sábado, 20 de abril de 2024

La campaña electoral de Manuel Fresco en la provincia de Buenos Aires

 Aritz Recalde

Publicado en Revista Investigación en Movimiento

“La sede de mi gobierno, más que la capital de la Provincia, será su territorio, que he de recorrer continuamente en todos sus rumbos, para conocer personalmente sus necesidades y sus deficiencias”. Manuel Fresco, 15 de junio de 1935

“Nosotros no queremos mentirle al pueblo, no queremos engañarlo. Lo que exponemos desde las tribunas, lo hacemos con la expresión concreta de ideales y propósitos que dejamos escritos en los diarios del país, en folletos que se difunden en toda la Provincia, hacemos transmisiones radiotelefónicas para que se oigan en todo el país y lo hacemos en forma directa, entre orador y pueblo que escucha. Así entendemos el ejercicio de la democracia y así tratamos de educar al pueblo para que éste pueda emitir su voto y elegir su gobierno”. Manuel Fresco, 25 de octubre de 1935

 

En el año 1935 la Asamblea del Partido Demócrata reunida en la ciudad de La Plata, proclamó por unanimidad su fórmula para las elecciones de la gobernación bonaerense.  Manuel Fresco y Aurelio Amodeo serían los responsables de representar a la fuerza en la disputada contienda. A partir de acá, se inició una novedosa campaña que duró varios meses y en la cual el binomio recorrió los distritos de la provincia organizando multitudinarios actos y asambleas. 

A continuación, vamos a describir los principales proyectos presentados por Manuel Fresco a lo largo de la campaña. Con esta finalidad, tomaremos como fuentes, centralmente, los discursos que fueron transcriptos y reunidos en la obra “Ocho meses de campaña electoral” (Fresco 1936).

Los tres ejes fundamentales de la estrategia electoral fueron:

Primero. La inscripción de la campaña como parte del proceso político abierto en la revolución de septiembre del año 1930. De acá surgen dos cuestiones. Por un lado, la justificación del golpe militar realizado contra el presidente Hipólito Yrigoyen de la UCR. Además, Fresco reivindicó los programas de gobierno nacional iniciados a partir del año 1930 y centralmente los ejecutados en la gestión de Agustín P. Justo.

Segundo. La reorganización del Partido Demócrata y la implementación de estrategias  modernas para la difusión del mensaje entre la masa del pueblo.

Tercero. La formulación de un programa integral de políticas de Estado para la provincia, que fue presentado en actos y en asambleas y que fue difundido por los órganos de comunicación de masas creados en la etapa de campaña.

La inscripción de la campaña como parte del proceso político abierto en la revolución de septiembre del año 1930.

 

El significado de la democracia y de la Ley Sáenz Peña

“Trabajamos por el porvenir de la Nación. Hacemos obra de gobierno. Afirmamos las instituciones democráticas. Creamos la disciplina y el orden. Imponemos el trabajo, la seriedad, la mesura en la administración de los intereses públicos. Construimos sin demoler. Vamos hacia adelante, sin volver la vista atrás”. Manuel Fresco 25 de agosto de 1935

 

Manuel Fresco fue un activo protagonista y un defensor del golpe de Estado del año 1930. Sus argumentos para justificarlo fueron diversos y tuvieron que ver con temas económicos, sociales, culturales y políticos. El día 22 de junio de 1935 estando en la localidad de Baradero, remarcó que “queremos que los ideales de la Revolución de Septiembre de 1930, que han sido el norte inflexible del Gobierno del General Justo, continúen imperando en la provincia de Buenos Aires, animando nuestra acción cívica y estimulando nuestro patriotismo” (Fresco 1936: 17). 

El contexto internacional estaba atravesado por disputas geopolíticas derivadas de la crisis del capitalismo liberal, del ascenso del comunismo ruso y de las nuevas fuerzas políticas del fascismo italiano, del corporativismo portugués y del nazismo alemán. Durante la campaña bonaerense del año 1935 Fresco se manifestó contrario a la izquierda y también cuestionó las negativas derivaciones sociales que traían aparejado el libre mercado y la no intervención del Estado propias del capitalismo liberal. Es bueno destacar, que durante la campaña -y también en el gobierno bonaerense-, Fresco y sus funcionarios se inscribieron en la tradición política e institucional liberal y republicana[1]. Durante esta etapa no plantearon cambiar los principios fundamentales del sistema político cómo y por ejemplo, habían considerado el presidente José F. Uriburu y algunos de los pensadores corporativistas y nacionalistas que lo apoyaron en el año 1930.

En este contexto, desde el Partido Demócrata bonaerense se propusieron disputarle a los radicales el sentido y los alcances de las nociones de democracia y de reforma electoral.  En un acto en la localidad de Saladillo del mes de septiembre, Fresco efectuó una pública defensa de la reforma electoral de la Ley Sáenz Peña. Puntualizó que la propuesta tenía un conjunto de principios a sostener: “El secreto del voto; lo respetamos; La obligatoriedad del voto; la respetamos; La Descentralización del comicio; la respetamos. No sólo respetamos la ley, sino que la perfeccionamos” (Fresco 1936: 99).

El día 22 de octubre en Chivilcoy sostuvo que “no quiero dejar de decir una vez más a los ciudadanos de Buenos Aires, que queremos el comicio libre, honesto, leal” (Fresco 1936: 146). Tres días después en Torquinst estableció que “creemos en el pueblo y en la democracia, que es el poder del pueblo” (Fresco 1936: 156).

El candidato del Partido Demócrata argumentó que la UCR había aplicado métodos violentos para acceder al poder. Él y un grupo de activistas conservadores, habían sido baleados en la localidad de Lincoln. A lo largo de la campaña denunció lo que consideraba era una violación permanente de las “libertades ciudadanas”.

Cuestionó la agresión con armas de fuego que habían recibido sus compañeros de partido. Nombró, entre otros casos, los atentados que recibieron el legislador y ex ministro Luis María Medús y Sánchez Elía quién fuera candidato a vicegobernador de Rodolfo Moreno. Sostuvo que “¿Se han olvidado ya que en Pehuajó nos asesinaron al doctor Artigas y al doctor Julio Naón, al terminar un acto electoral (…) en la plaza de Lincoln, donde fuimos bárbaramente acribillados a balazos (…) ¿se olvidaron que en la plaza del Once, donde se levantaba una tribuna antipersonalista, fue muerto de un tiro por el Klan radical, institución democrática por excelencia desde el punto de vista irigoyenista, Pío Iturria y herido el doctor Reynelli? ¿Se han olvidado que en las calles Paraná y Corrientes, en momentos en que se oía una tribuna la voz valiente del doctor Cantoni, fue agredido a balazos?. Incidentes en la localidad de las Flores dejaron el saldo de dos muertos, en Campana balearon camiones de propaganda partidaria y recibieron disparos de armas de fuego militantes en San Andrés de Giles. El 22 de octubre en la ciudad de Chivilcoy Fresco directamente sostuvo que “he recibido en la presidencia del Partido varias denuncias de atropellos, que revelan la ejecución de un plan terrorista para intimidarnos (…) Reaparece, ciudadanos, como un fuego fatuo aquella institución tenebrosa que se llamaba el Klan. A medida que la seguridad de la derrota penetra en el espíritu de los caídos, se afirma el sentimiento de la violencia en ellos y las armas substituyen a las palabras con sus trágicas consecuencias” (Fresco 1936: 101-104, 145-146).

Fresco denunció la aplicación de procedimientos electorales fraudulentos, revirtiendo la carga de las acusaciones que su fuerza política recibió históricamente por parte de la UCR. Sostuvo que “de ciento diez comunas, nos despojaron con la trampa, el fraude y la violencia de sesenta y dos municipios. No hubo sistema y procedimiento, por más refinado que fuera, que no se pusiera en práctica, recurriendo unas veces a los concejos deliberantes, otras veces a las presiones de la policía, otras a las resoluciones del ministro de gobierno y otras veces a los fallos de los tribunales, y llegaron en su afán de no perturbar todo lo que formaba parte de la gran colectividad irigoyenista, a corromper a la Suprema Corte de la Provincia”  (Fresco 1936: 108).

En un acto en Tres Arroyos el 26 de octubre denunció que “Apenas puesta en juego la Ley Sáenz Peña, en 1911, necesitaron la intervención nacional para triunfar en Santa Fe, la necesitaron en Buenos Aires en 1917, en Salta, en Corrientes, y como a pesar del apoyo oficial no pudieron conquistar la supremacía en San Luis, la tuvieron permanentemente intervenida” (Fresco 1936: 191). 


Reivindicación de las Políticas del Gobierno Nacional

“Después de quince años de gobierno radical, señores, la provincia de Buenos Aires quedó en una postración que no puede compararse sino con la de un Estado que saliera de una guerra penosa, y que saliera derrotado... Es que hay que decirlo, señores: el radicalismo derrotó a Buenos Aires. La revolución del 6 de septiembre encontró a Buenos Aires pobre, endeudada, llena de trampas y de empeños; sin esperanza”. Manuel Fresco, 15 de agosto de 1935

 

Manuel Fresco consideraba que durante el período que trascurrió entre 1930 y 1935 el país se “restablece; se ha organizado la administración; hemos gobernado con honestidad; hemos mejorado las condiciones de vida del pueblo, estabilizando la moneda y creando un régimen económico severo que permite aspirar a una época mejor para el pueblo trabajador de la República”. En otro acto remarcó que “desde 1932 hasta el presente, más de cuarenta leyes han sido incorporadas al cuerpo jurídico de la Nación” (Fresco 1936: 31 y 136).

Un tema que destacó positivamente en varias oportunidades,  fue la creación de las Juntas Reguladoras de carnes y de granos que le dieron estabilidad al campo argentino en el marco de una profunda crisis mundial.

Fresco reivindicó la política de vialidad que impulsó el presidente Justo. En el año 1932 el mandatario nacional sancionó la ley 11.658 creando la Dirección Nacional de Vialidad sobre una entonces Dirección General. La norma aprobó la apertura de un Fondo Nacional de Vialidad compuesto con contribuciones a las naftas y aceites, aportes de rentas generales, recursos de la ley 5315/07 de concesiones ferroviarias y emisión de bonos, entre otros recursos. El ente gubernamental desarrolló una importante labor y del año 1932 al 1944 aumentó la red caminera de 3200 a más de 30.000 kilómetros (Piñeiro Iñiguez 2021: 181).  En el punto de vista de Fresco, con dicha política pública se “ha transformado la economía interna del país, abriendo vías de comunicación amplias y cómodas (…) la obra caminera realizada desde 1930 ha sido tan importante que puede afirmarse, sin incurrir en error, que en los últimos cuatro años se han construido en el país caminos que alteran toralmente la fisionomía vial de la República” (Fresco 1936: 113-114).

En un acto en Tres Arroyos Fresco remarcó que “en materia de engrandecimiento material, se ha realizado un esfuerzo excepcional con la construcción de una obra pública que abarca todo el país y que ha distribuido a manos llenas escuelas, hospitales, asilos, puentes, caminos, diques, canales, no improvisadamente ni jugando con la inversión inmoderada de la renta, sino obedeciendo a planes elaborados con prudencia y contemplando las necesidades de cada provincia y de cada territorio” (Fresco 1936: 197). Todas estas políticas habían creado puestos de trabajo en “momentos en que la desocupación es un cáncer terrible de la vida  económica argentina” (Fresco 1936: 171).

El candidato demócrata destacó la inversión realizada del gobierno nacional en educación. En un acto del mes de octubre del año 1935 Fresco mencionó que entre septiembre de 1930 y el presente, habían aumentado la cantidad de escuelas en la provincia de 2080 a 2154 y el número de maestros de 7876 a 10.992. Luego de casi dos décadas de incumplimientos, se pagó puntualmente el sueldo de los maestros bonaerenses (Fresco 1936: 116, 117 y 168).

 

La reorganización del Partido Demócrata y la implementación de medios de comunicación modernos para la difusión del mensaje entre la masa.

“Tengo fe en el pueblo de la provincia; conozco sus ideales con los cuales me he identificado en todas las horas, e interpretado sus anhelos y sus esperanzas, espero confiado el momento decisivo del comicio”. Manuel Fresco 21 de julio de 1935

 

Manuel Fresco diagramó una novedosa y moderna estrategia para interpelar y movilizar al pueblo. Un tema fundamental, es que se propuso darle al partido una base social amplia, disputándole a la UCR el electorado de los sectores medios y de los trabajadores manuales urbanos y rurales.

Con esta finalidad, impulsó una estrategia de campaña que incluyó la movilización de activistas y la implementación de técnicas modernas de formación de la opinión pública. Fresco se propuso refundar su fuerza política ya que y en sus palabras del día 15 de junio de 1935 “El Partido Demócrata Nacional ha vivido una época de caos y crisis permanente (….) Este periodo de transición, de inadaptabilidad, lo alejó de la vida permanente de agitación que caracteriza a los partidos modernos y que le dio en la oposición tan definida personalidad. Las tribunas se acallaron, sus organismos directivos se tornaron pesados y displicentes, su malestar interno lo hizo abúlico y despreocupado y la falta de estímulo en la lucha, lo creó en “el estado de lasitud”. Hoy señores, todo ha cambiado, sus objetivos realizados, sus mecanismos de dirección en plena actividad, su juventud agitada, brotan por todas partes centros como retoños de primavera. Ha retomado vigorosamente el contacto con el pueblo que lo acoge con brío, entusiasmo y emoción (…) más de tres mil quinientos encargados de mesa y otros tantos fiscales de comicio, recorren campos y ciudades, toman contacto con electores a quienes visitan, consultan, solicitan, interesan y vinculan a la acción partidaria en un plan militarmente organizado” (Fresco 1936: 7 y 9).   


La era de la movilización de masas

“El vasto territorio de la Provincia ha sido recorrido por nosotros en marcha triunfal. Caminamos hacia el éxito. Nada ni nadie puede detenernos. Las sombras del pasado luctuoso que sufrió el país no volverán. No volverán porque ha de impedirlo la opinión consciente del pueblo de la provincia de Buenos Aires”. Manuel Fresco, 22 de septiembre de 1935

 

Una de las características centrales de la campaña electoral de Fresco, fue la amplia movilización popular realizada en asambleas municipales y en diversos actos públicos en los cuales divulgó sus ideas y sus propuestas. El 22 de octubre desde Chivilcoy remarcó que “mis propósitos de gobierno expresados en esta intensa y larga campaña electoral de más de medio año – la más intensa y más extensa que ha realizado jamás ningún otro partido político argentino- están en conocimiento del pueblo elector. He hablado para todos desde cada una de las ciudades de la Provincia que he recorrido” (Fresco 1936: 146).

Disponiendo del apoyo organizativo de Daniel Videla Dorna, su partido efectuó un histórico desfile en las calles de la Capital Federal el día 13 de octubre de 1935 (Pagni 2023: 205-210) (Walter 1985: 190). En un acto realizado en la localidad de San Isidro el día 18 de octubre, Fresco se refirió a la masiva manifestación y sostuvo que “Perdura aún en mi espíritu la intensa emoción que me produjera el desfile entusiasta y clamoroso de la inmensa muchedumbre humana que se volcara en horas, conducida por todos los medios de transporte, en las calles de la Capital Federal, para rectificar con su presencia el decidido apoyo de la opinión popular al Partido Demócrata Nacional”. El candidato demócrata enfatizó “el éxito indiscutido de aquel acto democrático sin precedentes en la historia política del país” (Fresco 1936: 121).

Según sus estimaciones, fueron 100 mil los manifestantes que dieron nacimiento a una nueva era política y “Nunca el Partido Demócrata Nacional ha realizado una campaña electoral tan amplia y tan intensa como ahora, ni tampoco encontró jamás mayor apoyo en la opinión, ni mayor entusiasmo en el pueblo por el triunfo de sus principios y sus ideales” (Fresco 1936: 125).

El 20 de octubre desde un estrado en la localidad de Neocochea sostuvo “se ha destruido la vieja leyenda de la mayoría radical en la provincia de Buenos Aires. No han podido ellos realizar el más mínimo acto de carácter cívico popular que compense, no digo ya el acto de la Capital Federal, sino ni siquiera cualquiera de nuestras asambleas locales” (Fresco 1936: 133).

 

La tecnología moderna aplicada a la campaña electoral

“La difusión de estas asambleas populares por la radiotelefonía, me ha permitido dirigirme desde cada ciudad a los ciudadanos de toda la Provincia”. Manuel Fresco 29 de septiembre de 1935

 

La actividad proselitista demócrata bonaerense incluyó una potente política de comunicación a partir de crear cadenas de diarios, semanarios y periódicos que, según Fresco, en el mes de junio del año 1935 registraban “ciento cuarenta y nueve unidades, con un tiraje mensual de un millón de ejemplares, para la difusión de noticias, artículos, programas y de acción democrática. Se ha creado la semi prensa de la agrupación. Manos febriles percuten en nuestra secretaría los teclados de numerosas máquinas de escribir y miles de circulares, cartas y telegramas dirigidos a los distritos ordenan, disponen, aconsejan, asesoran, responden”.

Los demócratas distribuyeron centenares de miles de folletos con su obra parlamentaria. Se sumaron a la campaña músicos y pintores para “dotar al Partido de instrumentos modernos, aconsejados por la técnica de la propaganda electoral” (Fresco 1936: 8). 

Un tema de avanzada para la época, fue el manejo de la comunicación política que se hizo desde las radios que llevaron un mensaje superando las distancias geográficas y los límites del analfabetismo de los electores. Fresco puntualizó que “Diez grandes broadcasting mantienen despiertos a nuestros afiliados y simpatizantes, haciendo llegar a los oídos alfabetos y analfabetos el programa de gobierno (…) Quienes no me oyeron de viva voz, me oyeron por radiotelefonía” (Fresco 1936: 8 y 146).  

El candidato demócrata disputó activamente la comunicación de la esfera pública y “camiones en circulación permanente fijan medio millón de carteles mensuales en los ciento diez distritos y distribuyen otros tantos volantes, proclamas y manifiestos” (Fresco 1936: 8). 

 

 El programa del Partido Demócrata bonaerense

“Tenemos una orientación política (…) Nos acogemos a la verdad de un programa que reconoce fundamentos históricos y que tiene arraigo y prestigio tradicionales, que se orienta resueltamente en el sentido de todas las reformas políticas, sociales y económicas exigidas por los nuevos métodos y las sucesivas necesidades de la vida. Nunca fuimos conservadores para defender rutinas vetustas, preocupaciones atrasadas, privilegios aristocráticos o favoritismos odiosos. Lo fuimos y lo somos para defender lo que es la esencia misma de nuestra nacionalidad”. Manuel Fresco, 29 de junio de 1935

 

Durante la campaña electoral Manuel Fresco puntualizó en más de una oportunidad que cumpliría el programa del Partido Conservador de Buenos Aires. A esta definición, en el mes de junio del año 1935 le agregó que debía tenerse en cuenta la “evolución constante de la vida de las sociedades para su mejor gobierno, sin sentirnos atados a preceptos rígidos que pudieron tener su oportunidad en siglos pasados, pero que hoy constituyen una rémora para nuestros tiempos” (Fresco 1936: 19).

Atendiendo esta necesaria evolución, el candidato fomentó propuestas rupturistas con la tradición social, política, cultural y económica de los partidos de su tiempo y de los grupos económicos e intelectuales liberales.   

 

Economía e intervencionismo estatal

“Consciente de mi responsabilidad, anticipo desde ya que participo en la convicción de quienes entienden que es necesario para la prosperidad común, la intervención del Estado en las industrias privadas que afectan los intereses sociales”. Manuel Fresco, 22 de septiembre de 1935

 

Manuel Fresco propugnó la intervención del Estado en la regulación de la economía. Cuestionó que “Buenos Aires carece de una legislación destinada a proteger las industrias que constituyen la base de su patrimonio económico”. En este marco, se proponía “asumir desde el gobierno la responsabilidad de encauzar y dirigir las corrientes económicas, orientando y defendiendo las industrias privadas”. Para justificar esta nueva política argumentó que “si giramos la vista a nuestro alrededor y percibimos lo que pasa en el resto del mundo, en las naciones más civilizadas, encontraremos que en todas ellas ha sido necesario que el Estado impusiera la organización y el orden, para que la balanza económica pudiera mantenerse, tanto en el mercado interno como en el comercio exterior” (Fresco 1936: 146-147).

El 25 de octubre en la localidad de Coronel Suarez reivindicó la ley de granos y las juntas reguladoras creadas por el Poder Ejecutivo Nacional, que habían permitido mantener un precio mínimo de los cereales en un contexto de crisis internacional  (Fresco 1936: 174).

Políticas agrarias y de colonización

Fresco instaló en la campaña el tema de la colonización agraria. El 22 de junio del año 1935 sostuvo que “convencido de los beneficios que ha de reportar a la colectividad en general el parcelamiento de la tierra, estudiaremos para realizarla enseguida, la entrega de las tierras que pertenecen al fisco, en lotes moderados, a los actuales arrendatarios con preferencia, y a todos aquellos que deseen adquirirla con propósito de trabajo personal” (Fresco 1936: 25). El día 25 de octubre en Coronel Suarez retomó la cuestión y propuso crear un catastro parcelario para tener conocimiento de toda la tierra pública y en particular la que fue apropiada de manera indebida mediante títulos fraguados, para luego poder “entregársela al pobre labrador”  (Fresco 1936: 176). 

En diversos actos destacó su voluntad de sancionar leyes protectoras para fijar precios mínimos de los productos, revirtiendo el inconveniente resultante de la caída de los valores en el mercado mundial.

Incluyó en su programa la creación de chacras experimentales, el fomento a la industria pesquera en los mares, lagunas y ríos, el apoyo al crédito ganadero y agrícola, el impulso a la lechería, a la industria de la frutilla y el tomate y a la explotación de canteras. Fresco argumentó que su programa no era totalmente novedoso en la Argentina y que la protección de las industria locales ya había dado buenos resultados en el norte del país con la protección del azúcar y en cuyo donde se estimulaba la producción vitivinícola (Fresco 1936: 38, 119, 128 y 148). 

El 8 de septiembre en la ciudad de Junín resumió su propuesta de la siguiente manera: “en el orden económico la sanción de una legislación rural de fomento a la pequeña propiedad, con el parcelamiento de las tierras fiscales, entregándoselas al agricultor que trabaja directa y personalmente esas tierras, estimular la sanción de leyes protectoras que establezcan el precio mínimo de esos productos, desenvolvimiento del crédito ganadero y agrícola, instalación de mercados regionales en el territorio de la Provincia, creación y fundación de chacras experimentales” (Fresco 1936: 82).  

La seguridad y la reforma de la policía

En un acto en la localidad de Nueve de julio del día 22 de septiembre, Fresco mencionó que reprimiría los delitos producidos en la campaña rural. Centralmente, hizo referencia al cuatrerismo. Propuso con este fin crear una Comisión Especial integrada con juristas, miembros policiales y productores rurales.

Retomó el tema de la seguridad en un acto en Pigüé del 25 de octubre. Allí  se refirió a la reforma policial sosteniendo que “no me gusta la policía prepotente y brava. En cambio, tengo simpatía por la policía bondadosa y amiga de todos”. Propugnó la necesidad de tener una fuerza disciplinada e impulsó la creación de una policía judiciaria, “formada por abogados, para que los sumarios reflejen el pensamiento jurídico de hombres capacitados  (Fresco 1936: 162).


La reforma educativa

Durante los actos de campaña Fresco prometió impulsar varios cambios para la educación, incluyendo la mejora en los salarios y en la inversión en infraestructura.

Se proponía dar solución a lo que consideró era una negativa desconexión educativa con el mundo de la producción y del trabajo. Puntualizó que existía un “exceso de maestros, bachilleres y universitarios” y promovió en su lugar una educación para el trabajo que requería “obreros especializados que nuestro pueblo no está hoy en condiciones de suministrar”  (Fresco 1936: 23). Con este fin, fomentó la apertura de institutos de enseñanza práctica, escuelas orientadas a las ramas de la industria, de los oficios y del arte manual para “dotar a las nuevas generaciones con la aptitud que requiere la industria moderna (…) hay que hacer escuelas prácticas de artes y oficios, de enseñanzas manuales y agrícolas (Fresco 1936: 117 y 162).

En la ciudad de Baradero el día 22 de junio sostuvo que su gobierno entablaría la lucha contra el analfabetismo y promovería la educación física (Fresco 1936: 23 y 24).

Sin dar demasiados detalles, el 26 de octubre en la localidad de Tres Arroyos mencionó que impulsaría la educación religiosa. Puntualizó que “nuestra Constitución establece la obligación de informar la enseñanza escolar en los principios de la moral cristiana” (Fresco 1936: 192). 

Políticas sociales y sanitarias

El candidato a gobernador sostuvo en campaña que promovería un Departamento de Trabajo y otro de Higiene. 

En un acto en Bragado del día 21 de julio de 1935 Fresco estableció que “como médico que ejerce su profesión, encontrarán mis conciudadanos los motivos de mi preferencia por los problemas que crea la asistencia social. En contacto diario con el dolor y la enfermedad, conozco y aprecio las tribulaciones de los pobladores del territorio de la Provincia, cuando les aflige algún mal físico (…) la carencia de institutos especializados en la atención de múltiples y diversos casos que plantea la cirugía moderna en todas las variedades obliga al habitante pobre a mendigar su asistencia en los grandes hospitales de la Capital Federal, peregrinando a veces de uno a otro sin encontrar cama” (Fresco 1936: 49). 

A partir de este diagnóstico, el candidato promovió la construcción de un instituto de cirugía, la creación de hospitales, sanatorios y la programación de una política integral de prevención, de asistencia y de curación de la tuberculosis (Fresco 1936: 49 y 137).  

Finanzas públicas y reformas tributarias

Uno de los ejes de la campaña fue su reivindicación del equilibrio presupuestario y de la necesaria racionalización de la administración pública. Sobre éste último aspecto, Fresco remarcó que había que reordenar las entidades burocráticas “sistematizando sus servicios y agrupando las oficinas dispersas por la analogía de sus trabajos, en núcleos orgánicos que simplifiquen el expedienteo y el movimiento en las gestiones y trámites de asuntos, cuyo ordenamiento facilitará el ahorro en los gastos y una mayor eficacia en la acción permanente de la vigilancia en los intereses comunes” (Fresco 1936: 21). 

Con el fin de alcanzar el equilibrio presupuestario, Fresco remarcó la necesidad de revisar y de consolidar la deuda pública para reducir los servicios de amortización. En su punto de vista, el endeudamiento de las gobernaciones radicales había sido parte de una mala política de “imprevisión” y “desorden”. El día 15 de agosto sostuvo que el “problema financiero de Buenos Aires, que fue también el de todo el país, comienza al poco tiempo del advenimiento del radicalismo: comienza cuando se gasta desmesuradamente, cuando se gasta lo que hay, y se gasta, desordenadamente, más de lo que se puede (…)  en el año 1915 la deuda de la Provincia oscilaba alrededor de los cuatrocientos millones de pesos; después de consolidada la deuda del radicalismo que encontró la revolución, esa cifra alcanza a setecientos treinta y cinco millones (…) en 1915 cada habitante de la provincia debía contribuir con la suma de diez pesos con treinta centavos para la atención de la deuda pública de la provincia (…) en 1931… cada uno de nosotros debió aportar al fisco, por medio de los distintos impuestos, la suma de diecisiete pesos con ochenta centavos. Casi el doble (Fresco 1936: 56 y 59). 

Se proponía  aumentar la recaudación modernizando las oficinas públicas y modificando las cargas tributarias atendiendo las diferencias de ingresos.

En varios actos Fresco remarcó la necesidad de implementar una reforma impositiva. La misma estaría caracterizada por cobrar impuestos “proporcionados a las fortunas y las ganancias de los contribuyentes; de la disminución paulatina hasta su extensión, de los gravámenes al comercio y a la industria que pesan en realidad sobre el consumidor”. (Fresco 1936: 118). Hizo hincapié en la importancia de avanzar en un sistema tributario que tenga justicia distributiva. En este sentido, cuestionó que un “pequeño y modesto propietario de una insignificante chacra”, pague lo mismo que un “poderoso rico que tiene enormes extensiones de tierra privilegiada”. Puntualizó que “corresponde modificar la tasa impositiva de la revaluación territorial para desgravar a las clases pobres con tasas más bajas y gravar a los privilegiados, a los potentados, a los muy ricos, porque una razón de justicia distributiva establece y determina que el beneficio debe ser proporcional al sacrificio” (Fresco 1936: 174).   

Sostuvo que la contribución inmobiliaria tenía que “guardar relación con el rendimiento económico y transformarse en una verdadera cédula especial de impuesto nacional sobre la renta” (Fresco 1936: 21).

Propugnó la modificación de la valuación de la tierra avanzando en un esquema progresivo para la “justa y equitativa distribución de las cargas públicas” (Fresco 1936: 47). 

 

Resolver el déficit ferroviario

Durante la campaña Fresco cuestionó el déficit para el presupuesto que ocasionaba el Ferrocarril Provincial a Meridiano V, siendo en su punto de vista el origen de “la más importante proporción de la deuda pública” (Fresco 1936: 21).

El candidato reconoció la importancia que encontró el ferrocarril al surgir entre los años 1910 y 1913. Entre sus principales razones originarias, estaban las de fomento de la producción agropecuaria, el contralor de la tarifa de los transportes particulares y el apoyo a las corrientes de exportación. Con el tiempo su función se fue desdibujando y Fresco cuestionó que y “como ocurrió con el Ferrocarril Oeste, la incapacidad industrial del Estado, lo hizo causa de ingentes pérdidas al erario”.

Proponía para resolver el problema pasar el servicio a la esfera del Estado Nacional o convertirlo en empresa mixta (Fresco 1936: 22, 46-49).

 

Bibliografía citada

Fresco Manuel (1936) Ocho meses de campaña electoral, S/E, La Plata.

Pagni Carlos (2023) El Nudo, Planeta, CABA.

Piñeiro Iñiguez Carlos (2021) Alvearismo y justismo. La  fractura política en los años 30, PROMETEO, CABA.

Walter Richard (1985) La provincia de Buenos Aires en la política Argentina, Emecé, Buenos Aires.



[1] Solamente en uno de los actos de campaña del año 1935, Fresco se manifestaría públicamente crítico al voto secreto. En una reunión en Olavarría del día 26 de octubre de 1935 destacó que “siempre fui un ciudadano celoso y respetuoso de las normas del sufragio universal y del voto obligatorio”. Acto seguido, Fresco criticó el “cuarto oscuro” al que caracterizó de “encrucijada de la traición de los cobardes” que había permitido la asunción de Yrigoyen. Más allá de esta caracterización, allí no postuló su derogación, sino que promovió un cambio de valores entre el electorado y afirmó la tradición liberal del país: “reorganicemos nuestra democracia, obliguemos al voto, pero estimulemos los tradicionales sentimientos nobles del pueblo argentino; reorganicemos la mentalidad civil de nuestra juventud, para que vuelvan a surgir, de tiempo en tiempo, los San Martin, los Necochea, los Sarmiento, los Avellaneda, los Pellegrini, que jamás se refugiaron en la mezquindad oblicua del cuarto oscuro” (Fresco 1936: 179-184).

domingo, 17 de marzo de 2024

Aritz Recalde: “El peronismo tiene que darle un nuevo mito movilizador a la militancia"

 Entrevista de JUAN BORGES para la Agencia Paco Urondo  


14 Marzo 2024

 

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo ve al peronismo actualmente?

ARITZ RECALDE: El peronismo atraviesa una crisis en cuatro dimensiones: de representación, de identidad, de organización y programática.

La derrota electoral del 2023 refleja la crisis de representación y el deterioro de su relación con la masa popular. Anteriormente, el justicialismo nacional fue vencido en 2013, 2015, 2017 y 2021.

En 2023 el espacio fue derrotado a nivel nacional por una fuerza política nueva, sin mucha trayectoria. La Libertad Avanza no tenía un armado político territorial, si bien en la segunda vuelta tuvo el sostén del PRO. En la última etapa de la campaña Milei no recibió apoyo de buena parte del periodismo concentrado y pese a todo se quedó con muchos de los votos que en otras épocas estaban al Frente para la Victoria y al Frente de Todos.

Además del descalabro nacional, el justicialismo perdió varias provincias como es el caso de Chaco, Santa Cruz, San Luis, San Juan, Santa Fe y Entre Ríos. Incluso, ganando como fue el resultado de la provincia de Buenos Aires, perdió un importante caudal de votos en relación a elecciones anteriores.

Las clases medias y también los sectores populares, mayoritariamente, le dieron la espalda a los candidatos peronistas. Incluso y es bueno destacarlo, un sector considerable del electorado argentino votó a Milei por el hecho de que llevaba la bandera del que se “vayan todos, que no quede ni uno sólo”, de la “anti casta” y de la “motosierra contra el Estado” manejado por el binomio Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

El espacio justicialista sufre además una crisis de identidad. En sus orígenes, el Movimiento conducido por Perón formuló una doctrina nacionalista, popular, antimperialista y de orientación humanista y cristiana.  Luego, a partir de fines de los ochenta  y durante la presidencia de Menem en los años noventa, derivó en la ideología del neoliberalismo. Con Duhalde primero y luego con Néstor Kirchner fue desarrollista. Desde 2019 con Alberto Fernández y con Cristina Fernández el justicialismo derivó en un progresismo liberal feminista. 

En general, las elites provinciales del peronismo no adhirieron a la ideología progresista  ya que en sus comunidades los pueblos tienen una identidad federal, tradicionalista y mayoritariamente cristiana. Lo mismo ocurrió en las gobernaciones radicales, del PRO y en las manejadas por expresiones locales que no asimilaron la revolución cultural que promovió el gobierno nacional del 2019. 

 

APU: ¿Predomina una mutación en el peronismo?

A.R: Como parte de estas constantes mutaciones, el peronismo carece de una doctrina unificada y hay dirigentes que bajo un mismo sello partidario profesan posiciones políticas e ideológicas totalmente enfrentadas y no existe una conducción que pueda sintetizarlas y encausarlas.

La carencia de una identidad partidaria acentuó la crisis de representación y profundizó la crisis de la organización. En temas organizativos, Perón creó un movimiento pluri-clasista con eje en los trabajadores sindicalizados. La identidad fue pluri-étnica y se amalgamó a partir de un humanismo cristiano. El movimiento se estructuró como un espacio pluri ideológico y reunió a referentes provenientes de la izquierda, derecha, radicales y socialistas, creyentes y agnósticos. El movimiento no se disgregó pese a la diversidad de dirigentes e ideologías, ya que tenía un conductor estratégico que los convocó a dejar en un segundo lugar sus diferencias y orígenes partidarios, para construir una agenda compartida de una patria libre (soberanía política), justa (justicia social) y soberana (independencia económica). El centro del dispositivo de poder del proyecto fueron el sindicalismo, la iglesia y las fuerzas armadas. La ruptura de Perón con estos dos últimos factores de poder auspició su caída en el año 1955. También conllevó una gran dificultad para gobernar en el año 1973. En su tercera gestión Perón intentó reorganizar su frente político acercando nuevamente a los militares, la iglesia y a los empresarios. Encontró un alto hostigamiento por parte del capital trasnacional y del empresariado concentrado interno. En su Movimiento rechazaron la convocatoria a la unidad sectores de la juventud que se referenciaban en la izquierda y la lucha armada y por grupos identificados con la derecha.

Con la muerte de Perón terminó el proyecto fundacional y nació una nueva etapa política caracterizada por las distintas y contradictorias apropiaciones y usos de su legado. Emulando su nombre, a nivel nacional surgieron el menemismo, el duhaldismo, el kirchnerismo, el cristinismo y un amplio abanico de partidos, organizaciones y dirigentes provinciales y municipales. En cada uno de estos momentos históricos se modificaron las alianzas internas, las formas de ejercer el poder y las agendas de política de Estado.

Menem hizo un pacto con las corporaciones extranjeras y gobernó con la rama política. Para alcanzar el poder, diagramó un acuerdo con la provincia de Buenos Aires. A medida que avanzaban las privatizaciones y la desindustrialización, rompió con sectores del histórico sindicalismo peronista que pasaron a la oposición. El Presidente terminó de destruir lo que quedaba de las fuerzas armadas.

También Néstor Kirchner llegó de la mano de la rama política a partir de un acuerdo de gobernadores. La articulación con la provincia de Buenos Aires referenciada en la figura de Duhalde, se asemejó al esquema del año 1989 por el cual Menem alcanzó la primera magistratura. Kirchner intentó recuperar la alianza con los trabajadores formales de la CGT/CTA y también con los obreros informales organizados en los años noventa en oposición a Menem y De la Rúa. El mandatario pasó de promover la transversalidad con el progresismo, a la conducción personal del Partido Justicialista. Kirchner aplicó una férrea centralización del poder, debilitó a los gobernadores justicialistas y bloqueó la posibilidad de construir frentes políticos federales. 

Con su muerte, terminó el kirchnerismo y surgió el cristinismo que se propuso hacer una nueva síntesis política con centro en los sectores medios juveniles. A partir del año 2013 la mandataria se propuso suplir la falta de representatividad de los nuevos dirigentes otorgándoles cargos públicos. La agrupación de Cristina construyó un entramado federal con los puestos gerenciales y con las designaciones de empleados en las empresas como Aerolíneas, PAMI y ANSES. Desde allí, se empezó a diagramar una disputa electoral contra los referentes locales y provinciales con los cuales se había caminado anteriormente bajo la comandancia de Kirchner. Desde la desaparición de Néstor y particularmente con la opción de Cristina de tener una agrupación propia, se tensó la relación con intendentes, gobernadores, sindicatos y  organizaciones sociales. Esa disputa y sus consecuentes grietas internas, permanece hasta nuestros días.

Como consecuencia de estas y de otras cuestiones, hoy no existe una mesa nacional del peronismo y hay una gran dispersión. El desastre electoral en las provincias tampoco facilita la posibilidad de hacer un frente de gobernadores e intendentes. Como resultado de las incapacidades de los dirigentes, del estado emocional de la militancia y por decisión de las conducciones del justicialismo de los últimos 20 años, las ramas política, femenina, sindical, juvenil y las organizaciones sociales están divididas y enfrentadas.   

 

APU: ¿Falta un norte respecto hacia donde ir en materia económica? 

AR: Como consecuencia de lo que venimos diciendo, el justicialismo no tiene un programa nacional de desarrollo y tampoco un norte que marque el camino. Hace varios años que se remplazó la bandera del proyecto nacional y la planificación social a futuro, por un relato nostálgico del pasado kirchnerista. Hace tiempo que no coincide el relato con lo que efectivamente ocurre. Los datos de la economía muestran la acumulación de una década de estancamiento. Solamente durante el último año de gobierno de Alberto y Cristina se alcanzó una inflación cercana al 200%. La educación, la salud, la seguridad y la infraestructura públicas atraviesan serios problemas. En la última década se llegó a la preocupante realidad de que se puede ser pobre trabajando en blanco, teniendo profesión y oficio.

Al trabajador formal y a la clase media no le importó el relato de la dirigencia y buscaron salvar a sus familias de la decadencia argentina. Se fueron masivamente de la escuela pública a la privada, se pagaron obras sociales y sistemas de prepagas, financiaron seguridad privada o viven en barrios cerrados. Al sector informal se le aplicó una política de contención que reprodujo su condición de pobreza y hace años que en las barriadas populares se vive cada día peor. Es por eso que votaron a la Libertad Avanza y no solamente porque se lo recomendó Milei desde TikTok o un periodista de La Nación TV.

En este contexto, si el justicialismo no vuelve a la realidad, difícilmente tenga posibilidad de formular un programa de desarrollo. Sin un plan se convertirá, definitivamente, en el pragmático administrador del subdesarrollo nacional y no en el gran motor de progreso económico y social que supo ser.

Los problemas de identidad, de organización, de programa  y la manera de ejercer la conducción estrategia y táctica le quitaron musculatura partidaria, capacidad de decisión gubernamental y competitividad electoral. El frente electoral que permitió ganar la elección del 2019 fue un fracaso como alianza de gobierno y Alberto Fernández se convirtió en el equivalente al mal gobierno de Dilma Rousseff en Brasil que habilitó a Bolsonaro. 

Paradoja de la historia, en nombre del kirchnerismo el gobierno saliente en el año 2023 dejó el país en las terribles condiciones en las que lo encontró Néstor en 2003: la mitad de los argentinos pobres, el pueblo descree de los políticos, la clase media y los jóvenes desencantados se van del país, la deuda externa ahoga al Estado, el sindicalismo y las organizaciones sociales están divididas y el justicialismo nacional se encuentra balcanizado.

APU: ¿Considera posible su reunificación en la actual coyuntura?

AR: Desde la vuelta de la democracia el peronismo estuvo mayoritariamente en el poder estatal y el manejo de sus recursos muchas veces funcionó como un ordenador partidario. Un dirigente o una agrupación podían no compartir el rumbo del gobierno, pero se ordenaban a cambio de los fondos para sostener sus estructuras. Sin recursos la estrategia de “conducir es contratar” hoy entró en crisis y no es simple que ningún sector del peronismo acepte una conducción única.

Luego del año 2015 Cristina se propuso ordenar a la oposición utilizando el capital político kirchnerista. Su derrota en el año 2017 demostró que con ella solamente no se puede triunfar y también hizo evidente que sin ella tampoco se gana. De esa realidad nació la candidatura de Alberto Fernández a presidente. Actualmente, el deterioro creciente de la figura de Cristina y el crecimiento de su imagen negativa achican considerablemente la capacidad de imposición de su conducción.

Hay un tema que auspicia la reunificación justicialista y es la decisión de la Libertad Avanza de implementar cambios radicales en la economía, en la cultura, en el Estado y en la forma de financiar a los gobiernos federales. Los distintos frentes abiertos por Milei van construyendo un adversario en común y auspician la posibilidad de la unidad del justicialismo y de la acción conjunta con otros partidos provinciales.

La gran mayoría de los sindicatos se ven perjudicados por el empobrecimiento de sus afiliados, por el intento de eliminar convenios y por el programa económico. Los gremios estatales están en conflicto por drástica reducción del personal. Hay que ver qué ocurre con los empresarios de la obra pública, con los proveedores del Estado y con aquellos perjudicados por la recesión y la apertura. Los ajustes en las universidades nacionales y en el sistema educativo provincial van a empujar a sectores de la juventud al conflicto callejero.

 

APU: Hay ahogamiento de los gobiernos provinciales...

AR: Los gobernadores están recibiendo un hostigamiento presupuestario y Milei les exige que hagan el ajuste. En este marco, algunos optaron por pactar con el oficialismo a cambio de recursos como es el caso del justicialismo de Tucumán. Otros, intentan negociar y al mismo tiempo amenazan a confrontar como ocurre con los gobernadores de la UCR e incluso del PRO. Parte de estos sectores impulsaron un frente de Gobernadores de la Patagonia, que emitió varios mensajes duros contra la política oficial. Existen mandatarios que se enfrentan públicamente a Milei como es el caso de los titulares de La Rioja, de Formosa o de Buenos Aires.

Si Milei se fusiona definitivamente con el PRO y rompe sus alianzas con los salteños, los cordobeses y los misioneros, se abre la posibilidad de un nuevo frente anti oficialista. La relación de la Libertad Avanza con la UCR tampoco es simple y lineal y en el futuro puede reconfigurarse el espacio político. 

Si el Ejecutivo nacional continúa con su programa de ajuste, los gobernadores justicialistas pueden tender a unificarse y a articular acciones con los sindicatos, los empresarios, los sectores de la cultura y con las representaciones de la economía informal. También pueden sumar a otros gobernadores de distintos partidos políticos. Objetivamente, todos estos sectores sociales, partidarios y culturales tienen a Milei enfrente. Subjetivamente aún eso no está claro. Políticamente tampoco.

Igualmente, a tan solo tres meses de iniciado el gobierno es muy promisorio adelantar la forma que adquirirá el peronismo o cómo se llame el espacio. Dependerá mucho de la mejora o no de la economía y de la suerte del actual frente de gobierno nacional.

También hay que ver qué ocurre con la gestión y con la proyección de los flamantes gobernadores como el de Córdoba o de otras tradiciones políticas como el de Santa Fe. Hay una nueva generación política joven en lugares de responsabilidad que tienen mucho futuro. Estamos en la antesala de un cambio político generacional.

APU: ¿Cuáles deberían ser los planteos que deberían retomarse en esta etapa tan adversa para volver a ser alternativa de poder?

AR: Primero, hay que volver a la realidad y dejar atrás el relato de autobombo. Hay que interpretar el contundente mensaje de las urnas. Hay que poner el oído en el planteo de la iglesia católica, que en soledad, está denunciando el descarte humano y el temerario panorama social del país. Es momento de escuchar a los sectores populares, al empresariado del comercio, los servicios, del agro y de la industria. Es fundamental recuperar el dialogo con las comunidades provinciales y eso demanda dejar atrás la cultura del progresismo porteño, para adherir a un pluralismo de verdad, a una identidad federal y popular. Nuevamente, el peronismo debe representar una alternativa realista de mejora y tiene que generar una expectativa en la gran masa de pueblo. Políticamente, hay que terminar con el sectarismo y con las divisiones que destruyeron al peronismo y que fueron parte causal del actual drama argentino.  Primero la patria, después el Movimiento y finamente los hombres.

Es fundamental recuperar una identidad a partir de la cual construir una unidad de destino, unificar a la organización y darle un nuevo mito movilizador a la militancia. Hoy Milei tiene un relato de futuro y genera una emoción entre los jóvenes que el justicialismo perdió hace años. Con realismo, con un amplio acuerdo movimentista de dirigentes, con una identidad doctrinaria y cargados de valores movilizadores estamos en condiciones de avanzar  en la reorganización. Digo organización y no frente electoral, cuestión que tiene que venir luego de tener acuerdos programáticos y políticos.

Otro tema central es la formulación de un programa que sea el resultado de una doctrina y de un acuerdo nacional.  Sobre esta cuestión, solamente quiero destacar un par de ejes. El primero, es que tenemos que recuperar la cultura del trabajo y no creo en que se pueda construir un país sobre el consumo o sobre el subsidio a la pobreza. Se puede vivir dignamente trabajando con un salario modesto. Por el contrario, la persona humana es humillada malviviendo del bolsón de comida y del eterno subsidio de desempleo estatal.

 

APU: ¿Falta recuperar un proyecto nacional vinculado a la producción?

AR: Es fundamental reordenar el Estado y motorizar las voluntades detrás de un proyecto de producción y de trabajo. El actual intento de controlar la inflación y de sanear las rentas públicas, son solamente aspectos parciales de la economía y no suponen un programa de desarrollo. El peronismo debe ser la fuerza de la producción y tiene que enfrentar a los especuladores financieros y a sus socios en el gobierno que organizan la fuga de la riqueza e impiden la existencia de un capital nacional. La renegociación de deuda y la reforma del marco institucional que garantiza la especulación (ley de entidades financieras y regulación del Banco Central) deben ser parte de una causa nacional.

Es fundamental tener acuerdos básicos para la explotación de los recursos naturales y el desarrollo eficiente de las empresas públicas estratégicas. 

Un tema fundamental es volver a la doctrina acerca de que los únicos privilegiados son los niños. La crisis de la Pandemia fue, posiblemente, la única desde el año 1983 en adelante en la cual frente al desastre social el peronismo no priorizó el cuidado de embarazadas y de los bebés del pueblo que quedaron totalmente desamparados. El gobierno saliente dejó el 60% de pibes pobres y eso es una inmoralidad injustificable. La marginalidad juvenil actual es uno de los grandes impedimentos para el desarrollo futuro.

Otro tema estratégico es avanzar en un acuerdo federal y pluri-partidario sobre la educación, la capacitación en oficio y la ciencia.  Esto involucra al justicialismo y a todos los gobernadores y actores del sistema.  

Luego está la cuestión de la seguridad y la terrible violencia en las barriadas populares. El narcotráfico hace que la Argentina avance, vertiginosamente, hacia una fragmentación y a la pérdida de soberanía territorial como ya ocurre en México o en Colombia.  Miles de pibes están involucrados en el menudeo de droga, mueren consumiendo ese veneno y a partir de la brutal violencia vinculada a esta criminalidad como trágicamente se muestra hoy en Rosario.

La política exterior también debe ser parte de una agenda nacional.  No es bueno el partidismo de corto plazo en relaciones internacionales. El MERCOSUR tiene que ser la primera prioridad y con este fin hay que afianzar la relación con Brasil. Poco contribuyó en este sentido el trato despectivo de Alberto Fernández a Bolsonaro y el actual de Milei hacia Lula. 

Un país como el nuestro que padece una ocupación extranjera en Malvinas y que está frente a un conflicto mundial en la Antártida, no puede darse el lujo de no tener políticas de defensa.

Solamente se puede encarar esta gesta de refundación con patriotismo y con valores de solidaridad social.

 

APU: ¿Ve algún liderazgo posible en perspectiva?

AR: En el contexto de descalabro político general actual, Cristina conserva un piso de legitimidad, aunque las encuestas muestran que cada día es más baja su popularidad y más alto el rechazo a su figura. Desde el 2013 en adelante, la ex mandataria trabajó para que crezca su tropa propia y conformó una liga de intendentes y una representación en ambas Cámaras Legislativas. Cristina puede aplicar ese capital político para intentar dividir al peronismo, impidiendo que surja alguna alternativa electoral competitiva de una provincia o de un gremio. Otra posibilidad y dada que su debilidad relativa es mayor que la del 2019, puede mandatar a su espacio a acoplarse a un frente más grande.

No hay claridad de cómo jugaran en el mediano plazo los otros candidatos justicialistas históricos. Scioli está integrado al gabinete de Milei. Massa permanece en silencio y reordena su militancia del Frente Renovador. Parte del gabinete de Milei se completó con figuras cercanas a Schiaretti. Pichetto creó el bloque legislativo Hacemos Coalición Federal y van de un apoyo crítico a Milei a un aparente distanciamiento para volver al justicialismo.  Guillermo Moreno desde Principios y Valores impulsa una reunificación del justicialismo de base amplia.

Hay gobernadores e intendentes con gestión, con recursos y con representación. Los gobernadores del justicialismo de la Pampa, de la Rioja y de Formosa hoy están activos. Ziliotto participa de la mesa de gobernadores de la Patagonia, Quintela se muestra públicamente en la oposición a Milei e Insfran es un histórico referente del Partido Justicialista Nacional. Jalil de Catamarca y Jaldo de Tucumán hoy están cercanos a la estrategia de Milei y no parecen tener voluntad de formar o de conducir un frente peronista opositor en el corto plazo. 

Por volumen demográfico, por importancia económica y por representar nuevos liderazgos, los gobernadores justicialistas de Córdoba y de Buenos Aires seguramente intentaran conducir un espacio propio. El primero sumando a los sectores no cristinistas y el segundo a partir de apropiarse de la tradición y militancia de la ex mandataria.

Los sindicatos tienen una estructura nacional y una base popular organizada. Es de lo poco que quedó en pie del peronismo histórico y frente a la crisis de los partidos seguramente van a tener mayor voz en las decisiones que vienen.

Luego existen miles de agrupaciones políticas, culturales, deportivas, estudiantiles, profesionales, sociales, empresarias y religiosas a lo largo y lo ancho del territorio del país que funcionan de manera autónoma y descentralizada y que se pueden movilizar si existiera una conducción y un proyecto. Todo lo que hoy digamos es especulación. Se inicia una etapa de renovación generacional política y hay que ver cómo juegan los nuevos dirigentes.

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