departamentales de Bahía Blanca, de
Dolores, de Azul, de Mercedes y de San Nicolás.
El “Plan racionalización de cárceles”
tenía en cuenta particularmente la formación de los presos y para eso se creó
la mencionada Oficina Técnica de Trabajo Carcelario. La repartición estudiaría la capacidad de
producción y de consumo de las instituciones y la distribución y ejecución de
los trabajos de cada establecimiento, entre otras tareas. En el decreto de
promulgación de la ley 4555/37 se puntualizó que con esta política tenía que
evitarse la “anarquía actual, la desmoralización
y el dispendio de los peculios en la realización de tareas inconexas (…) los
presos deben trabajar, pero consultando fines morales y económicos”.
La lucha contra el juego y el crimen
organizado
Unas de las acciones encaradas por la
gobernación fue el combate a los grupos delictivos organizados llamado “bandas de pistoleros”. Estas
organizaciones eran urbanas y también las había rurales ligadas al delito del
cuatrerismo. Las crónicas de la época dan cuenta de la detención y del desarme
de una decena de importantes grupos criminales conducidos por Emilio Apeziale,
Eduardo Barral, Carlos Oscar Gimenez, José Briozzo, Alejandro Novoa, Antonio
Caprili, Florial Alberto Martinez, Martin Romero y Simón Irogaray, entre
otros.
Los informes oficiales de la provincia,
detallaron la importante acción punitiva implementada contra los juegos
prohibidos. Durante la etapa se procesaron a 4484 personas y fueron detenidos
320 capitalistas del juego.
Los resultados de la política pública
“Basta
señalar que el pistolerismo y el cuatrerismo han desaparecido prácticamente,
mientras el porcentaje de todos los demás delitos ha disminuido
considerablemente. La persecución del juego ha sido sistemática e implacable.
El aumento del presupuesto de la repartición en 1936, 1937 y 1938 sirvió para
elevar el número de personal, que siempre resulta escaso para atender las
crecientes necesidades policiales de la Provincia, y para aumentar y modernizar
todo su armamento y medios de movilidad y transporte”. Manuel
Fresco, año 1939
Los documentos oficiales de la
gobernación remarcaron un cambio en la cultura institucional de la policía,
subrayando que “Lo evidente e innegable
es que tanto las dotaciones de las comisarías, subcomisarias y destacamentos
aislados, como los cuerpos especiales referidos, están formados en la
actualidad por hombres de una moral y de un sentido de la función y de la
responsabilidad muy distintos a los que imperaban en otros tiempos. Ese nuevo
espíritu, cabe reconocerlo, ha sido una de las consecuencias más saludables de
la reorganización cumplida por el actual gobierno, reorganización que
comprendió, desde luego, el aumento de la paga a sumas que permitieran a
oficiales y agentes llevar un existencia decorosa, según lo impone el uniforme”
(Cuatro Años de Gobierno 1940, VI: 16).
Un reflejo del cambio positivo de la
cultura policial, era que la población acompañaba las trasformaciones de la
fuerza y donó en cuatro años 67 motocicletas, 11 autos y 25 bicicletas y según
fuentes oficiales “no hay precedentes al
respecto, y es que bien se puede decir, sin jactancia, que nunca como ahora el
mantenimiento del orden, la seguridad de las personas y la salvaguarda de la
propiedad en la Provincia han gozado de mayor protección oficial” (Cuatro
Años de Gobierno 1940, VI: 16).
Según datos de la gobernación y como
resultado de la política pública, los delitos contra la propiedad y el abigeato
habían disminuido considerablemente:
|
1934 |
1936 |
1938 |
Hechos |
1669 |
1453 |
1140 |
Detenidos |
530 |
388 |
411 |
Prófugos |
1396 |
1196 |
923 |
Bibliografía
Barreneche Osvaldo (2010) “Manuel Fresco y la
reorganización de la policía de la provincia de Buenos Aires”, en Emir Reitano
(Compilador), El Gobierno de Manuel
Fresco en la Provincia de Buenos Aires (1936-1940), Instituto Cultural,
Provincia de Buenos Aires.
Cuatro Años de Gobierno (1940) Policía, trafico, comisión de
aviación, telégrafo, redifusión, registro general y censo permanente,
protección a la infancia, Provincia de Buenos Aires, volumen VI.
Dirección General de Servicios y Operaciones Aéreas
(2023) Reseña histórica, en línea https://www.mseg.gba.gov.ar/areas/dir_gral_aerea/index.html
Fresco Manuel (1940) Conversando
con el Pueblo, compilado por Luis Balesta, Buenos Aires. T 1 y 2.
Servicio Penitenciario Bonaerense (2023) Reseña Histórica, en línea http://www.spb.gba.gov.ar/site/index.php/unidades/84-institucion
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