Aritz Recalde, mayo 2017
CAMBIEMOS está impulsando una
actualización del proyecto de gobierno del liberalismo Argentino del siglo XIX.
Alberdi postuló que “civilizar
es poblar” y con esa finalidad se importaron hombres (inmigración), leyes y
costumbres (anglosajonas) y manufacturas (importaciones). Con las campañas
militares impulsadas por Rivadavia, Mitre o Sarmiento se eliminó al indio y se
redujo la población criolla. Con la educación oficial se borraron las menciones
a las tradiciones étnicas originarias y a la hispánica criolla. El libre
comercio y la libre navegación de los ríos destruyeron la industria nacional,
para suplirla por la manufactura extranjera.
CAMBIEMOS actualizó el mandato
de los fundadores del Estado liberal y hoy se trataría de “extranjerizar para
civilizar”. El gran objetivo del modelo de desarrollo es entregarle el país al capitalista
foráneo, ya que sería el único medio de progreso y de crecimiento nacional.
La “confianza inversora”
La política económica está
dirigida a generar “confianza”, para que los financistas extranjeros inviertan
y se apropien del país. La idea de “confianza” es el fetiche de los
neoliberales y sus planes económicos son verdaderos “tratados de promesas y
señales de cordialidad”.
Cuanto menos nacional sea la
economía de la Argentina, estaríamos demostrando que el mundo “cree en
nosotros”. Para garantizar el programa, CAMBIEMOS nombró gerentes de
multinacionales foráneas que toman todas las decisiones del gobierno (CEOS).
Negociamos de manera
deshonrosa la deuda externa desconociendo los acuerdos de 2005 y 2010 para
generar “confianza en los mercados”. Entregamos a bajo precio los recursos
naturales para generar “señales a los mercados”. Eliminamos impuestos a los
grupos económicos (retenciones y blanqueos), aumentamos tarifas a costa del
quiebre de las PYMES y permitimos que la canasta de alimentos se trasforme en
mera divisa. No hay regulación, ni metas nacionales y sociales para el mercado
de los alimentos y la devaluación y la eliminación de retenciones están
acrecentando sideralmente el precio del pan, la carne o la leche. El hambre
nacional es una meta de gobierno por el hecho de que produce un “excedente”,
que se exporta para obtener dólares.
Para atraer capitales
colocaron a las “metas de inflación” como el eje del programa de desarrollo.
Con esta justificación, elevaron tasas de intereses que “sacarían pesos de la
economía”. El lucro financiero es extraordinario y no hay actividad productiva
que deje semejante ganancia. Además y tema central, el corazón de su lucha por
los precios está orientada a reducir la capacidad de compra familiar “enfriando
la economía”. La caída del consumo y la suba de la pobreza son una política de
Estado, que busca ganancias extraordinarias del capital como “mecanismo de
atracción inversora”.
Los grupos económicos
concentrados pueden fugar dinero sin límites y las empresas oligopólicas
reciben todo tipo de prebendas para hacer del país “una meca inversora”. La
fuga de capitales y la salida de dólares en circuitos especulativos, es
justificada con el hecho de que salimos del “corralito” y el “mundo confía”.
Hay que atraer inversores
empobreciendo la familia argentina
CAMBIEMOS propone refundar las
relaciones laborales, construyendo el modelo de “trabajadores seductores”.
Para acercar inversores hay
que reducir salarios forzando paritarias inferiores a la inflación. El gobierno
aplicó una devaluación con el objetivo de bajar los sueldos en dólares y que
los “inversores” vengan a nuestro país. Los obreros locales deben ganar menos
que en Bangladesh y los empresarios tienen que duplicar la rentabilidad
internacional.
El enfriamiento de la economía
justificado en las metas de inflación, puso en el congelador a los pobres e
indigentes que esperan la primavera ya anunciada hace un año por el
oficialismo. CAMBIEMOS adelantó que “las medidas en curso permiten que podamos
hoy lanzar una nueva fórmula: hay que pasar semestre”.
Como resultado de plan de
gobierno se redujo el consumo y la actividad del mercado interno está
estancada. La recesión coexiste con tasas de inflación que en el año 2016 se
acercaron al 40%. La fuga de capitales, la especulación financiera
cortoplacista y el aumento de la desigualdad son tres rasgos fundamentales del
proyecto de gobierno.
El descalabro de las cuentas
públicas es financiado con deuda externa. Este mecanismo deja grandes ganancias
para los CEOS y bufet de abogados que intermedian en nombre de “la confianza
mundial en la Argentina”.
Decálogo político de CAMBIEMOS
1- Gobernar es contratar. La gestión de
gobierno es una rama de la economía política y “extranjerizar la Argentina es
un medio de engrandecer a la patria”.
2- Cayeron las fronteras y las naciones no
existen. Las nociones de soberanía, de proteccionismo económico o de justicia
social, son categorías de un “pasado populista que no termina de morir, frente
a lo nuevo que está naciendo”.
3- Todo el poder a los CEOS. Las funciones del
Estado Nacional Argentino serán transferidas al capital extranjero y a sus
países de origen.
4- Argentina es un país de servicios. El
empresario argentino es ineficiente y poco competitivo y es por eso que el
capital local será trasferido a la banca extranjera e importaremos
manufacturas. Los europeos y norteamericanos traerán trabajo digno
caracterizado por “los salarios bajos, la precariedad y la ausencia de leyes
sociales”.
5- El trabajo esclavo atrae inversores. El
obrero debe perder ingresos y la “pobreza sudamericana cautivará capitales y
reducirá la inflación”.
6- El desempleo es la mejor escuela de
formación política frente al populismo gremial.
La destrucción de puestos de trabajo permitirá reducir el poder sindical
y derogar las arcaicas leyes sociales.
7- Volvemos al Primer Mundo. Con apoyo y
asesoramiento norteamericano, debilitaremos el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC
ya que no nos permiten integrarnos a los EUA o la Comunidad Europea.
8- El reclamo de soberanía en Malvinas
deteriora la confianza inversora. Argentina le dará la política energética del
océano Atlántico al extranjero, abandonará sus exigencias territoriales, pedirá
disculpas a los británicos por la guerra de 1982 y creará “unidades de apoyo
psicológico a Kepler y soldados ingleses”.
9- Argentina es un país anglosajón. Los medios
de comunicación serán trasferidos a los EUA y la actividad cultural asimilada
desde las usinas ideológicas extranjeras.
10- Confianzudos del mundo
unios. La alegría es el mandato de la hora y los pueblos deben sentarse a
esperar la lluvia de inversiones ya que CAMBIEMOS “le avisó a Donald Trump que
somos buena gente”.
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