“Llevo en mí todas y cada una de las marcas de esta lucha siempre renovada
por los fundamentos históricos del peronismo, por su identidad y su destino”. Antonio
Cafiero, año 2011
A continuación ofrecemos un resumen del
ideario político y social de Antonio F. Cafiero. El objetivo fundamental del
artículo es convocar a las nuevas generaciones al encuentro del pensador, del doctrinario
y del teórico bonaerense.
Compartimos plenamente el planteo de Andrew
McAdam acerca de que la trayectoria política de Cafiero fue reconocida y no así
sus aportes intelectuales y “En realidad,
nunca se han valorado suficientemente sus dotes como escritor. Su prolífera
pluma ha servido persuasivamente a los intereses de su partido político a
través de las décadas y, más aún, a su país mediante la exposición de sus
vastos conocimientos sobre economía. Su erudición se nutrió de la ávida lectura
como dueño de una verdadera biblioteca de aproximadamente cuatro mil libros
sobre economía, filosofía, religión, ecología, historia, y peronismo, que
constituye en sí un gran tema. Cafiero es un genuino intelectual”.
1-
El Pensador Nacional y doctrinario del
Justicialismo
“Los movimientos populares no nos divorciamos del pensamiento filosófico,
ni de las verdades permanentes, ni de los atributos de la cultura y afirmamos
que además de emociones, sentimientos, premisas y luchas en el campo político y
electoral, tratamos de anudar toda esta acción, que de otra manera no tendría
sentido, con verdades superiores del pensamiento”. Antonio Cafiero, año 1989
Antonio Cafiero fue un pensador nacional y un
doctrinario del Justicialismo. Si bien dedicó su vida centralmente a la actividad
política, no por eso abandonó la labor de reflexionar, de debatir y de
escribir.
Tuvo la capacidad como pocos dirigentes
políticos de articular su pensamiento doctrinario con la acción concreta de
gobierno. En este sentido, se destacó su labor de gobernador bonaerense en
dónde puso en actos la noción de Comunidad
Organizada.
Sus obras doctrinarias
Entre sus obras de doctrina más destacadas se
encuentra el libro “Cinco años después” (1961).
El texto fue reeditado por EUDEBA en el
año 1974 con el título “De la economía
social justicialista al régimen liberal capitalista”. Si bien el núcleo del
trabajo es la historia de la economía peronista, allí Cafiero introdujo dos
apartados sobre el tema doctrinario analizando en profundidad los modelos civilizatorios
del capitalismo, del liberalismo, del marxismo y del cristianismo a la luz del Justicialismo.
Cafiero fue un gran predicador y protagonizó
activamente la “lucha por la idea”
expresando su ideario en actos, reuniones y en publicaciones. En los años
cincuenta dictó cursos en la Escuela Superior Peronista y en otros espacios
gremiales y partidarios.
Fue docente de la FCE de la Universidad de
Buenos Aires hasta 1955 cuando lo expulsaron junto a cientos de profesores. En
los años sesenta dictó clases en la Universidad Argentina de Ciencias Sociales.
Luego del golpe de Estado de 1955 fue asesor
permanente del Movimiento Obrero Organizado y docente del Instituto de
Capacitación y Formación de la CGT. Esta relación la mantuvo durante su extensa
carrera política y el sindicalismo lo honró postulándolo como candidato a ministro de La
Nación y a Presidente.
El tema doctrinario fue retomado en un
artículo publicado en la revista Mayoría
que fue titulado “A 25 años del Congreso
Nacional de Filosofía: las ideas filosóficas de un presidente” (1974).
Siendo Gobernador de la Provincia de Buenos
Aires Cafiero organizó el Simposio “A 40
años de la Comunidad organizada: proyecciones del pensamiento nacional”
(1989). En el acto de clausura del encuentro presentó la ponencia “Ideología y Comunidad Organizada” en la
que profundizó sus reflexiones acerca del origen y provenir del hombre
argentino, de la Nación, del sentido del trabajo y del peronismo.
A lo largo de su trayectoria impulsó distintos
ámbitos de debate y de divulgación de la doctrina como fue el Instituto de Altos Estudios Juan Perón
que ofició como órgano de capacitación del Partido Justicialista (2004). Desde
allí estimuló las revistas Movimiento y
Reseñas y Debates, entre otras
publicaciones.
Historiador del Justicialismo
“Para saber adónde se va, es imprescindible saber de
dónde se viene”. Antonio Cafiero, año 1995
El libro “Cinco
años después” es uno de los primeros textos históricos que documentan y que
explican en profundidad el funcionamiento de la economía peronista. El trabajo
introdujo un estudio de los períodos que transcurren de 1946 a 1955 y de 1955 a
1960. La investigación tiene la gran virtud de articular la teoría y la
historia económica con el conocimiento de la experiencia práctica y política,
habiendo sido Cafiero un protagonista directo de la gestión Justicialista.
Entre sus trabajos históricos más importantes
se encuentran “La política exterior
peronista” (1996). Esta investigación se propuso superar lo que en su
óptica era la “falacia del mito
aislacionista”. Analizó el contexto de la Guerra Fría y la propuesta de la Tercera Posición Justicialista en la que
tuvo una destacada participación el Canciller Juan Atilio Bramuglia. Cafiero demostró con fuentes documentales y
con argumentos sólidos que el peronismo formuló una activa Política
Internacional que incluyó vínculos con el Bloque Soviético, con los EUA e
Inglaterra y con los gobiernos de la región.
En una línea de revisión histórica de tono
autobiográfico se destacan “Mis diálogos
con Evita” (2002), “Desde que grité:
viva Perón!” (1983) y sus extensas memorias “Militancia sin tiempo: mi vida en el peronismo” (2011).
La doctrina Cristiana
“Alguna vez he dicho, repitiendo las palabras de Juan Pablo II, que nuestra
vocación por la política es, después de la vocación religiosa, la más eminente
y noble en el ser humano”. Antonio Cafiero, año 1994
Antonio Cafiero era cristiano. Desde joven militó en Acción
Católica y su formación religiosa lo acompañó a lo largo de su vida pública y
privada.
En sus libros reivindicó los textos del Papa Pío XI y de la
Encíclica Quadragesimo Anno por su acertada crítica al materialismo liberal y
por postular la necesidad de que el Estado sea un garante del bien común y de
un piso de dignidad social.
En la visión de Cafiero, estos valores fueron encarnados por el
peronismo al que caracterizó como un movimiento de filiación social cristiana.
Interpretó que Eva tenía una “pasión casi
religiosa” y que retomaba la doctrina de los profetas del Antiguo
Testamento que no ahorraban expresiones para “denunciar las injusticias de los ricos”. También la primera dama
era la cristalización de los ideales del Nuevo Testamento donde se postulaba
que la “justicia social es dar lo suyo a
quien le ha sido arrebatado”.
En el convulsionado año 1955 le manifestó personalmente a Juan
Perón que se estaba cometiendo un grave error en la ruptura con la Iglesia.
Estas diferencias con la Revolución Justicialista lo llevaron a dimitir al
Ministerio de Comercio Exterior presentando su renuncia en el mes de enero y
nuevamente en abril de 1955.
Renunció a los honores y no así a la lucha y poco tiempo de
establecida la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, Cafiero fue
encarcelado iniciando la resistencia junto a las organizaciones libres del
pueblo.
En el año 1976 Isabel Martínez de Perón lo designó
Embajador Argentino ante la Santa Sede. Al poco tiempo de haber llegado a Roma en la Argentina fue derrocada
la Presidenta y se inició la Dictadura. A pesar de no poder asumir formalmente
en la función, Cafiero se reunió en una audiencia privada con el Papa Paulo VI
quién le manifestó “No se preocupe, señor
embajador, los pueblo siempre vencen”.
En el libro “El peronismo
que viene” publicado en el año 1995 Cafiero mantuvo incólume su ideario y
aseveró que “El Justicialismo debe
ratificar los fundamentos humanistas y cristianos de su doctrina, asumiendo la
tradición cultural argentina. Lejos del confesionalismo religioso, pero al
amparo de una antropología definida”.
“No vamos a salir
de esta crisis sólo con planes macroeconómicos o microeconómicos o ajustando el
déficit fiscal. Esto es más profundo en lo ético, en lo moral, en los subsuelos
en donde se edifica la sociedad visible de nuestro tiempo. Tenemos que buscar
la salida y resolver cómo concretamos la Comunidad Organizada. Entendemos
entonces que es necesario avanzar hacia la Unión Nacional”. Antonio Cafiero, año 1989
“La crisis de la política es también la crisis de la sociedad en su conjunto”. Antonio
Cafiero, año 2001
Antonio Cafiero protagonizó una extensa
trayectoria política iniciada ya desde su juventud en las filas de Acción
Católica.
Se movilizó junto a la gran masa del pueblo el 17 de octubre del
año 1945.
Es uno de los fundadores del peronismo
universitario en la Facultad de
Ciencias Económicas de la UBA y fue el primer Consejero
Estudiantil Justicialista de la historia. En este contexto, entabló relaciones personales
con Eva Duarte a las que se refirió en detalle en su libro “Mis
diálogos con Evita” (2002).
Entre otras diversas funciones
institucionales Cafiero fue Agregado
Financiero de la Embajada Argentina en los EUA (1948), Ministro de Comercio
Exterior de La Nación (1952), Titular de la
Caja Nacional de Ahorro y Seguros de La Nación (1973), Interventor Federal en la Provincia de
Mendoza (1974), Embajador ante el Mercado Común Europeo (1975), Diputado
Nacional por la Provincia de Buenos Aires (1985), Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires (1987), Senador de La Nación (1991), Embajador en Chile (1991) y
Convencional Constituyente (1994).
Ocupó destacados cargos políticos y partidarios. En la resistencia
peronista iniciada desde el año 1955 representó a Buenos Aires en el Consejo
Coordinador del Movimiento Justicialista (1964) y presidió la Secretaría de
Asuntos Técnicos del Consejo Nacional del Partido Justicialista.
Intervino activamente en la formación de la Hora del Pueblo y en la construcción de la unidad nacional para el
regreso de la democracia en 1973.
A la vuelta de la democracia fundó la Renovación y presidió el
Partido Justicialista de la Provincia (1986) y el Partido Justicialista
Nacional (1988).
Fue un crítico acérrimo de la violencia política en todas sus
manifestaciones e ideologías. Su intervención en la Semana Santa del año 1987 lejos
de ser especulación de coyuntura, fue la ratificación de sus valores
democráticos. Su acción de defensa del gobierno de Alfonsín y su crítica a los
golpistas favoreció la posibilidad de terminar el ciclo de los golpes militares
en la Argentina.
La gestión económica
“El desarrollo económico es un imperativo, una exigencia social. El
desarrollo económico materializa la voluntad de las naciones de asegurar a sus
pueblos más altos niveles de vida. La elevación moral, el progreso cultural, la
justicia social, la paz social, el bienestar y otros ideales que el hombre
contemporáneo busca empeñosamente no son realizables en plenitud si las
condiciones económicas de las distintas colectividades no se levantan a la
atura del hombre”. Antonio Cafiero, año 1954
Cafiero obtuvo el título de Contador Público Nacional (1944)
y de Doctor en Ciencias Económicas (1948).
Desde su juventud puso en práctica su sólida formación
académica desempeñándose
en los años cincuenta en los cargos de Agregado Financiero de la Embajada
Argentina en los EUA, de Director de Economía Social de la Cancillería y de Ministro
de Comercio Exterior de La Nación.
En el tercer gobierno peronista ocupó las funciones de Titular de
la Caja de Ahorro y Seguros de La
Nación (1973), de Secretario de Comercio por dos semanas (1974), de Embajador Argentino ante la Comunidad Económica Europea
y de Ministro de Economía de La Nación.
En todas sus intervenciones practicó una posición doctrinaria y
teórica sumamente sólida. En el año 1949 ejerciendo la función de asesor
financiero de la Embajada Argentina en Washington formuló el “Informe XXI” y le recomendó al Poder
Ejecutivo no ingresar al FMI -cosa que Perón respetó a rajatabla-.
Poco tiempo después desde el Ministerio de Comercio Exterior
propugnó la diversificación de los mercados de exportación e importación e
implementó junto a Gómez Morales una original y activa política bilateral de
acuerdos comerciales.
Algunas de las ideas económicas de Cafiero de ésta etapa fueron
reunidas en la selección de notas e informes de los libros “Razones para ser peronista” publicado
por la COPPPAL (2007) y “La independencia
económica” editado por Punto de Encuentro (2017).
En el Gabinete económico del año 1975 tuvo que enfrentar la
difícil crisis del petróleo y soportó varios bloqueos de venta y de
comercialización por parte del sector agropecuario. Pese a las terribles
dificultades de la convulsionada década del setenta, propugnó una política
gradualista a favor de la producción nacional y de los derechos de los
trabajadores. Con este fin y poniendo en práctica la noción de Comunidad
Organizada firmó un “Acta de Concertación
Social Dinámica” entre la CGT y la CGE.
A lo largo de su trayectoria no abandonó la doctrina económica
justicialista y durante los años noventa fue sumamente crítico del
neoliberalismo aplicado desde 1976. En 1995 publicó el libro “El peronismo que viene” y allí cuestionó
con dureza la extranjerización de la economía, el pragmatismo de la política
exterior menemista y el accionar antinacional y anti productivo del modelo de
la convertibilidad aplicado por el ministro Domingo Cavallo.
En pleno auge neoliberal, Cafiero siguió defiendo las ideas de
soberanía nacional y de independencia económica a las que les sumó las
propuestas de Estado de Justicia y
del Desarrollo Sustentable.
El político Renovador
“Renovar la lucha por la idea no es un planteo puramente intelectual.
Significa devolverle al Peronismo el estilo inconfundible de su mística
política, sus utopías movilizadoras, el sentido fraterno y misional de su
prédica social. Es volver a reconstruirlo como sujeto histórico, como fuerza transformadora,
y relanzarlo a los escenarios del mundo –a nuestra América Latina, primero-
para seguir luchando por aquello mismo que lo vio nacer: la dignidad humana y
la justicia social.”. Antonio Cafiero, año 1995
En el documento fundacional de la Renovación
Peronista del mes de diciembre del año 1985, Cafiero dejó claramente expresado
cuáles los nuevos desafíos para el Justicialismo.
Propuso renovar los liderazgos políticos con
la finalidad de atender la realidad propia de su tiempo y de evitar la
disgregación del Justicialismo al que caracterizó como un Movimiento y como un Partido.
En su óptica, era fundamental refundar al
peronismo para no perder la capacidad transformadora y revolucionaria que
caracterizó al espacio desde su origen.
Las nuevas dirigencias tenían que surgir de
manera plebiscitada y democráticamente y para eso Cafiero impulsó la elección
directa de los candidatos y la participación activa de las organizaciones
libres del pueblo dentro del Partido.
La Renovación bregó por la Unidad
Nacional y por la construcción de un
país con justicia social que impida terminar en “una democracia administradora de la injusticia e indiferente a los
reclamos populares”.
Cafiero propuso recuperar la mística de la
rebeldía popular para “no claudicar
frente a los poderosos”.
En el año 1995 hizo una actualización
política y doctrinaria y convocó a una nueva renovación y “Nos falta ahora, en los noventa, resistir la ofensiva de la ideología
neoliberal que está intentando imponer sus creencias, valores y paradigmas al
peronismo”.
El Gobernador bonaerense
En el año 1962 Cafiero acompañó la candidatura de Framini a gobernador
del cual y según fuentes periodísticas, iba a ser su Ministro de Economía. Los
militares impidieron la asunción del mando y Antonio tendría que esperar hasta
el año 1987 para ocupar un lugar de responsabilidad en la provincia en la que
vivió y de la que se sintió sumamente orgulloso.
En la Gobernación iniciada en 1987 puso en acción la doctrina
justicialista por la cual bregó a lo largo de los años. Si bien el contexto no
era el mejor (hiperinflación, levantamientos militares y guerrilleros y una
oposición por parte del Gobierno Nacional de Alfonsín y luego de Menem) Cafiero
pudo formular y poner en práctica un
exitoso Proyecto Bonaerense para el Modelo Nacional.
Los ejes fundamentales de la gestión fueron la planificación de
las Políticas de Estado, el Gobierno Participativo, la edificación de una Democracia
Social y la elevación de la conciencia histórica y política bonaerense.
Sus acciones fueron reunidas en los Boletines Informativos que
elaboró la provincia titulados “Síntesis
Bonaerense”. El área de prensa elaboró un resumen titulado “Los doscientos emprendimientos, obras y
logros del Gobierno del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, 1987-1991”
que fue adjuntado en la biografía de Cafiero formulada por Andrew McAdam (1996)
y en la investigación que nosotros realizamos desde la UNLa y que publicamos en
el año 2020.
Político y doctrinario de la Unidad
Sudamericana
“Hoy está claro que la integración regional no es sólo una histórica
nostalgia, cantada por intelectuales y poetas, sino una condición para su
desarrollo nacional y colectivo”. Antonio Cafiero, año 1978
“Ha nacido así lo que nos animamos a denominar el concepto de Soberanía
Regional que, para el peronismo que viene, debería ser el nuevo nombre de la
Soberanía Nacional”. Antonio Cafiero, año 1995
En el año 1995 Cafiero planteó que “El peronismo que viene debe asumir que la Soberanía Nacional en el
siglo próximo cambiará los conceptos del siglo pasado. Ello nos debe inducir
prioritariamente al avance hacia formas de soberanía regional y a la paulatina
constitución de la Ciudadanía Latinoamericana”. Esta última ciudadanía
tenía que ser económica, jurídica, política y cultural.
Siendo Ministro de Comercio Exterior en el segundo Gobierno
Justicialista, había adquirido conciencia de la importancia económica y
política de la unidad regional. En ese contexto y buscando ampliar la soberanía
comercial del país, impulsó acuerdos con varios países de la región.
Cafiero ejerció tareas diplomáticas como Embajador
Argentino ante la República de Chile (1991) y desde allí pudo ver la
estratégica necesidad de una alianza con el país vecino para fortalecer la ruta
comercial del pacifico.
Desde el año 2004
presidió la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el
Caribe (COPPPAL) y desde allí acompañó activamente la construcción de la unidad
política y cultural de la región.
Muchas de sus ideas americanistas presentadas en artículos y en
ponencias fueron reunidas en el libro “Testimonios
sobre América Latina y democracia” publicado con el auspicio de la COPPPAL
(2006).
3-
El profeta de la esperanza
“Ningún
peronista de ley sabe lo que es renunciar a la esperanza”. Antonio Cafiero, año
1996
Antonio Cafiero fue parte de la tumultuosa y dramática historia
argentina del siglo XX que estuvo atravesada por los golpes de Estado, las catástrofes
económicas y sociales, las grietas y los enfrentamientos políticos feroces. Conoció
el éxito y también atravesó el llano, padeció la cárcel y la persecución, vivió
la pobreza y la bonanza, la ilusión y el desencanto.
Pese a todo y cuestión que lo caracterizó, Cafiero nunca perdió la
fe en la posibilidad de construir una patria justa, libre y soberana en la que
realmente valga la pena vivir y de la que nos sintamos orgullosos.
Su militancia se desenvolvió, en sus palabras, como un “obstinado canto a la esperanza”. En el
año 1996 en el Postfacio a la reedición del “Peronismo
que viene” convocó a los lectores y compañeros: “vamos, no queda tiempo para el desánimo o la queja inactiva, vacía
de propuestas. Hay otro camino. Y es posible la utopía de recorrerlo juntos
como solidarios y comprometidos argentinos del fin de milenio”. Que así
sea.
(*) Secretario de Investigación y Posgrado de
la UNLa. Autor del libro “Antonio
Cafiero, el estadista bonaerense”, FABRO, CABA, 2020.
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