Aritz Recalde, marzo de 2013
No
me interesa opinar sobre Bergoglio, quién por otro lado, no militó orgánicamente
en GH.
Simplemente,
considero oportuno polemizar en pocas líneas el argumento que sostiene que Guardia
de Hierro es de derecha. Esa denominación es una simplificación. Por el contrario,
los
militantes de GH forman parte de una generación juvenil que se abocó
masivamente a la política, articulando su proyecto personal, con los anhelos
revolucionarios y de cambio social de los sectores populares de la Argentina y Latinoamérica.
La
agrupación nació en el año 1962
vinculada al “gallego” Alejandro Álvarez y a Héctor Tristán. Éste último, era un
dirigente de origen anarquista, había militado en ámbitos sindicales y participó
activamente en la resistencia peronista junto a figuras como John W. Cooke y
otros “duros” de la lucha popular contra las dictaduras. El “gallego” Álvarez, con
una formación ideológica de izquierda, militó en la Unión de Estudiantes
Secundarios (UES) y también participó desde
el llano, en la resistencia peronista.
Desde
su origen, ambos dirigentes tuvieron una práctica intransigente, anti
burocrática y promovieron el trabajo social y sindical con las bases. Desde su
creación, los miembros de GH mantuvieron una línea política de enfrentamiento a
las posiciones negociadoras de Vandor, de la dictadura de Onganía y del resto
de los militares. Con el paso del tiempo, la agrupación sumó dirigentes
políticos de izquierda universitaria, como fue el caso del socialista Roberto
Grabois proveniente del Frente Estudiantil Nacional. En GH participaron
intelectuales como Amelia Podetti, que formó parte de las Cátedras Nacionales y
que dirigió la Revista Hechos e Ideas. Se sumaron dirigentes de procedencia
juvenil católica, como fue el caso de Julio Bárbaro y también de origen judío,
como el mencionado Grabois o el economista de Mendoza Roberto Roitman.
Las
lecturas de sus miembros son una radiografía del intenso debate cultural de la
época, que supo articular a Mao, con Perón y con el nacionalista y marxista
Juan José Hernández Arregui. Tal cual documentó Humberto Cucchetti, GH debatió
un amplio espectro de autores y de ideas, incluyendo aquellas ligadas con la
renovación religiosa de Theillard de Chardin, con las tesis de la lucha armada
de Ernesto Guevara o con el nacionalismo socialista de Frantz Fanon. Según
Julio Bárbaro, leían además a Marechal, a Carl von Clausewitz o a Sun Tzu.
Los años sesenta y
setenta, fueron una etapa de lucha y de resistencia para los militantes de GH. Sus
integrantes protagonizaron una empeñada resistencia contra la violencia
institucional de las dictaduras, actuaron en barriadas humildes con los más
necesitados y otros integraron la acción sindical en ámbitos como la CGT de los
Argentinos.
Fueron parte de una épica de lucha y de cambio social, conjuntamente a miles de
jóvenes y de trabajadores de izquierda, católicos y nacionalistas.
Entrados
los años setenta, sus miembros promovieron la Organización Única del
Trasvasamiento Generacional (OUTG)[1]
que se avocó, centralmente, al trabajo barrial con el pueblo. Toda ésta etapa
los vio lejos del poder, de los cargos de gobierno y de las diversas corporaciones.
En
el año 1973 apoyaron la candidatura de
Campora y luego la de Perón. En este contexto, reforzaron una posición
sumamente crítica de la lucha armada, cuestión que los distanció de la Tendencia y de la
guerrilla de izquierda marxista. Se propusieron como “guardianes de Perón”
y defendieron una línea política de apoyo al presidente, cuestión que los
definió como “verticalistas” del primer mandatario. En este contexto, no
mantuvieron vinculación orgánica con López Rega, ni con la CNU o con sectores
del sindicalismo de derecha.
Toda esta etapa los
distancia claramente de cualquier calificación de “derecha”. Por el contrario,
formaron parte de una generación juvenil comprometida, incluso con sus propias
vidas, con el cambio social y político.
Su articulación era con las bases y no participaron en las estructuras de poder
partidario, empresarial y sindical. Incluso, gran parte de ellos no aceptaron
cargos públicos en el año 1973.
Muerto Perón en julio
de 1974, para gran parte de GH llegó la hora de disolver la agrupación. Frente a ésta decisión, un sector controlado
por Álvarez, continuó con las actividades políticas. A
partir de ésta fecha, no es del todo correcto hablar de GH, sino de un “desprendimiento”
o por lo menos, de las actividades de una fractura política que no da cuenta del
funcionamiento y de la historia de la agrupación.
En
el año 1975 éste sector de GH inició un
vínculo con Isabel Perón. Algunos de los ex miembros de GH, justifican su apoyo
a Isabel en el intento de evitar el golpe de Estado, reiterando la iniciativa
de otras expresiones políticas como fue el caso del Partido Comunista
Revolucionario (PCR).
Tal
cual menciona Alejandro Tarruella, Jorge
Bergoglio se vinculó a los miembros de GH a partir de su participación en la
Universidad del Salvador. Según este autor, en el año 1975 Bergoglio nombró
en la universidad a dos miembros de GH: Francisco “cacho” Piñón y a Walter
Romero. Piñón fue quién le entregó en el año 1977 la designación de Profesor
Honoris Causa al almirante Emilio Eduardo Massera. Bergoglio y muchos sobrevivientes de la dictadura
ligados a GH, adujeron que estas acciones tuvieron que ver con un “pacto”, para
salvar la vida a dirigentes políticos.
A
partir de acá, el comportamiento de algunos de sus miembros fue abonando la
tesis de GH de “derecha”. Una mistificación similar ocurrió con la Tendencia y las
luchas políticas de los años setenta, que fueron caratuladas a la vuelta de la democracia
como uno de los “dos demonios” que “condujeron a la dictadura”.
Bibliografía
·
Alejandro
Tarruela, Guardia de Hierro,
Sudamericana, Buenos Aires, 2005.
·
Horacio
Verbitsky, Un
ersatz, Página 12 14/03/13.
·
Humberto
Cucchetti, Combatientes de Perón,
herederos de Cristo, Prometeo, Buenos Aires, 2010.
·
Julio
Barbáro, Juicio a los 70,
Sudamericana, Buenos Aires, 2009.
·
María
Sucarrat, La universidad del Salvador
nunca retiró el honoris causa a Massera, Tiempo Argentino, 25/11/12.
[1] Grabois conoció a Tristán en España en el marco de una reunión con Perón. A su regreso en el año 1971, se formó la Mesa del Trasvasamiento Generacional (MTG) con Alejandro Álvarez (GH), Roberto Grabois (FEN), Dardo Cabo y Julián Licastro. La MTG se disolvió y Álvarez y Grabois profundizaron sus vínculos que culminaron en el ingreso de éste último a GH.
1 comentario:
Interesantes data y ubicación temporal. La referencia epocal ayuda a entender.
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