Aritz Recalde, junio 2017
En el año 1989 el entonces gobernador
de la Provincia de Buenos Aires Antonio Cafiero, convocó un ciclo de discusión “Simposio a 40 años de la comunidad
organizada: proyecciones del pensamiento nacional”. En ese marco, el intelectual uruguayo Alberto Methol Ferré (1929 –
2009) dio las palabras introductorias al panel de debate “Proyección de la Argentina en el mundo: integración y unidad nacional”.
Methol Ferré se inscribió en
la línea histórica del “federalismo de
Oribe, que fue el Comandante en Jefe del Ejército de la Confederación Argentina,
porque nosotros éramos “argentino – orientales”.
La ponencia del pensador
oriental está centrada en un discurso que dio Juan Perón en el año 1953 en la Escuela
Militar. En dicha oportunidad el mandatario argentino se refirió a las
vinculaciones de la Argentina con Chile de Ibáñez y con el Brasil de Getulio Vargas.
Ferré mencionó que la creación
del Uruguay independiente se originó como parte de las disputas entre la Confederación
Argentina y el Imperio del Brasil. Éste último gobierno ocupó el territorio
oriental y la bautizó Provincia Cisplatina.
Aprovechando las internas políticas
y las guerras entre los gobiernos iberoamericanos, el imperio inglés “ayudado por la oligarquía unitaria porteña”,
impulsó la creación del Uruguay emancipado de ambos países. La estrategia británica
de fundación del Uruguay se integró con la ocupación colonialista de Malvinas
del año 1833. La dominación neocolonial se mantuvo por décadas al punto de que
Methol destacó que en la segunda posguerra mundial “éramos el último baluarte del Imperio Británico”.
La decadencia inglesa y el
avance de los EUA en la región generaron nuevas dificultades al Uruguay, por el
hecho de que los norteamericanos eran exportadores de cereales y de carnes.
Methol destacó que “no éramos funcionales
con el nuevo imperio”.
En este nuevo contexto
internacional, Ferré consideró que Perón postuló por primera vez en la región la
creación de un orden político por fuera del “marco británico”. En la óptica del líder argentino había que hacer
una revolución nacional, poniendo en movimiento la industria pesada, la
siderurgia y el petróleo. Ferre desatacó que Perón le dice al ejército que la
Argentina era un país pobre y débil “cuando
la Argentina en aquella época creía que era el centro del mundo. Buenos Aires
era el París Latinoamericano. Lo creían todos menos Perón”. Con este diagnóstico
Perón manifiesta que “que solamente con el
entendimiento con Brasil, es posible superar la nueva fase histórica y que
viene la época de la superación de las naciones”.
Perón avanzaba en la certeza
de que la unidad latinoamericana sería el único reaseguro de la revolución
nacional industrialista. Methol destacó que Perón “empezó a pensar que Argentina era una patria chica” y a partir de
ello es que “le dice al ejército, especialista
en fronteras, no en defensa nacional” que “hablamos con Vargas y acordamos que si era necesario suprimir las
fronteras, las suprimimos”.
Methol Ferré concluyó su
ponencia sosteniendo “que me parece que
los peronistas no le han sacado el jugo a
Perón, que los pensamientos centrales de Perón han sido muy poco desarrollados.
Yo, al revés de mis compatriotas en Uruguay, que pensaban siempre qué lástima
que Argentina un país tan grande tenía un conductor tan pequeño como Perón (esa
era la opinión uruguaya), a mí me asombraba que un país tan pequeño como la
Argentina tuviera un conductor tan grande”.
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