Agencia Paco Urondo
9/4/2020
1-
En el marco de las intervenciones filosóficas generadas a raíz de los aportes
del pensamiento para pensar la crisis sanitaria global, se pudieron leer en
diversos medios tanto liberales como progresistas los aportes de filósofos
importantes como Zizek, Agamben, Byung-Chul Han, ¿pero que aporte tiene para
hacer el pensamiento nacional en este contexto?
Para
el pensamiento nacional argentino la Nación es una unidad de destino, un
principio de solidaridad social y una cultura compartida. Estos pilares se
desenvuelven a partir de un proyecto de desarrollo y de una voluntad política
organizada.
Esa
noción tiene mucha vigencia y actualmente los principales Estados del mundo
están implementando políticas nacionalistas. Se cierran las fronteras y los aeropuertos,
y se obliga a la población a quedarse en sus hogares. Se les otorga a los gobiernos
facultades extraordinarias y excepcionales para sostener los planes de
desarrollo y superar la crisis con el menor daño económico y social posible. Por
ejemplo, el Estado norteamericano, cuna del neoliberalismo, implementó el programa público de salvataje
económico más importante de su historia y destinó más de 2 billones de dólares para
subsidiar empresas, familias y trabajadores. El Gobierno alemán prohibió la
exportación de material de salud que puede ser necesario para atender a su
población e implementó un plan de apoyo económico superior a los 800 mil
millones de euros.
Actualmente,
para enfrentar el Coronavirus se privilegia, tal cual lo planteó el pensamiento
nacional argentino, el sentimiento y la identidad colectivas sobre las
libertades individuales. Se difunde el patriotismo al que Jauretche denominó
como la moral nacional que lleva a las personas a actuar solidariamente con sus
vecinos.
De
la misma manera que lo sostiene históricamente el pensamiento nacional
argentino, los países que planifican y que tienen programas de desarrollo soberano
como China, Japón o Alemania, pueden enfrentar de mejor manera los problemas.
2
¿Qué cree que refleja el hecho de discutamos con categorías europeas importadas
problemas para pensar la particularidad de nuestros problemas latinoamericanos?
Asumiendo que inclusive el impacto del COVID-19 tiene una especificad en los países
latinoamericanos.
En el
sistema internacional existe una división internacional del trabajo y de la
cultura y en ese esquema a Sudamérica le quieren imponer un rol de productor
agropecuario y de importador de tecnología y de manufacturas. En el terreno
intelectual ocurre lo mismo y nos quieren condenar a no tener filosofía, a
imitar el arte y a carecer de pensamiento propio.
A
nosotros nos caracteriza la dependencia. Argentina tiene dependencia financiera
y cultural con los EUA que son quienes controlan el dólar, la bolsa de Wall
Street y al FMI y que a su vez administran Internet y sus principales
aplicaciones. Con China la dependencia es principalmente comercial y
tecnológica. Hace varios años que Europa viene perdiendo la centralidad
comercial y tecnológica que supo tener en nuestro país y en la región. Lo que
sigue conservando es la preponderancia ideológica en los ámbitos académicos y entre
las clases medias altas que siguen buscando en la filosofía francesa o en las
ideas económicas inglesas, la solución a nuestros problemas.
Los
pensadores de nuestro continente deben romper amarras culturales con Europa o,
como dice Jauretche, reapropiarse de la cultura europea que ellos llaman universal
para implementar las soluciones nacionales que necesitamos. Se trata como dice
Ana Jaramillo, de iniciar un proceso de sustitución de ideas. Como resultado de
eso, vamos a poder resolver los dramáticos problemas de salud de Sudamérica que
son anteriores al Coronavirus y que no aparecen ni siquiera en agenda. Asimismo
y tema importante, vamos a poder tener una política de desarrollo y sanitaria
sudamericana, que hoy es inexistente.
3
¿Considera que el concepto de Comunidad organizada de Juan Domingo Perón puede
revitalizarse en un contexto como este?
El
concepto de Comunidad organizada lo presentó Perón en el año 1949 en el marco
del Congreso de Filosofía de Mendoza y esa noción tiene dos grandes aspectos.
Por un lado, es una forma de ordenar la política en el cual la organización
libre es el sujeto central de la soberanía. Esta idea de darle poder a
sindicatos o asociaciones de fomento barrial, suponía una diferencia con el
liberalismo que dice que el mercado y el ciudadano egoísta deben tomar las
decisiones. Además, en 1949 Perón también confrontaba con el estatismo
comunista.
Por
otro lado, la Comunidad Organizada era un intento de reunir a las personas a
partir de los valores de la solidaridad y del patriotismo. Perón creyó que
había que darle a la persona un sentido del deber con su comunidad y no
meramente una conciencia egoísta. El mercado y el consumismo por sí mismo no
construyen vínculos sociales estables y menos aún pueden mantener una nación en
el tiempo.
Actualmente,
Argentina tiene que implementar el combate al Coronavirus con la participación
de la Comunidad Organizada. Las redes familiares, las sociedades de fomento,
las iglesias, los sindicatos y los productores nacionales son fundamentales
para implementar la prevención y la política de salud y la asistencia social a
los más débiles. Para reunir y movilizar la sociedad debemos difundir y reforzar
los valores solidarios y humanistas.
Ni
el mercado egoísta, ni el Estado sin participación popular, pueden resolver los
problemas del país, incluyendo los actuales desatados por el Coronavirus.
4
La pregunta de Juan José Hernández Arregui; que indaga:"¿Qué es el ser
nacional?", ¿qué vigencia tiene en nuestros días?
Arregui
recalca el hecho de que la Conciencia Nacional es una identidad unificadora y
movilizadora de un pueblo. La nación es una unidad de destino. Además, Arregui
menciona que la Conciencia Nacional supone una conciencia histórica, cuestión
fundamental para comprender nuestro presente y no cometer los mismos errores
del pasado.
Hoy
es momento de afirmar nuestra conciencia histórica y de recuperar el legado
sanitarista del Ministro de Salud Ramón Carrillo y de recobrar la épica de
movilización de nuestro pueblo que superó diversas adversidades. Además,
necesitamos una Conciencia Nacional que movilice al país en su conjunto para la
efectiva resolución de nuestros problemas reales.
5
El Papa Francisco se posicionó sobre la manera de pensar la forma de enfrentar
globalmente al COVID 19 y habló de una barca en la cual estamos todos juntos.
¿Qué lectura realiza de este mensaje en este contexto de incertidumbre,
inclusive para las principales potencias del mundo?
Francisco
hace tiempo que viene marcando una agenda internacional alternativa al
neoliberalismo. Cuestiona la tiranía del dinero y de los bancos que descartan al hombre sumiéndolo en la pobreza
y el desempleo y que destruyen el medio ambiente.
Propone
un nuevo orden mundial en el cual la economía tenga una función social, el
hombre actúe de manera solidaria y en el cual la búsqueda de la dignidad humana
sean los grandes motores de la acción de las personas. En todos sus discursos
destaca que el egoísmo y la usura desenfrenada destruyen la sociedad.
Debe
quedar claro que los organismos internacionales de posguerra no resuelven los
problemas internacionales, e incluso en muchos casos los profundizan. Frente al
Coronavirus esos espacios ratifican esa incapacidad. Como dice Francisco, son
necesarias otras reglas e instituciones para el sistema internacional y debemos
forjar un nuevo sistema de valores.
6
¿Qué perspectivas económicas debería indagar el Gobierno del Frente de Todos, en
un contexto en el cual parecerse haberse construido una dicotomía entre economía
y salud pública?
Hay
actividades productivas, comerciales, bancarias y de logística que siguen
funcionando y sin las cuales se cortaría el abastecimiento de alimentos y de provisión
de medicamentos. Actualmente, se está analizando además la apertura parcial de
otras actividades importantes para la provisión del mercado interno y el
funcionamiento productivo. Hay que producir textiles, repuestos de maquinaria o
productos de ferretería que son esenciales. Además, todo eso mueve el trabajo
argentino y es necesario reactivar paulatinamente la actividad y usar las
nuevas tecnologías para eso.
En
los próximos meses la recesión económica será profunda y con esa realidad
aumentan el desempleo y la pobreza. De no recuperarse la actividad, también
puede producirse un desabastecimiento generalizado. En paralelo, cae la recaudación
tributaria y sube el déficit fiscal ya que hay mayores gastos públicos con
menor cobro de impuestos.
El
gobierno tiene que planificar la salida de la cuarentena, demore lo que demore.
Incluso, si no se corrige en las próximas semanas, deberá buscar otra metodología
como efectuar controles de la enfermedad en fábricas y lugares de trabajo. El
párate económico no puede ser permanente ya que va a generar el caos. Deben
ponerse en agenda todas las posibilidades.
Para
poder financiar el plan de recuperación productiva que el país necesita, Alberto
tiene que refinanciar la deuda e implementar una reforma integral del sistema
financiero dándole al Estado facultades para administrar el ahorro nacional. El
sistema de especulación y de fuga de capitales que padeció el país los últimos
años debe ser terminado de raíz. Además, el Estado debe controlar y planificar el
comercio exterior y las divisas que entran y que salen. En algún momento el
país requiere de una reforma tributaria que cargue la usura y no al trabajo y
la producción nacional.
Si
bien actualmente no están claros los plazos que durará la cuarentena, en algún
momento el gobierno deberá abordar el tema del empleo. Con esa meta, creo que
se puede retomar la experiencia del Plan Jefas y Jefas de Hogar de 2002. Además
la obra pública tiene que ser un gran generador de actividad y de trabajo
argentino como hicieron Néstor y Cristina a partir de 2003.
7-
Cual debería ser el rol de la militancia en este momento de crisis a raíz del
COVID 19?
La
militancia tiene que ser una polea de transmisión de los planes de gobierno y
debe comunicar la información oficial. Hay mucha desinformación y la campaña
del terror mediática inmoviliza y enfrenta a los argentinos.
Además
la militancia tiene que ser solidaria y debe contribuir desde cada lugar en la
que está a atender el drama social del pueblo argentino. Los vecinos trabajan
para solucionar los problemas de los edificios y de los barrios en donde hay
inseguridad y faltan los alimentos y los medicamentos. La militancia debe ayudar
a los mayores para pagar sus cuentas, comprar mercadería, acceder al plato de
comida cuando sea necesario y tiene que darles acompañamiento emocional. Hay
mucha angustia y temor y eso enferma y deprime. Hay sindicatos organizando
campañas de recaudación de fondos para comedores o centros de salud y diversas
experiencias de producción de los recursos que requiere la salud. Los curas
villeros mantienen comedores y asisten a la gente humilde junto al ejército y
el conjunto del Estado. Todas estas experiencias contribuyen a hacer posible el
“quédate en casa” que propone Alberto.
La
militancia debe llevar organización y conciencia. Además, es la gran
responsable de comunicar esperanza y fe, en que unidos y solidarios vamos a
superar el Coronavirus y todas las adversidades.
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