Aritz
Recalde, junio 2019
En el año 1993 la Dirección General de
Escuelas lanzó el “Programa Infantil Bonaerense Educativo Solidario” (P.I.B.E.S).
A partir de 1996 la iniciativa tuvo algunas modificaciones y pasó a denominarse
“Programa Pibes Bonaerenses”. La iniciativa fue financiada por el Ente del
Conurbano Bonaerense y la Coordinación estuvo a cargo de Ángel Oviedo.
El propósito del P.I.B.E.S era brindar
una experiencia educativa y recreativa a estudiantes bonaerenses, con el
objetivo de “conocer e investigar otros
ámbitos de la Provincia, desde sus aspectos geográficos, históricos y
socioculturales, con orientación ecológica”. Con esta finalidad, eran
llevados a la Costa Atlántica los alumnos de 7mo grado (1 año del tercer ciclo
del E.G.B.) de escuelas públicas y especiales de poblaciones de bajos recursos.
Previo al viaje (Etapa Escolar) los
responsables educativos de las áreas de Ciencias Naturales, Ciencias Sociales,
Formación Ética y Ciudadana y de Educación Física, abordaban en clase los temas
- problemas de discriminación, de prevención de adicciones, de convivencia, de
identidad, de cuidado del ambiente y de derechos humanos y del niño. Estos
contenidos eran retomados para trabajar con los estudiantes durante la estadía
en la Costa Atlántica (Lección Paseo).
La permanencia en las ciudades
balnearias era de seis días y de cinco noches y se visitaron las localidades costeras
de Mar del Plata, Miramar, San Bernardo, Villa Gesell y Necochea (PIBES 1995;
1996). La iniciativa incluyó juegos motores, excursiones al aire libre, vida en
la naturaleza y actividades deportivas (PIBES 1996).
Entre los años 1993 y 1997 participaron el
importante número de 250.000 estudiantes:
1993
|
1994
|
1995
|
1996
|
1997
|
69.133
|
90.702
|
103.337
|
135.000
|
147.000
|
Elaborado en base a
datos de Pibes Bonaerenses 1998
La
función social del P.I.B.E.S
Muchos de los niños que participaron de
la experiencia no conocían la Costa Atlántica, no habían estado en un hotel o
directamente no habían salido de viaje y de vacaciones. El P.I.B.E.S buscó la
igualdad de posibilidades y la equidad social para los hijos de las familias
humildes.
La maestra Adriana Pérez Garmendia
intervino con sus alumnos en el Programa y escribió una emotiva reflexión.
Mencionó que los adultos estaban más entusiasmados que los hijos, ya que “en su mayoría no han ido de vacaciones en toda
su vida”. Destacó que todos los niños tenían que tener las “mismas oportunidades” y para eso debían
poder “conocer” otra realidad ya que “compartir
una habitación bien arreglada, un baño confortable, una mesa bien servida puede
ser un gran incentivo para no resignarse con lo que heredaron. Porque estoy
convencida que estos casi jóvenes podrán gozar de estas circunstancias como sus
padres no pudieron hacer, y no por no merecerlas. Porque los únicos
privilegiados son los niños, no como un dicho, sino como un derecho adquirido,
por el mero hecho de ser niño. Y porque deseo que dentro de un corto tiempo,
poder hablar de la palabra mar, no esté más vacío de contenido en poesía o
geografía, sino una vivencia feliz, tangible y real que marcará seguramente un antes
y después del Programa Pibes Bonaerenses” (Pibes Bonaerenses 1998).
Los reportes pedagógicos elaborados por
los profesores del Programa, dieron cuenta de que los niños reforzaron vínculos
de convivencia, de tolerancia y de cooperación y que muchos menores
problemáticos mejoraron el comportamiento con sus compañeros y con los docentes.
Pibes
Bonaerenses
En 1996 la Dirección General de Cultura
y Educación realizó reformas al Programa inicial. A partir del formato “Pibes
Bonaerense” participarían 5to, 6to y 7mo grado. El universo de estudiantes no
sería meramente el de las escuelas del conurbano de zonas de bajos recursos,
sino que se abrió a todos los establecimientos de la provincia.
En 5to grado se incluyó una primera
etapa recreativa, cultural y deportiva en las escuelas y el viaje se integró a una
segunda parte del Programa. De esta forma, el Pibes Bonaerenses cubría un ciclo
de tres años en los cuales las instituciones realizaban tareas en las áreas
intelectual, artística y deportivo-recreativa. Las actividades eran ejecutadas en
conjunto con las municipalidades, los Centros de Educación Física, las escuelas
y la Dirección General de Cultura y Educación (Pibes Bonaerenses 1998).
El Programa ejecutó acciones tendientes
a edificar la “identidad personal y
bonaerense” de los estudiantes. Se trabajaron con la comunidad educativa y con
las familias los conceptos de participación social y de solidaridad.
La cultura bonaerense
“Escuela
y comunidad, estamos aquí reunidos formando la identidad de este suelo
Argentino”.
“Canción de Identidad” escrita por alumnos de 4to, 5to y 6to grado de Escuelas
Bonaerenses
Las excursiones del PIBES y del Pibes
Bonaerenses, se orientaron a profundizar los conocimientos sobre ecología,
historia, geografía y aquellos centrados en la cultura provincial.
En el año 1995 las escuelas participaron
del concurso “Buscando la Bandera
Bonaerense”. El P.I.B.E.S tomó dicha política educativa como parte de sus
actividades. Resultado del concurso, más de 2000 niños propusieron 500 modelos
de banderas para la provincia (PIBES 1995).
Desde 1996 se incluyó el eje vertebrador
“identidad bonaerense” y en palabras de
Ángel Oviedo “el segundo ciclo de 3019
escuelas de la E.G.B. ahondaron en esta mágica búsqueda de la identidad, nunca
acabada y siempre enriquecedora, y entre compañeros, docentes, familiares y
comunidad elaboraron actividades para desempolvar el recuerdo, mostrar raíces,
celebrar la memoria” (PIBES Bonaerenses 1998).
Como parte del Programa, en diversas
escuelas se organizaron actividades tendientes a reflexionar sobre la identidad
bonaerense. Los estudiantes realizaron entrevistas a sus padres y abuelos sobre
las prácticas de deportes y acerca de los juegos de “ayer
y de hoy”. Ejecutaron consultas sobre la nacionalidad de origen de sus familias
y acerca de cuáles eran sus actividades laborales. Una institución de Olavarría
investigó sobre la familia de los pueblos originarios de los Catriel. Alumnos
de una escuela de la localidad de Rojas mencionaron, con orgullo, que “nuestra identidad es bien argentina y sobre
todo bonaerense”. Estudiantes y docentes de Lengua y Edición Artística
hicieron dibujos y escribieron una emotiva poesía:
Desde
hace meses que estamos trabajando muy contentos,
para
aprender con los chicos, sobre cosas que yo entiendo.
Lo
sé porque vivo aquí, en esta bella provincia,
donde
se puede hacer todo, porque ella todo lo brinda.
Nos
da la Pampa ondulada, el trigo, el mar, las riberas,
y
el sueño eterno del hombre de hacer verdad sus quimeras.
Es
el lugar, que yo pienso, fue elegido para hacer de él un sitio distinto,
de
hombres con mucha fe.
La
fe que les da la tierra, tan fértil como ninguna,
un
sol y un cielo brillantes, que no lo asustan las brumas.
Si
hasta en el lugar que vivo, junto al Río Paraná,
los
seíbos cantan al viento, que son la Flor Nacional.
Y
los gauchos que estuvieron, en esta tierra bendita,
nos
legaron la guitarra, la huella y la sortija.
Por
eso espero que nunca ningún bonaerense olvide,
que
pertenece a esta tierra, que si la quiere, la cuide,
que
sólo el trabajo nuestro sin odios y sin rencores,
hará
que estemos al frente ¡y seamos los mejores!
La
logística del Plan
Dada la envergadura del Programa se
conformó una importante estructura logística que incluyó la capacitación del
personal y la formulación de manuales de procedimiento. Se trabajó con mucho
detalle la organización de la amplia comitiva del viaje y la planificación de
la estadía de niños y de docentes y para eso se contrataron supervisores de
servicios y de acompañamiento docente y pedagógico (1 profesor cada 10
alumnos). Se planificó con antelación la seguridad de los participantes y la
cobertura sanitaria durante las 24 hs, entre otros temas.
Luego de la primera experiencia de 1993,
se tomó la determinación de utilizar los hoteles de los sindicatos que eran de
mayor envergadura que los privados, tenían comedores más amplios y su personal
estaba preparado para recibir turismo social. Estas características hoteleras
facilitaban la organización y evitaban desdoblar los cursos o tener que
movilizar a los jóvenes a la hora de comer.
El menú fue evaluado nutricionalmente y
los proveedores se obligaban a cumplir un servicio de calidad del almuerzo,
cena, desayuno y de la merienda que era preparada en viandas para facilitar las
excursiones.
A más de dos décadas de implementado el
PIBES y en pleno siglo XXI, la deuda social con los niños de la provincia sigue
siendo inmensa y la mitad de ellos es pobre.
Para empezar a saldar este terrible drama, es necesario forjar una
identidad bonaerense que nos marque un rumbo, que nos dé una renovada ética de
convivencia humana y que nos otorgue una nueva fe para encarar la necesaria e impostergable
refundación de nuestra tierra.
Bibliografía
PIBES (1995), Informe General, Dirección General de Cultura y Educación, Provincia
de Buenos Aires.
PIBES (1996), Programa Infantil Bonaerense Educativo solidario, Dirección General
de Cultura y Educación, Departamento de Impresiones, Provincia de Buenos Aires.
PIBES bonaerenses (1998) Años 1997 –
1998, Dirección General de Cultura y Educación, Departamento de Impresiones,
Provincia de Buenos Aires.
Oviedo Ángel (2019) Entrevista
personalizada.
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