Aritz Recalde, febrero 2016
La
restauración conservadora
CAMBIEMOS no
solamente impulsa un nuevo tipo de gobierno, sino que se propone destruir el
Estado empresario y de bienestar, para retrotraerlo al esquema anterior al año 2003.
El PRO y la UCR plantean modificar sustancialmente el modelo de desarrollo
nacional de la última década. Los ejes centrales de su propuesta consisten en
lo siguiente:
1-
Destinar los recursos del conjunto del país a las
arcas de la oligarquía terrateniente y de las grandes cerealeras.
La megadevaluación
del peso y la reducción de las retenciones a las exportaciones de granos,
implicaron una inmensa transferencia de recursos hacia los grandes grupos
agrarios. Para la mayoría de los argentinos, ambas decisiones trajeron
aparejadas la reducción sustancial de su poder de compra como resultado de la
inflación.
2-
Transferir el ahorro nacional y las empresas públicas al capital
trasnacional y a los grupos económicos concentrados.
Sus operadores
ya iniciaron el círculo de la especulación financiera, reiterando el ciclo del
oneroso endeudamiento inaugurado en el año 1976 y profundizado a la vuelta de
la democracia.
3-
Sustituir a la pequeña y mediana empresa
nacional por el trabajo extranjero.
Desde CAMBIEMOS
hicieron pública la eliminación de diversas medidas protectoras de la industria,
favoreciendo las importaciones de los excedentes de la producción mundial. Con
el pretexto de “bajar precios”, el gobierno anunció el ingreso de diversos
productos extranjeros, descomprimiendo el desempleo y los superávit comerciales
de las potencias. No se proponen interpelar a los formadores oligopólicos de
precios, sino simplemente beneficiar a los grupos económicos foráneos que los
llevaron al poder y a sus aliados de las grandes corporaciones internas que los
financian.
4-
Disminuir la participación de los trabajadores
en la distribución de la renta nacional.
La política
de desempleo es un medio, no un fin en sí mismo
En la
ideología neoliberal de CAMBIEMOS el trabajador es un mero costo en lo
económico y un enemigo potencial en el terreno político.
Por el
contrario, para el nacionalismo popular, el obrero es el centro del dispositivo
político y las acciones gobierno están centradas en su emancipación social,
cultural y política. En línea con la doctrina social de la iglesia y con los
movimientos socialistas o humanistas, el trabajo es conceptualizado como un
derecho fundamental y como un medio de realización humana individual, familiar
y colectiva.
Con la
finalidad de alcanzar los cuatro objetivos mencionados, CAMBIEMOS diagramó una
“política de empleo” que no es un fin en sí mismo, sino un “medio” para
beneficiar el programa de país dependiente de las clases dominantes. Tanto a
nivel nacional, como en los ámbitos de gestión de gobierno provincial (Jujuy o
Mendoza) y municipal (La Plata, Quilmes o Morón) aplican programas de despidos
masivos y arbitrarios. En paralelo a la disminución de empleos estatales, están
favoreciendo la expulsión de obreros del sector privado. Bajando el nivel de empleo, las clases
dominantes se proponen:
I-
Crear una masa de trabajadores sobrantes que les
permitan disminuir salarios (“ejército industrial de reserva”).
A diferencia del periodo 2003-15, actualmente el gobierno
nacional apoya a las patronales en sus políticas de reducción de puestos de
trabajo. Van a revertir las políticas laborales iniciadas en 2003, que
redujeron considerablemente el desempleo y vía subsidios universales,
paritarias y regulaciones (consejo del salario y leyes protectoras) mantuvieron
el piso del salario mínimo.
II-
Debilitar al sindicalismo reduciendo el número
de sus afiliados.
III-
Eliminar la pluralidad de opiniones existente dentro
del Estado y de las empresas privadas. CAMBIEMOS conduce al desempleo a miles
de trabajadores y busca instaurar un discurso único aplicando:
a-
una política del “temor al despido” como factor
disuasorio.
b-
la represión a manifestantes y el
encarcelamiento de dirigentes sociales.
c-
el silenciamiento mediático y la complicidad
judicial.
La reinstauración
de la Argentina dependiente
La situación
económica de la región no es muy favorable y nuestro principal aliado comercial
Brasil, no parece salir de la recesión en el corto plazo. Las cifras de
crecimiento de EUA, China y Europa tampoco son las más auspiciosas. En este
contexto, era de esperar el impulso a una política pública de apoyo al mercado
interno, manteniendo los ingresos de los trabajadores y el consumo popular. Al
aplicar la política de ajuste y de transferencia de recursos a los grupos concentrados,
CAMBIEMOS conduce al país a la recesión económica y a la destrucción de la
producción y el empleo.
Nuevamente
como en los años noventa, el sufrimiento de las familias argentinas va a
garantizar el nivel de vida de las potencias extranjeras y de los financistas
internacionales.
El país corre
el riesgo de perder una generación de trabajadores capacitados técnicamente,
profundizando nuestra condición económica y científica dependiente.
Una vez derrotada
la clase trabajadora y debilitado el empresariado argentino, los grandes grupos
económicos locales y extranjeros van a poder apropiarse plenamente de la
riqueza nacional.
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