Aritz Recalde, agosto de 2013
Ayer nomás, por fines de los años noventa,
participábamos de los cortes de ruta contra la desnutrición de los pibes.
Pedíamos bolsas de comida para los compañeros de los comedores que estaban insertos
en los barrios castigados del conurbano. Íbamos desde la universidad y no me
voy a olvidar nunca, la imagen de las villas miseria cubiertas de carros de
cirujas. Kilómetros y kilómetros de carros de cartoneros y de basura revuelta. En
esos paisajes de miseria y desgracia que tuvimos que apreciar, ahora vemos las
casitas de material, las cooperativas y la dignidad de los laburantes. ¿Te
olvidaste de esa realidad?.
Hace pocos años, mis colegas que trabajan en
escuelas públicas nos reconstruían la escena de la tragedia social argentina y contaban
-con un nudo en la garganta- que sus
alumnos llegaban a estudiar desnutridos, famélicos de hambre o con zapatillas
desechas. Iban a comer a la escuela y no podían ni siquiera prestar la menor atención…
tenían los ojos fuera de órbita… Frente a esa situación y muchas veces sacando la
plata de su propio bolsillo, los maestros les daban un mate cocido y un pedazo
de pan. ¿Viste que ahora con la Asignación Universal por Hijo eso no pasa más?.
Dale!, pensá un poco y decime: ¿no tenés memoria de esos pibes flacos en el
país de banqueros gordos?.
Fue hace muy poco cuando cruzabas a los
vecinos y te contaban que los rajaban de las empresas privatizadas o de las
fábricas quebradas. Luego ponían un kiosco o una tienda de pilcha que duraba
escasos meses y que luego cerraba. ¿Viste que ahora hay muchos negocios en
todos lados y que en los restaurantes se
hace cola?. Cuanta tristeza y cuantas frustraciones patria mía!. Recordá che!,
¿hace tanto fue lo del vecino que se fundió con el maxikiosco o la verdulería?.
Hace poco, muchos amigos de familias que
alguna vez fueron de clase media o trabajadora, iban a la “feria del trueque” a
ver si pichuleaban lo justo y necesario, para pasar el trago amargo de la
miseria espantosa. Nadie tenía ni una moneda y se intercambiaban productos y
servicios. Una lechuga por un velador viejo, un kilo de pan por una lata de
pintura usada, un albañil por harina. Antes te ganaba el desanimo y coleccionabas
piojos y variedades de hambre. ¿Ahora estás conflictuado por qué pagas impuesto
a las ganancias?.
Ayer nomás, hace sólo una década, les pagaban
a los empleados del Estado con “bonos”. Entre otras cosas, esos papelitos
servían para que los grupos trasnacionales fuguen los dólares de la Argentina. Corralito,
corralón y patacón y dejamos de ser una nación!. Aunque te hagas el distraído,
sabes que cada provincia tenía su propia moneda. Cruzabas la provincia y no te
aceptaban los “patacones”. Ya sé, claro, ahora tenes inconvenientes para
comprar los dólares que utilizas en las vacaciones o para subir la altura de tu
colchón. Si, si, ya sé! no podes dormir por lo que ocurre en el INDEC (qué no sabes qué es, pero algo escuchaste en
la TV). ¿Se olvidaron ya de esa Argentina pataconia?.
Años atrás las crisis mundiales que veías por
televisión producían recesión y ajuste en la Argentina. Luego de las crisis del
Tequila, del Sudeste Asiático o dios sabe qué cosa, se producían el cierre de
empresas y los frecuentes ajustes salariales. La ficción que veías por la TV se
hacía realidad!. ¿Dónde estaba el viento de cola?. ¿Recordás cuando se cumplían
las catástrofes anunciadas en la TV?. “Hay que pasar el invierno”, la “economía
de guerra”, “el riego país”, hay que dar “señales a los mercados”!..uffff.
¿Viste que ahora nunca se cumplen los desastres que auguran todos los días y a
toda hora los periodistas y la oposición?. Más allá de las mentiras de los
pronosticadores del fin de la Argentina, el país crece y junto a él, sus hijos.
¿Te diste cuenta de eso?.
Hace muy poco, ibas a los mercaditos y hasta la
comida o la ropa que usábamos era importada. Hacé memoria y recordá también cuando
las etiquetas de la pilcha que tenías puesta eran de afuera y lo mismo ocurría
con los repuestos, con los electrodomésticos o con los juguetes. El trabajador que
hacía esas cosas también era del extranjero, ya que en la Argentina no se
producía nada. En ese país no estaba Guillermo Moreno defendiendo a la
industria y de eso seguro que te acordás, ¿no?. ¿Te olvidaste qué era no conseguir
laburo en años?. Dale, hacé memoria que fue hace poco!.
Fue hace escasos años, cuando los
universitarios iniciaban un exilio social junto a miles de argentinos, que iban
a hacer el trabajo que no imaginarían en su país. Viajaban con plata prestada a
Europa o a los Estados Unidos y en muchos casos, en los aeropuertos los
recibían como delincuentes y los atoraban con humillantes entrevistas. ¿Te
acordás las colas en las embajadas?, ¿de las consultas a los parientes sobre si
era posible obtener la doble nacionalidad?, ¿de los amigos clandestinos que escapaban
de la policía europea para no ser deportados? y ¿de tus familiares viviendo
afuera?. Aprovechá que se vuelven de Europa
corridos por el desempleo y que regresan a trabajar y a vivir a la Argentina
que vos tanto criticas. Dale, pediles que te cuenten de qué país se fueron y
qué nación encontraron ahora que gobernaron Néstor y Cristina.
Que época che! Teníamos relaciones carnales
con los Estados Unidos, éramos el “ejemplo del Fondo Monetario Internacional”. Menen
con Bush, el “uno a uno de la convertibilidad”, que país dios mío!. Hoy el
ejemplo del FMI son España, Grecia o Italia. Ahora tu país es un “mal ejemplo”
para los poderosos y se planta y Cristina da cátedra en la ONU o en el G 20 y
se une con Latinoamérica como quiso el San Martín que te enseñaban en la
escuela. Ahora que sos digno en el mundo y que tus presidentes se plantan y no dejan
que te humillen los mismo que te robaron, ¿le decís soberbia a tu presidenta?.
Ahora que son tuyos la aerolínea de bandera,
el correo, el agua, las jubilaciones, la moneda, y que recuperaste el petróleo
que te robaban, decís que el país “está divido”. El país estaba fundido y
saqueado y ¿eso era la armonía política y los buenos modales que vos defendes?.
Pero claro, vos que siempre miraste al extranjero te olvidaste de ayer nomás:
mirá lo que pasa en Europa y te vas a acordar!.
Hace pocos años le creíamos a los periodistas y no como ahora que tenemos la Ley de
Medios!!. Era el tiempo en que Neustadt, Grondona y Clarín brindaban por las
privatizaciones y anunciaban lo bueno que ello depararía al país y al mundo. Luego
te diste cuenta que nos mintieron y nos robaron todo y se llevaron hasta el deseo de ser, en esa Argentina campeona
del desanimo. Creíamos en el periodismo independiente y así nos fue, ¿no te
parece?.El país fue vaciado por los bancos, las AFJP y los grupos económicos que tienen guante blanco y funcionarios amigos con carretilla saqueadora. Te enteraste en el año 2001 y saliste a la calle y el Presidente de La Nación asesinó decenas de argentinos por eso. Vos que le decís autoritaria a Cristina, ¿te olvidaste que mataban gente en el país por “reclamar lo que les corresponde” como dice la canción?. Ahora que tus impuestos construyen hospitales, rutas, universidades, que ponen ladrillos con PROCREAR o que le dan una mano a las PYMES con el Banco Nación. Ahora que tus impuestos ya no generan solamente “ricos en el extranjero”, ¿decís que te persigue la AFIP?, ¿qué te agobia el Estado?.
Hace menos de diez años los viejos no se jubilaban, las amas de casa no tenían contrato ni obra social y los trabajadores conocían los despidos y no las paritarias. Claro, ahora pagas ganancias!... antes ahorrabas solamente tristeza, desempleo y mesiadura. ¿Te olvidaste ya de eso?.
Recuerdo todos los padecimientos que pasábamos los argentinos. Y siempre la misma respuesta… ¡claro!, la culpa era nuestra y frente a tanta desgracia escuchábamos el clásico “somos argentinos viste” o “este país no tiene arreglo” o eso de que “en el extranjero no pasa”. ¿Advertiste qué el país se va arreglando y que los “ejemplos del extranjero” están fundidos como motor sin aceite?. Dale, tomate cinco minutos y prendé la TV, la computadora y fíjate que pasa en el mundo.
Ya sé! Ya sé!. Cuando te iba mal la culpa de
todo era del gobierno corrupto y ahora que te va bien es porque “tenés
capacidad y trabajas”, te “rompes viste...”. Ahora tenés un gobierno que te
permitió salir del destino linyera al que estabas predestinado y andas bacán en
tu autito y tus pibes van a la escuela o la universidad y sueñan con ascender
socialmente (como les contaba su abuelo de ese otro país que le habían robado!!). Ahora lo tenés frente a vos y no
lo ves y por el contrario, sos de los que dicen que “está todo mal” y que la
inflación te corroe la vida en la cola del supermercado mientras descargás el
changuito lleno. Sos de los que en la caja del negocio y mientras compras la
pilcha de primera marca, decís que “en este país no se puede vivir” y que “el
INDEC” miente. Te mintieron a vos por décadas!
¿no te parece?.
No sé vos, pero yo no me olvidé de nada de lo
que ocurrió ayer nomás. ¿Decís que somos resentidos los peronistas kichneristas?!!.
Y sí mi amigo!, por tanta desgracia que pasamos, por tanta ulcera que llevamos
puesta entre las tripas después de masticar amarguras, lo somos un poco. ¿Pero
sabes qué?, además y profundamente, amamos a esta querida patria y a su hermosa
presidenta, que por primera vez en décadas, nos permite vivir mejor a todos y a
todas.
La mayoría mejoramos de a poco, como hacían
nuestros abuelos. Construimos de una piecita a vez y vamos agrandando la casa y
la nación toda. Otros como vos, no se conforman con la piecita y quieren
construir un edificio en dos meses. Y claro, como no pueden, están dispuestos a
demolerlo todo. No!!. No queremos eso
para la patria y sus hijos. Sé que falta mucho y no desconozco que hay miles de
colegas que siguen teniendo necesidades insatisfechas. Pero luego de malvivir
lo que ocurrió y de sufrir la tragedia que conllevó el fracaso, también aprendí
a conocer lo que “no quiero que se repita”.
Por eso te cuento, que por procedencia
popular somos kichneristas. Sabemos, con conciencia histórica de ello, que
nuestra presidenta trabaja en aras de un ideal, que es ver emancipados a los
trabajadores de todos sus sufrimientos. Solamente te pido a vos que te tomes un
segundo y que tengas memoria de lo que ocurría ayer nomás. Mientras tanto,
nosotros vamos a seguir trabajando y soñando, ya que tenemos la certeza que nos
otorga la razón y la convicción que nos da el sentimiento, de que es necesario
y de que es posible, construir la felicidad de la patria y la grandeza de la
nación Argentina.
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