“El Peronismo no es populismo, es revolución.” J.W. Cooke
“El pensamiento latinoamericano no puede sino ser revolucionario.
En cuanto deja de serlo se niega a si mismo, porque admite como inmutable la
situación que nos oprime.” J. W. Cooke
John William Cooke (1919 – 1968) nació en La Plata
y estudió derecho en la
UNLP. Originario de militancia en la UCR, accedió al cargo de
diputado nacional en 1946 acompañando el peronismo (desde la UCR Junta Renovadora ).
Entre sus intervenciones más notorias en la Cámara
de Diputados, estuvo la justificación de la expropiación del Diario La Prensa del año 1951. Allí
sostuvo que “Nosotros estamos con los
obreros, y estamos contra La Prensa, porque La Prensa siempre estará, como lo ha estado hasta ahora, contra
los obreros y contra nosotros”. En
otra oportunidad aseveró “Considero que la prensa comercial
vinculada al imperialismo es uno de los mayores peligros para los países que
luchan por su liberación. La expropiación de La Prensa fue un acto realizado
por los procedimientos que autoriza la Constitución. No
fue, como se dice, un atentado contra la libertad de de opinión, por que La
Prensa es una empresa comercial imperialista”.
Luego del bombardeo del país en el mes de junio del
año 1955, Juan Domingo Perón lo designó como interventor del Partido
Justicialista de capital federal. Caído el gobierno luego de la asonada militar
de septiembre, es arrestado y trasladado al sur del país.
Desde su exilio Perón lo designó como su representante en la
Argentina ya que “En él reconozco al
único jefe que tiene mi mandato para presidir a la totalidad de las fuerzas
peronistas organizadas en el país y en el extranjero y, sus decisiones, tienen
el mismo valor que las mías. En el caso de mi fallecimiento, delego al Dr. John
William Cooke, el mando del movimiento”.
Protagonista de la
resistencia peronista
“No escribimos para conquistar corazones sino
porque creemos tener razón, y esa razón sólo vale si la comparten las masas
trabajadoras que son las que hacen la política revolucionaria.” J. W. Cooke
A partir del año 1955 Cooke integró la resistencia peronista
contra las dictaduras y la violencia impulsada por el régimen. En esta etapa participó
en los Comandos de la Resistencia, en el intento de huelga general
revolucionaria del Frigorífico Lisandro de la Torre y acompañó la acción de la
guerrilla de los Uturuncos. El conflicto del Frigorífico Lisandro de la Torre
se extendió del 17 al 22 de enero y fue uno de los sucesos políticos de mayor
trascendencia que desarrollaron los trabajadores para enfrentar a las fuerzas
del gobierno desarrollista de Arturo Frondizi.
Fracasado el intento de huelga insurreccional Cooke se
exilió a Uruguay. A partir de ésta fecha dejó de ser el delegado de Perón.
Teórico de la
organización
“Un clima
de rebeldías individuales puede durar indefinidamente sin afectar al régimen
que las provoca. Solamente cuando la rebeldía está coordinada y encauzada en un
movimiento de liberación adquiere eficacia necesaria para luchar con éxito”. J. W. Cooke
Cooke mencionó que el peronismo era un Movimiento
compuesto por sindicatos, por miembros del partido en su rama femenina y
masculina y por otro conjunto de actores como los empresarios, el ejerció y la iglesia. En su óptica,
luego de 1955 la mayoría del ejército, la iglesia y de los empresarios
abandonaron al peronismo y se integraron al régimen.
Cooke se refirió a las fuerzas armadas y aseveró que “El Ejército es una institución humana, que
no tiene virtudes ni defectos al margen de sus componentes. No podemos pensar
en el Ejército de San Martín cuando el que ahora existe es el de Aramburu y
Quaranta, ni el de Mosconi y los jóvenes coroneles del 43, cuando ahora lo
integran gorilas, liberales y clasistas”. En otra oportunidad concluyó que “Las Fuerzas Armadas son el sostén de los
poderes económicos y reciben sus armas e instrucciones del Pentágono”
Cooke destacó que el Movimiento quedó compuesto
meramente por trabajadores. Los obreros eran la columna vertebral del peronismo
y oficiaban como la única garantía para el regreso del primer mandatario. Cooke se dedicó activamente
organizar a los trabajadores. En su punto de vista el peronismo estaba
atravesado por una tensión irresoluble entre un “Jefe Revolucionario y una masa revolucionaria por un lado; y por el
otro, cuadros intermedios donde abundan los especímenes de la vieja burocracia”.
En la óptica de
Cooke, el peronismo evolucionaba “radicalmente”
y “el programa de izquierda que hoy
sostenemos forma parte de lo permanente”. La radicalización del peronismo
avanzaba y el autor entendió que la dirigencia burocrática y el imperialismo,
eran su límite. Para superar ambos escollos, la dirigencia combativa tenía que
actualizar su doctrina y “Es allí, en esas posiciones ideológicas absurdas y
reaccionarias, donde está el mal y donde radica nuestra debilidad. (…) Y cuanto
más imprecisa, más indefinida, más ambigua sea la caracterización del
Peronismo, más podrán cobijarse bajo su bandera y utilizar su nombre para
cometer las más repugnantes estafas a la buena fe común.”
Más tarde o más temprano, la lucha contra el régimen
sería violenta ya que según Cooke el Estado liberal solamente “admite la discusión dentro del círculo de
hierro de sus propios dogmas”.
Para cumplir el mandato revolucionario hacía falta organizar
al “gigante invertebrado” del
peronismo y para Cooke “Una revolución
requiere partido revolucionario, jefes revolucionarios y mito revolucionario,
por un lado, y la ocasión, por el otro”. Sin una organización revolucionaria
consecuente, Cooke temía la disolución del peronismo. Escribió a Perón
afirmando que “Cuando Ud. desaparezca
también desaparecerá el movimiento peronista, porque no se ha dado ni la
estructura ni la ideología capaz de permitirle cumplir tareas en la nueva era
que ya estamos viviendo”
Puente entre la revolución Cubana
y el peronismo: el socialismo nacional
“La guerra
de Argelia, a punto de terminarse, ofrece otro caso, donde el nacionalismo toma
las únicas formas que pueden tomar hoy en día: formas socialistas. En América
Latina todos los movimientos de liberación nacional se declaran socialistas o
presentan programas socialistas, porque ya no hay revolución
democrática-burguesa posible. Y menos aún en la Argentina, donde el gobierno
peronista hizo todo el progreso que era posible realizar dentro de las
instituciones no-socialistas.” J. W. Cooke
En el año 1960 Cooke viajó Cuba y conoció a Fidel Castro y compartió
actividades con el Che Guevara. Su
estadía en la isla le permitió a Cooke vislumbrar la revolución. Producto
de su viaje aseveró que “de ahora en más,
cualquier movimiento liberador se cumplirá a partir de la Revolución Cubana.”.
Cooke invitó a Perón a Cuba ya que en su opinión “Las condiciones para una política
insurreccional mejorarán en cuanto nuestro alineamiento en el frente
revolucionario mundial se traduzca en conexiones concretas y medidas prácticas.
(...) Por intermedio de Fidel debe combinar una gira que incluya Cuba, URSS,
China, Argelia, etc. invitado por el máximo dirigente de cada lugar.” Perón
no acepto ni la invitación de Cooke, ni otras como la de Gustavo Rearte.
Cooke regresó a la Argentina con el objetivo de organizar la
resistencia a la dictadura y apoyar la formación del movimiento revolucionario.
En este nuevo marco histórico resignificó la lectura clásica de la Tercera Posición peronista y postuló la tesis del socialismo nacional. Su acción militante y su predica teórica lo
vuelven el intelectual más importante de la corriente de la izquierda peronista.
Cooke consideró que el peronismo era una revolución
nacionalista y antiimperialista que ponía al capitalismo demoliberal en jaque.
El peronismo era el “hecho maldito del
país burgués” y con esta certeza a cuestas Cooke aseveró que “Los comunistas, en Argentina, somos
nosotros, porque el imperialismo yanqui no se guía por definiciones filosóficas
sino por hechos prácticos: y el movimiento de masas que pone en peligro las
inversiones, el orden social y la “seguridad hemisférica”, eso es el
comunismo.”
Cooke murió en el año 1968 luego de una enfermedad terminal.
A pocos años de su muerte le escribió proféticamente al máximo mandatario “Cuando Perón no esté, ¿qué significará ser
peronista? Cada uno dará su respuesta propia, y esas respuestas no nos unirán
sino que nos separarán.”
El libro completo el Pensamiento de J. W. Cooke en las cartas con Perón se puede
descargar del siguiente link: http://www.cta.org.ar/IMG/pdf/j_w_cooke.pdf
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